lunes, 27 de enero de 2025

El largo y solitario viaje de la derrota.

 


Perder un juego puede ser decepción para un equipo y para sus aficionados, perder todos los juegos de una temporada es un desastre, pero perder a lo largo de mas de una temporada…

Armando Enríquez Vázquez

En agosto la NFL cumplirá 105 años de haber sido fundada, dentro de un par de semanas se llevará a cabo el Superbowl número cincuenta y nueve, así como el anuncio de los miembros de la clase 2025 del Salón de la fama. Para los ganadores y sus triunfos nunca terminan los elogios, los homenajes, la formación de la leyenda.

La derrota, lugar común, es solitaria, muchas veces efímera y que nadie recuerda quién… con muy infames excepciones. Por ejemplo todo mundo en Detroit quisiera olvidar las temporadas de 1942 y 2008 cuando los Leones fueron incapaces de ganar un solo encuentro.

Sin embargo, no son los Leones los únicos y muchos menos el único equipo en tener una racha perdedora que dura una temporada y en el caso de 2008 venía de dos derrotas en 2007 y culminó en 2009 al finalmente ganar en la segunda semana de la temporada, por lo tanto en realidad fue una racha de 19 al sumar 16 encuentros de la temporada 2008, 2 de 2007 y uno de 2009, así la racha de derrotas se extendió a lo largo de 3 temporadas.

En 1942, mientras los Leones perdían todos los juegos, los Cardenales de Chicago, hoy de Arizona, perdieron los últimos tres para iniciar la racha de derrotas más larga en la historia de la NFL, que se extendió hasta la cuarta semana de la temporada 1945, cuando le ganaron a los Osos de Chicago para después perder el resto de encuentros ese año.

La racha que es la más larga en la historia de la NFL comprende 29 juegos, de los cuales los correspondientes a la temporada 1944 se jugaron bajo el nombre de los Card-Pitts pues por motivos de la II Guerra Mundial y la falta de jugadores, los Cardenales y los Acereros de Pittsburgh jugaron como un solo equipo.

El segundo lugar de esta lista corresponde a los Bucaneros de Tampa Bay que perdieron todos los encuentros de su primera temporada en la NFL en 1976 que fueron 14 y los siguientes 12 de la temporada de 1977, acumulando un total de 26 juegos perdidos.

El tercer lugar es para los Jaguares de Jacksonville que tras ganar el encuentro inicial de la temporada 2020 perdieron los 15 siguientes y los primeros 5 en 2021.

El cuarto lugar lo comparten con 19 derrotas los Leones de Detroit 2007 a 2009 con los Oakland Raiders de 1961 y 1962 en las temporadas 2 y 3 de su nacimiento y el de la AFL.

Con 18 derrotas los Petroleros de Huston en 1972 y 1973.

Con 17 derrotas seis equipos; Triángulos de Dayton de 1927 a 1929, Pieles Rojas de Washington de 1960 a 1961, Petroleros de Huston 1982-1983, Rams de San Luis 2008 a 2009, Browns de Cleveland, de 2015 a 2016 y de 2016 a 2017 una victoria en contra de los Cargadores de San Diego en el penúltimo encuentro de la temporada, los salvo de tener una racha mayor a 30 juegos perdidos de manera ininterrumpida.

Hay otros equipos con más de diez encuentros perdido al hilo, pero creo que estos son los más llamativos por que en total sus derrotas suman más de una temporada en los términos actuales de una temporada.

imagen: https://centraldigest.com/

jueves, 23 de enero de 2025

En blanco.

 


En 2008 los Leones de Detroit perdieron todos los juegos de la temporada. En la NFL son muy pocos con temporadas sin ganar y los leones son el único con dos.

Armando Enríquez Vázquez.

En la mayoría de los conocedores de futbol americano, la historia de los Leones de Detroit en las últimas décadas está marcada por la maldición que Bobby Layne, el quarterback que llevó a la franquicia a su último campeonato en la NFL en 1957 y su punto más bajo es la temporada de 2008, irónicamente la temporada en la que el equipo de Detroit  cumplió 75 años de existencia, en la que los Leones perdieron los 16 encuentros regulares, racha, sin embargo se alargó pues los Leones habían perdido el último encuentro de la temporada 2007 y después, los dos primeros 2 del 2009. Sumando 19 encuentros de temporada sin ganar, siendo una de las rachas perdedoras, más larga en la historia de la NFL. Sin embargo, la historia negra del equipo de Detroit, creador del juego del día de Acción de Gracias en 1934, ha sido por mucho tiempo la historia de un equipo perdedor y es la única franquicia de la NFL existente que tiene en su historial 2 temporadas sin ganar un juego.

La primera fue en 1942.

Eran los años de la II Guerra Mundial y el futbol americano como otros deportes habían decidido no suspender su temporadas para alentar a la población y simular una falsa normalidad. Porque lo cierto es que existió una escasez de jugadores que ya había obligado a la liga a reducir equipos en las dos siguientes temporadas y la famosas e infames uniones de los Acereros de Pittsburgh con las Águilas de Filadelfia en 1943 y con los Cardenales de Chicago en 1944.

En aquellos días la NFL se limitaba a 10 equipos y dos divisiones de 5 cada una. Los Leones Jugaban en la División Oeste que compartían con los Osos de Chicago, los Empacadores de Green Bay, los Cardenales de Chicago y los Carneros de Cleveland. La temporada anterior en 1941, los leones habían ganado sólo cuatro juegos y perdido seis. La temporada ganadora más reciente había sido la de 1939 cuando los Leones ganaron 6 y perdieron 5 quedando en la tercera posición de la división oeste de la NFL.

La temporada anterior había llegado al equipo Bill Edwards, un ex jugador de la universidad de Wittnberg, como entrenador, al perder los primeros tres juegos de la temporada Edwards fue despedido y lo reemplazó John Karcis, que había jugado con Dodgers de Brooklyn, los Piratas de Pittsburgh, ambos homónimos de los equipos de beisbol, y los Gigantes de Nueva York. Karcis perdió los restantes ocho juegos de la temporada y terminó su aventura como entrenador en jefe. En 1943, Karcis regresó al terreno de juego usando de nueva cuenta el jersey de los Gigantes de Nueva York.

Entre los jugadores de los Leones en la temporada de 1942 estaban Harry Hopp un corredor llegado a los Leones en la temporada de 1941 y Ned Mathews otro corredor que jugó 4 temporadas para los Leones de 1941 a 1943. Frank Grigonis, Elmer Hackney, quien fue el máximo anotador de la temporada al conseguir 12 puntos en dos anotaciones. Otro jugador fue Lloyd Cardwell.

Los Leones no sólo fueron incapaces de ganar, en la temporada, incluso demostraron una muy pobre ofensiva al sólo lograr una sola anotación por aire, en el encuentro en contra de los Dodgers de Brooklyn, Ned Mathews fue quien logró la hazaña al lanzar un pase de cinco yardas a Emil Banjavic.  Además Lograron otros 4 por tierra. En 6 intentos de gol de campo a lo largo de la campaña solo lograron concretar uno. Los leones tuvieron dos pateadores durante la temporada; Augie Lio y Ted Pavelec.

Los Leones aceptaron 35 anotaciones de sus oponentes y más de

Este pasado fin de semana, la mala suerte de los Leones ha vuelto a hacerse presente cuando siendo el número uno de la siembra de la Conferencia Nacional, algo que nunca había sucedido en los tiempos de Superbowl, perdieron la posibilidad de avanzar en los playoffs al perder en casa con los Commanders en casa por marcador de 45-31.

martes, 14 de enero de 2025

Another one bites the dust…

 


Una de las historias dentro de los años de la maldición de Bobby Layne, La temporada 1980.

Armando Enríquez Vázquez

La temporada de 1980 de la NFL, la número 51 de la franquicia y 22 años después de la famosa maldición de Bobby Layne al equipo de Detroit.

Por ocho semanas pareció que existía una luz en el camino de los Leones. Recuerdo muy esa temporada porque la viví en la capital de las automotrices.

Ese año también llego a Detroit y a los Leones desde la universidad de Oklahoma como el pick número 1 del draft Billy Sims, el corredor estrella de los Sooners era la gran esperanza para revivir al equipo. La temporada de 1979 había sido otro de tantos desastres y los Leones perdieron 14 de sus 16 juegos y fueron el peor equipo de la liga, por eso al tener la oportunidad de ser los primeros en seleccionar de entre los graduados de las universidades, los Leones eligieron a Billy Sims.

Sims llevó a los Sooners a ganar dos Tazones de la Naranja consecutivos en 1978 y 1979 y en sus últimas temporadas en el futbol americano colegial consiguió más de 1,500 yardas por tierra en cada una y 42 anotaciones en esos dos años. En 1978, Sims ganó el Trofeo Heisman y se convirtió en el sexto estudiante en su penúltimo año en lograrlo.

De hecho la gran esperanza de los leones logro establecer un récord en su partido inaugural en la NFL al convertirse en el primer novato en lograr 3 anotaciones en su primer juego en la liga profesional. Eso fue durante el juego inaugural de los Leones frente a los Carneros de Los Ángeles en su casa, el cual ganó la franquicia de Detroit por marcador de 41 a 20.

Los Leones empezaron ganando, la afición se alegró de no haber perdido e iniciar una temporada con una victoria y la primera fuera de casa en más de un año.

Los Leones tenían dos años con Monte Clark como entrenador en jefe, Clark había sido el coordinador ofensivo de los Delfines de Miami en sus mejores años y bajo la batuta de la leyenda Don Schula, después fue entrenador con los 49 de San Francisco, finalmente llegó a Detroit. Y esas dos temporadas fueron temporadas perdedoras. El mariscal del campo de los Leones era Gary Danielson, quien llegó a los leones en 1976 procedente de la universidad de Purdue y jugó con la franquicia hasta 1984.

Pero en el segundo partido de la temporada en el Estadio Municipal de Milwaukee, los Leones lograron su segunda victoria al vencer a los Empacadores por marcador de 29 -7. Billy Sims consiguió 2 anotaciones esa tarde, una de ellas su primera por pase en la NFL.

Los siguientes dos juegos de la temporada fueron en el Silverdome y los Leones ganaron a los Cardenales de San Luis y a los Vikingos de Minesotta. Sims anotó en ambos encuentros y en solo 4 juegos los Leones ya habían duplicado el número de juegos ganados de la temporada pasada.

En la edición semanal del 22 de septiembre la famosa Sports Illustrated tuvo como portada a Billy Sims y la cabeza de la revista era: El Honor de los Leones. El supernovato Billy Sims.

Ese año apenas de junio, tres meses antes de que iniciara la temporada de la NFL, el grupo de pop rock inglés Queen lanzó a la venta su octavo disco; The Game que incluye la canción Another one bites the dust, que podemos traducir como Uno más que muerde el polvo. Este sencillo se convirtió en un éxito.

Jimmy Spideman Allen uno de los esquineros de los Leones que llegó a la franquicia de los Steelers en 1978, después de haber sido parte del rooster ganador de dos Superbowls, aficionado a la música, escribió una parodia de la exitosa canción de Queen y la grabó, el pequeño disco de 45 rpm, se vendió como pan caliente entre los aficionados de los Leones y las estaciones de radio de Detroit la tocaban en honor a los hasta entonces invicta escuadra.

La línea defensiva de los leones comandada por Doug English, se comenzó a autonombrar The Silver Rush, se vendieron gorras y playeras con esa frase.

El quinto juego fue contra los Halcones de Atlanta en la casa de los Halcones, los Leones estaban cantando victoria incluso antes de la mitad de la temporada, ese domingo perdieron en Atlanta. Por primera vez en 1980, los Leones perdieron y su nueva superestrella Billy Sims terminó el encuentro sin anotar, como recordatorio de la vulnerabilidad de un equipo perdedor.

La sexta semana, la sonrisa volvió a la cara de los aficionados, el juego en Atlanta había sido sólo un pequeño tropiezo y faltaban un poco más de tres cuartas partes de la temporada. Los Leones ganaron a Nueva Orleans en el Silverdome y Billy Sims anotó en dos ocasiones.

La séptima semana los Leones viajaron a la casa de su rival de conferencia y otro de los más antiguos equipos de la liga, los Osos de Chicago. La única anotación de los Leones no fue de Sims. La siguiente semana las aguas comenzaron a tomar su nivel, y los Leones volvieron a perder en esa ocasión en contra de los Jefes de Kansas, Sims regresó a la senda de la anotación y anotó en dos ocasiones en Arrowhead.

Era la mitad de la temporada los Leones se encontraban con una marca de 5 ganados y tres perdidos, no era lo mejor después del impresionante inicio y el 4-0 pero había esperanzas de colarse a la postemporada.

