Armando Enríquez Vázquez
"Muchas de las grandes farmacéuticas han cerrado sus investigaciones sobre antibióticos porque estos curan a la gente”. Declaró el investigador de Yale. Además el premio Nobel declaró que es más rentable desarrollar medicinas para controlar enfermedades como la artritis o la diabetes, que tratar de curar la tuberculosis en África.
Steitz, junto con Ada Yonath y Venkatraman Ramakrishnan fueron reconocidos en 2009 por el comité del Premio Nóbel por sus estudios de las bacterias y sus mutaciones contra los antibióticos. Los estudios de Steitz acerca de los ribosomas son de suma importancia para entender y poder crear los mecanismos necesarios para evitar dichas mutaciones y controlar a las bacterias en nuestro cuerpo. Sin embargo sus investigaciones y la producción de los medicamentos necesarios para atacar, en su caso la tuberculosis en África, se han visto detenidas por el poco interés de parte de las empresas farmacéuticas en invertir para el desarrollo del medicamento.
Esto no es nuevo, desde hace ya algunos años se ha criticado la decisión de las grandes empresas dedicadas a las medicinas por desarrollar soluciones que alarguen el bienestar de los pacientes sin realmente curarlos. Y aunque esto parece una teoría de conspiración, lo cierto es que la existencia de enfermedades incurables representa mucho dinero para la industria farmacéutica. Las principales ventas de las farmacéuticas provienen de anti sicóticos, medicinas para controlar las grasas en el cuerpo, paliativos para el cáncer, es decir, medicinas que se recetan por largos periodos a los pacientes. Actualmente el medicamento más vendido se llama Lipitor, cuya función es controlar la grasa y se utiliza para combatir el colesterol.
A partir de 2006 el crecimiento en las ganancias de la industria farmacéutica se ha mantenido estable, no como otras industrias donde el crecimiento ha sido marginal o nulo. Los principales mercados son Estados Unidos, quien por si sólo acapara el 50% de las ventas de medicamentos, seguido por Japón. Los mercados emergentes como China, Rusia, Corea del Sur y México han crecido en más de un 80%.
Thomas Steitz habló, también, de la necesidad de invertir en la investigación para acabar con las enfermedades provocadas por dichos organismos, sin embargo, añadió esta es una investigación cara y ninguna de las grandes farmacéuticas está dispuesta a invertir en medicinas que no representan ganancias y que se venderían a bajos precios en los países más necesitados de ellas. Alertó a los gobiernos acerca de ese pensamiento generalizado a la hora de recortar presupuestos, recortar siempre en las cosas que parecen menos necesarias. A pesar de parecerlo, añadió el científico, la investigación, es de suma importancia para el mejor desarrollo de los países y el bienestar de sus habitantes. El premio Nóbel es también uno de los fundadores de la farmacéutica Rib-X, dedicada a desarrollar nuevos antibióticos a partir del estudio de los ribosomas, pero es a la hora de entrar en la producción de los nuevos medicamentos, dónde la empresa ha encontrado poca respuesta de inversión. La razón es el margen tan pequeño de utilidades que dichos medicamentos representan a diferencia de aquellos dirigidos a las enfermedades crónicas.
De hecho una de las prioridades de la Unión Europea ha sido aumentar su presupuesto para la investigación. Pero esto no asegura de ninguna manera que estas investigaciones se lleven a cabo en el campo de la medicina y menos en el desarrollo de medicamentos eficientes capaces de curar, en lugar de mantener.
Las proyecciones en las ventas de medicamentos para los próximos años no auguran ningún desarrollo espectacular en antibióticos o antivirales, y a excepción del HIV, donde se rumora, entre la comunidad científica la existencia del medicamento capaz de curar la enfermedad de manera absoluta, los cañones de las grandes empresas apuntan al desarrollo de mejores drogas para combatir enfermedades crónicas, alargando así la vida de los pacientes volviéndolos dependientes de las mismas.
Hace muchos años escuché a un alto directivo de Coca Cola decir: “Nuestra meta es que de cada grifo de agua, en cada casa, salga Coca Cola”. Para las grandes farmacéuticas parecería que el lema seria servir un plato de carnitas con el Lipitor como aliño y mantener así a sus consumidores contentos.
Publicado en blureport 12 de Septiembre 2011
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