Cuando el primer campeonato de la máxima categoría del automovilismo se corrió en el año de 1950, el campeón fue un experimentado, osado, prepotente e imprudente piloto italiano, que fuera de la pista era un caballero. Curiosamente también había ganado la primera carrera en la historia de la más exitosa y famosa categoría del automovilismo.
Armando Enríquez Vázquez
Cuando la FIA, corrió su primer campeonato de Fórmula 1, no existía ninguna duda de cuál era el mejor automóvil sobre la pista, la pregunta que estaba en el aire era quien iba a ser el mejor piloto de aquel año.
Giuseppe “Nino” Farina nació en Turín, Italia en 1906. El año de su nacimiento, el padre de Farina inauguró un taller de hojalatería en la ciudad de donde tantos modelos y diseños se han surtido al mundo del automovilismo. Pero más famoso era su tío, Battista “Pinnin” Farina dueño la constructora PIninfarina que con el tiempo diseñaría algunos carros deportivos de prestigio. Giuseppe se crió en un ambiente en el que se creía estaría destinado a la ingeniería, pero no fue así, a la edad de 9 años Giuseppe conducía un Temperino de 2 cilindros y a los dieciséis, participó por primera vez en una carrera de automóviles como copiloto de su tío Battista. Al mismo tiempo Farina estudiaba en la Universidad de Turín. Por esa época Giuseppe compró un Alfa Romeo 1500 para participar en carreras en las colinas en la región montañosa de la ciudad, destacándose por ser intrépido e imprudente en su forma de manejar. Giuseppe terminó sus estudios convirtiéndose en doctor en leyes.
Pero el automovilismo era su pasión, y aunque atrabancado en su forma de conducir, Farina comenzó a llamar la atención. Primero por los accidentes que causaba o en los que se veía envuelto. A partir de 1933 concentrado en su carrera como piloto profesional Farina es firmado primero por la Escudería Subalpina donde conducía Maseratis y Alfa Romeos. En 1936 le llegó la gran oportunidad; Enzo Ferrari lo contrató para la Escudería Ferrari-Alfa Romeo, ahí bajo la tutela de Tazio Nuvolari uno de los grandes pilotos de la época, Giuseppe comenzó a perfeccionar su técnica sin hacer a un lado ni su osadía, ni su bravuconería a la hora de conducir. Finalmente en 1937, 1938 y 1939 Farina logró el ganar el campeonato italiano de automovilismo. La agresividad de “Nino” cómo conductor tuvo como consecuencia accidentes en los que otros pilotos murieron. 1936 en Deauville el piloto francés Marcel Lehoux, y en 1938 durante el Gran Premio de Trípoli, el alemán, Hans Hugo Hartmann.
Farina se vio envuelto en innumerables accidentes, de los cuales culpaba no es su audacia, si no a la mala suerte. En su recuperación, la fortuna no tomaba parte, era la protección de la Virgen María que de acuerdo al piloto siempre lo cuidaba. Al respecto tanto Fangio, como Enzo Ferrari alguna vez expresaron su opinión. De acuerdo con Fangio, debido a la forma en la que Farina conducía sólo la virgen era capaz de mantenerlo en la pista “y todos sabemos que algún día habrá de cansarse de ayudarlo.” Ferrari por su parte alguna vez dijo: “Farina es un hombre de acero, por dentro y por fuera. Lo que no implica que no me preocupara por él. Era capaz de cometer las maniobras más descabelladas, por lo que siempre fue un cliente común de las salas de emergencia de los hospitales.”
Todo indicaba que la carrera de Farina se encaminaba a la cima. El mundo esperaba ver a uno de los más grandes corredores de autos, pero entonces llego la II Guerra Mundial y el automovilismo como muchas otras actividades desapareció.