La novena semana los Leones recibieron a los 49ers de San Francisco y volvieron a la senda del triunfo. Billy Sims anoto en una ocasión. Pero las siguientes dos semanas cruciales en las esperanzas de los Leones para calificar a los playoffs, vieron dos nuevas derrotas. Cinco semanas por delante y récord de 6 ganados y 5 perdidos los Leones habían perdido su impulso y lo único que les quedaba era luchar por ganar los últimos encuentros y dominar su división, aun les faltaban 4 juegos divisionales; Empacadores, Osos y 2 en contra de los Bucaneros. En aquellos años la entonces División Central de la Conferencia Nacional además de los habituales, Osos, Empacadores y Vikingos tenían al equipo de los Bucaneros de Tampa Bay, una de las franquicias agregadas a la liga en 1976, la otra fueron los Halcones Marinos de Seattle.

El otro partido era contra los Cardenales de San Luis.

Los Leones ganaron los dos encuentros contra Tampa Bay, así como el de los Empacadores. Perdieron contra San Luis y de manera dramática en contra de su acérrimo rival los Osos de Chicago en tiempos extra. Los Leones terminaron con una temporada ganadora de 9 ganados y 7 perdidos. Su primera temporada ganadora desde 1972 y la primera en su era en el estadio de Pontiac, Michigan. Parecía suficiente para pasar a los play offs. Pero no. Los Vikingos de Minnesota también terminaron con 9-7. En el criterio de encuentros entre ambas franquicias durante la temporada Vikingos y Leones dividieron triunfos, en materia de victorias al interior de su división pasó lo mismo, las dos escuadras tenían un récord de cinco ganados y tres perdidos. Fue en el siguiente criterio los juegos de conferencia en las dos temporadas, la de ese año y la anterior, la que determinó que los campeones divisionales eran los Vikingos de Minnesota. Los Leones paradójicamente terminaron mordiendo el polvo, como habían cantado de manera arrogante al inicio de la campaña.

Billy Sims terminó su primera temporada en la NFL con 1303 yardas por tierra y 13 anotaciones, además de 621 yardas por aire y 3 anotaciones más. Fue nombrado el novato ofensivo del año, pero Sims no duró mucho tiempo activo. En 1984 se retiró tras una lesión en la rodilla. Sims estableció la marca de más yardas ganadas por tierra para un corredor de los Leones de Detroit, hasta que unos años mas tarde Barry Sanders lo destronará.

Habrían de pasar dos años antes de que los Leones pasaran a una postemporada y fue durante el año de la huelga de jugadores que redujo la temporada a tan sólo 9 juegos, lo irónico del asunto es que pasaron con un récord perdedor de 4 -5.

El disco de 45 rpm queda como una antigüedad y una curiosidad que se puede escuchar en Internet. Jimmy Allen murió en 2019.


imagen; detroitcitysports.com

lunes, 6 de enero de 2025

2024 algunos libros de mi año.

 


Estos son los libros que llamaron mi atención a lo largo del año que acaba de concluir. No necesariamente son novedades, son mis lecturas de este año.

Armando Enríquez Vázquez

¿Por qué hacer listas al finalizar el año?

Por seguir los lugares comunes, por reflexión de lo transcurrido a lo largo de un periodo caprichoso de tiempo, o simplemente y llanamente por el placer de hacerlo.

El año de 2024 trajo consigo muchos libros y muchas lecturas para mí, no todas novedades, pero si algunas memorables las cuales comparto y recomiendo.

Debo empezar con la grata sorpresa que fue descubrir dos pequeños y delgados volúmenes editados en Guadalajara por la editorial Mandrágora, Xalisco inefable y Xalisco Monstruoso resultado de un par de concursos convocados por la misma editorial, ambos volúmenes dedicados a la literatura fantástica, el primero sobre horror cósmico y el segundo dedicado a Guillermo del Toro. Algo excepcional de estas antologías es que los textos seleccionados no tienen desperdicio, lo que hace que muy recomendables ambos volúmenes y para los amantes del género un par de libros llenos de historias de terror que suceden en diferentes locaciones del estado de Jalisco.

Y si de cuentos se trata no puedo dejar de pensar en el la extraordinaria colección de Reyna Guerrero Cero Grasa, editado por Bonilla Artigas editores, la autora médica psiquiatra, gracias a su experiencia con pacientes de diferentes tipos logra un descarnado y desolador panorama del ser humano y su alma trastocada, cuento como Ramo de novia, Cero grasa, que da título al volumen, Noche de graduación o Píntale otra raya al tigre son narraciones con una frialdad clínica sobre los abismos del cerebro humano, no hay edulcorantes, ni tranquilizantes que la escritora ofrezca en sus relatos a sus lectores y la fuerza de su pluma da lugar a este libro altamente recomendable.

Otro de mis libros favoritos leído a lo largo de los pasados 12 meses es Odio a los sanos…y los optimistas de Esther Charabati, editado también por Bonilla Artigas Editores. El libro está formado por una serie de textos muy ácidos y en tono de comedía acerca de cómo los demás perciben y aconsejan a la autora para lidiar con su males crónicos y aunque siempre bien intencionados, no siempre parecen racionales o ilustrados, también están aquellos sanos que necesitan demostrar que sufren más que Esther. También, la autora nos comparte su periplo por diferentes médicos, sanadores y charlatanes a los que ha acudido la autora. Termina en estas muy divertidas experiencias, con una la reflexión en el mismo tono acerca de la pandemia de la Covid-19 y a lo que enfrentamos en esa Planilandia actual impuesta por la comunicación virtual.

Las palabras nos definen y al mismo tiempo nosotros les damos un significado que trasciende las absurdas, por no decir arbitrarias y rígidas reglas de las academias, para convertirlas en un códice personal, así en el Diccionario de ideas sueltas y pensamientos mundanos de Gabriel Trujillo Muñoz, editado por Bonilla Artigas Editores, es uno de esos libros de resonancias, reflexiones e inspiración, además de ser un libro de grata lectura que nos recuerda que a lo largo de nuestras existencias ciertas palabras nos acompañan y algunas de ellas van cambiando de significado con los días y nuestra experiencia y relación personal con ellas. La lectura de este diccionario nos deja en claro que los diccionarios personales son a veces más importantes que los académicos.



Un muy recomendable texto juvenil es la novela escrita por el arqueólogo Emiliano Gallaga, quien en su opera prima, Ritos antiguos señales del pasado. La gran experiencia de Gallaga como arqueólogo en el norte del país, da como resultado este libro de ficción y divulgación sobre los pueblos originales del noroeste de nuestro país, algo que la educación federal ha omitido desde siempre. La novela de Gallaga que mezcla el pasado con el presente es sin duda una muy buena forma de que un niño o un adolescente comiencen a interesarse por las culturas de árido-américa de las que poco conocemos en México.

Hablando de libros escritos por arqueólogo el año que acaba tuve el gusto de leer el segundo volumen de Sombras y susurros, la serie de testimoniales que Luis Alberto López Wario y Luis Alberto Martos López se han dado a recolectar entre sus colegas, sobre las experiencias sobrenaturales que estos profesionales han sufrido en los diferentes sitios en los que trabajan. El proyecto surgido durante los tediosos meses de la pandemia ha fructificado y se prepara ya una tercera entrega de la serie debido a la gran participación de arqueólogos nacionales y de otras partes del continente a los que poder compartir estas experiencias extracurriculares los ha entusiasmado. La calidad de los textos no es nada mala y al ser fuentes primarias los relatos resultan interesantes y nos llevan a las mismas reflexiones, sin sesgo de los investigadores: ¿Qué demonios sucedió ahí?



Hay una novela que resalta entre lo que leí por su frescura, imaginación, erotismo. La jauría errante de los recuerdos de Mercedes Rodríguez Abascal, es una opera prima que vale mucho la pena leer, más allá de los lugares comunes actuales de la violencia y esoterismo que trabajan muchas de las escritoras del continente, la novela de Rodríguez Abascal es una novela sui generis, que emociona, divierte y nos deja un grato regusto tras cerrar la contratapa.

La lista podría ser más larga e incluir algunos cuentos que leí durante estos doce meses como las dos aterradoras ficciones: Subasta de María Fernanda Ampuero, editado en esa colección demagoga y en ocasiones doctrinaria que es Vientos del pueblo del Fondo de Cultura Económica. Una historia del terror real, la violencia y el crimen organizado que se vive en toda América Latina y Sabes de que va la historia del danés Thomas Olde Heuvelt, uno de los grandes escritores de literatura fantástica en la edición digital de Tor.com, una historia que da una vuelta de tuerca a una de las historias lugar común en el mundo paranormal de todos los países acerca.

Quedaron libros en el estante y en el Kindle con la promesa de leerlos en este año que comienza.