Armando Enríquez Vázquez
Un fantasma recorre el mundo, el
fantasma del desempleo. Las crisis económicas, reales o ficticias, están
aún por pasar la más feroz de sus facturas: el desempleo. Los números
del desempleo en el mundo entero están a la alza. Los países más
golpeados son los países industrializados, en especial los de la
Eurozona que en muchos casos no habían visto tasas de desempleo tan
altas desde la II Guerra Mundial. España por arriba del 20%, Portugal e
Irlanda con 14.8%, Francia con 10%. De este lado del Atlántico; Estados
Unidos un 8.3%.
Pero, además, lo más alarmante es que si
estos números los llevamos a los jóvenes, las cifras por lo menos se
duplican en todos los países. En España, por ejemplo, la cifra alcanza
el 53% y en Portugal el 30%. Eso sin contar que las cifras no dicen toda
la verdad. Después de la crisis económica el tipo de empleos creados no
se comparan a los perdidos. Por ejemplo en Estados Unidos, la mayoría
de los empleos recuperados después de la crisis, están en las áreas de
servicio y en especial en los restaurantes lo que podemos traducir en
meseros y garroteros, chef y gerentes. El tipo de prestaciones no se
comparan con las ofrecidas por las compañías que hoy ya no existen. Los
trabajos que se ofrecen hoy son peor pagados y en muchos de los casos
van en contra de las leyes locales de trabajo, sin embargo la gente no
reclama y los toma. En Australia unos 4 millones de personas se ven
forzados a aceptar el trabajo que se les presenta sin cuestionar o
discutir las condiciones y salario del mismo, so pena de no tener ningún
empleo. Pero si ese un problema en el mundo industrializado, en el
continente Africano, la situación es tan grave que para muchos
organismos internacionales África, como en muchos otros campos,
simplemente no existe en el terreno del empleo. Existen países como
Zimbabue con 95% de desempleo reportado a 2009, Liberia 85% o Burkina
Faso con77%. Poblaciones y generaciones enteras de africanos parecen
destinadas al fracaso, incluso a la desaparición.
¿Es así de terrible el panorama?
De acuerdo con la Organización
Internacional del Trabajo (OIT) el reto de los gobiernos del mundo es
crear en los próximos diez años por lo menos 600 millones de empleos
nuevos, sí se quiere mantener un crecimiento estable de la economía
mundial. El reto no es sencillo en un mundo que todos los días parece
ver entrar a un nuevo país en recesión. Según palabras del director
general del organismo se calcula que hoy en día mil millones de personas
en el mundo carecen de trabajo o viven en la pobreza. En nuestro país,
que según la OCDE, tiene uno de los más bajos índices de desempleo de
5.33% en febrero pasado, la tercera parte de los profesionistas del país
se encuentran desempleados. Nunca, hasta ahora, el sistema capitalista
mostró sus garras tan llenas de codicia y ambición. Ajeno a cualquier
tipo de humanismo. Listo para hacerse fracasar a sí mismo: El modelo
económico que veinte años atrás para muchos había demostrado su
supremacía, está a punto de morderse la cola. Y son la población menor
de 30 años, aquellos, que anhelan construir un futuro, familia,
bienestar a los que se les está negando la oportunidad, a pesar de que
existía en el sistema la promesa tácita de que sus estudios
profesionales serían recompensados con un mejor nivel de vida. El
estudio de la OIT les da pocas esperanzas y cree que seguirán siendo el
sector con menos oportunidades en los próximos años, incluso sí la
situación mundial mostrara tendencias positivas.
El optimismo y la buena voluntad no
habrán de cambiar la situación, que se agrava cuando muchos de los
empleos que se pierden hoy en día, realmente se deben a reemplazos
tecnológicos; máquinas, sistemas y programas vuelven a los seres
humanos prescindibles dentro de las cadenas productivas.
¿Dónde tendrán que buscar los hombres y
mujeres de mañana los satisfactores que hoy el sistema comienza a
negarles? Cuando vemos en las calles de Madrid, Barcelona, París,
Nueva York, Washington, Chicago o Oakland a miles de hombres y mujeres,
con pancartas de somos el 99%. ¿Podemos ver los cambios en el
horizonte? ¿Podemos anticipar la tempestad?
Publicado por blureport.com.mx 2 de abril de 2012
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