Ante el anuncio de la reforma educativa de nuestro país, los
involucrados parecen estar de acuerdo, pero falta la opinión de padres
de familia y la inclusión de una reforma en la educación superior
también.
Armando Enríquez Vázquez
Habría que decir que es esperanzador que lo que no habían logrado
doce años de panismo, se consiguió en dos semanas de nuevo príismo: Las
bases de una reforma educativa tan necesaria en nuestro país y no esos
parches idiotas de padres calificando a sus hijos.
Sabemos que los viejos políticos del PRI son duros y negociadores por
excelencia, lo que le hayan propuesto y cedido a la dirigencia del SNTE
es una de las cosas a las que debemos estar atentos. Tras doce años de
una negativa y una defensa de lo indefendible de pronto el poderoso
sindicato ha cedido. Habrá que estar pendientes también a la reacción
del CNTE, aunque al final de cuentas con S o con C ambos organismos se
han mostrado a lo largo de la historia por estar en contra de la
educación y a favor de la impunidad y el retraso de nuestros niños. O
sea, son lo mismo.
Pero el esfuerzo del gobierno se agradece y esperamos ver frutos;
maestros incapaces despedidos y sus vacantes ocupadas por docentes
entregados a la educación de nuestros niños, fomento a las humanidades,
la ciencia y la lectura, que sean capaces de competir por puestos en las
universidades y he aquí otro aspecto que la administración de Enrique
Peña Nieto debe considerar. Apoyar a las universidades públicas, sobre
todo a la UNAM, que es el alma mater de millones de mexicanos y que debe
contar con un mayor presupuesto que le permita ampliar la matricula.
México necesita no sólo niños y jóvenes educados, necesita profesionistas
capaces y competitivos. Dar la oportunidad a nuestros egresados de
bachillerato de encontrar más lugares en las universidades públicas y
colegios técnicos para poder enfrentar la vida y conseguir los
satisfactores que hagan crecer a la clase media como quiere el
Presidente.
Las carreras técnicas deben ser una opción, no el “ni modo fue la
única en la que pudo entrar”. La Secretaria de Educación tiene en sus
manos el normar y hacer importantes a los CONALEP y Colegios de
Bachilleres, que los alumnos se den cuenta de que están aprendiendo el
oficio que quieren y no una salida fácil. Al final de cuentas las
carreras técnicas tienen tanta o más demanda laboral que las carreras a
nivel licenciatura. También es el momento de regular a las escuelas
privadas a todos los niveles y certificar que aquello por lo que los
padres pagan sea una educación de excelencia para sus hijos, y no el
negocio mercenario que muchos ven en la educación ofreciendo a veces una
educación inferior a la de los planteles públicos a los estudiantes.
Durante años se ha escuchado al sindicato y a la coordinadora. Es
hora de escuchar a los padres que enfrentan el ausentismo de los
maestros. Es hora de que las juntas de padres sean un organismo
regulador y no una extensión de las peticiones de los maestros
directores y sindicato con sus absurdas exigencias. Hoy no sólo el
gobierno debe evaluar a los maestros, también los padres de familia y
poner el dedo en el abuso de monjas prepotentes, maestros abusadores y
demás personajes de cuento de terror que pululan por las escuelas
públicas y privadas de nuestro país. Es hora de crear una encuesta
nacional por la educación donde los padres opinen sobre el sistema
educativo que padecemos.
Es hora de impulsar más científicos, más técnicos, poner
restricciones en las carreras que tienen mayor demanda y menos mercado
laboral, eso es parte también que el Estado genere una mayor eficiencia
en le educación y más niveles de bienestar. Lo que parece ser una manita
de puerco a los sindicatos de la educación debe convertirse en una mano
dura y certera porque en México ya basta de que el futuro del país, y
más importante el futuro de millones de mexicanos que se sientan en una
aula con ganas de aprender se haya convertido en un negocio y una falta
de compromiso con los estudiantes, con los padres, con el país.
Escudados por líderes mezquinos y ambiciosos o por directores/dueños de
escuela que solo lucran con una nota y le ponen precio al pase de los
estudiantes.
Espero que el gobierno sea capaz de lograr las metas que se propone
en materia de educación y que conforme pasen los años de este sexenio
estas metas se vuelvan más rígidas, más ambiciosas y que la generación
de mexicanos que inicia sus ciclos escolares, dentro de 20 años pueda
decir que la educación que recibieron en las escuelas públicas y
privadas del país fue de la calidad suficiente para darles niveles de
vida satisfactorios y no tengan que andar peleando por manejar un taxi o
atender un puesto de tacos, que lejos de satisfacerlos como seres
humanos es un factor de frustración y engendra mucha de la violencia que
hemos visto recientemente, además de provocar la evasión de impuestos.
Espero que el gobierno atienda el llamado del rector José Narro y la
Universidad Nacional de México, reconocida a nivel mundial también sea
beneficiaria de esta reforma en la educación, porque los intereses de la
derecha en México desdeñaron a la educación pública los últimos doce
años.
publicado en blureport.com.mx el 13 de diciembre de 2012
imagen: 29palmhistorical.com
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