La guerra cortó la vida profesional de muchos pilotos, no fue el caso de Giuseppe, una vez terminado el conflicto bélico, Farina retomó su carrera y en 1946 a los cuarenta años de edad ganó el Gran Premio de las Naciones en Ginebra, corriendo con un Maserati de su propiedad. 1948 marcó el año en que Farina sentó cabeza, se casó con una acaudalada mujer dedicada al diseño de ropa de moda llamada Elsa Giaretto, quién consideraba las carreras de autos como algo primitivo y salvaje, lo cual no obstó ni para el matrimonio, ni para que tres días después de llevarse éste a cabo Farina partiera rumbo a Argentina donde ganó el Gran Premio de mar de la Plata. A su regreso a Europa Farina ganó de nuevo el Gran Premio de las Naciones y dos semanas después el de Mónaco. Farina fue el primer piloto en competir con el modelo 125 de Ferrari en 1949 y aunque el final de ese año corrió para la escudería de Maseratti, La escudería Alfa Romeo se acercó a él y lo contrato como uno de sus tres pilotos para el primer campeonato de Fórmula 1 organizado por FIA.
En 1950 no existía duda de cuál era el mejor automóvil de carreras; el Alffeta 158, la duda era cual de los tres pilotos de Alfa Romeo iba a ser el campeón. A los pilotos de Alfa Romeo se les conocía como las “F” pues además de Farina, estaban Juan Manuel Fangio, y Luigi Fagioli que era el de mayor edad de los tres. El primer campeonato de Fórmula 1 constó de siete carreras, seis grandes premios en Europa y las 500 millas de Indianápolis en Estados Unidos. El primer gran premio que conto en un campeonato de Fórmula 1 fue el Gran Premio de Inglaterra, el ganador fue Giuseppe Farina seguido por su compañero de equipo Luigi Fagioli y en tercer lugar Reg Parnell.
Farina ganó además ese año el Gran Premio de Suiza y el Gran Premio de Italia, 3 primeros lugares al igual que su compañero de equipo Juan Manuel fangio que ganó los grandes premios de Mónaco, Bélgica y Francia, la diferencia en los puntos la hizo el cuarto lugar que Farina consiguió en Bélgica. 1951 mostraría el surgimiento de Fangio y Farina no volvería a ganar un campeonato de Fórmula 1.
A pesar de su arrogancia, de su clasismo y falta de sentimentalismo, Farina era reconocido por ser un caballero, de hecho se le conocía cómo “El caballero de Turín.” En 1952 cuando Fangio casi pierde la vida en el Gran Premio de Italia, el primero en visitarlo fue Farina que le llevó la guirnalda de la victoria como regalo.
En 1952 Farina firmó con la escudería Ferrari para correr en F2, pero ya el corredor no estaba en forma, además de tener roces constantes con Enzo Ferrari. 1953 trajo consigo dos graves accidentes para Farina; uno en las calles de Buenos Aires donde su automóvil mató a 7 espectadores, al evitar atropellar a un niño que se atravesó en el circuito callejero y el segundo y más grave en la pista de Monza donde tras incendiarse su Ferrari Farina sufrió graves quemaduras.
Tras dos años de correr y tomar fuertes analgésicos y hasta morfina, Farina comprendió que había llegado el momento de retirarse en 1957, cuando en Indianápolis su compañero Keith Andrews se mató en accidente conduciendo el auto de Farina. A partir de ese momento se dedicó a administrar dos agencias de automóviles que tenía, una de Alfa Romeo y otra de Jaguar.
Giuseppe Farina murió en 1966. Mientras se dirigía al Gran Premio de Francia, cruzando los Alpes, su carro derrapó en una zona congelada de la carretera y fue a estrellarse contra un poste telefónico. Tenía 59 años de edad.
A lo largo de su carrera en Fórmula 1 Farina ganó 5 grandes premios en su vida, participó en 34, obtuvo 5 pole positions, y fue el primer campeón de la Fórmula 1.
Publicado por the point.com.mx el 24 de abril de 2012
Foto: 4shared.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario