Mientras se lanza el Plan Nacional de Desarrollo, salta el tema de las drogas y su legalización y llama más la atención, y porqué Michoacán está a punto de la ingobernabilidad.
Armando Enríquez Vázquez
El Presidente anunció el Plan Nacional de Desarrollo en
medio de algunas malas noticias para él y su equipo; el que grupos de defensa
ciudadana no permitiera el paso del ejercito en ciertos poblados de Michoacán,
es una. La economía no creció como debió en el primer trimestre del año, dos.
La violencia por más que la maquillen no baja, tres. Maestros del CNTE
secuestradores lo que hace pensar en movimientos de guerrilla, cuatro. Y no
menor la ruptura interna en el PAN con acusaciones por parte del senador
Cordero de que Gustavo Madero quiere hacer del PAN un partido satélite del PRI,
cinco.
La idea de sacar al país de la inmovilidad en que lo sumieron
los gobiernos panistas, claro ayudados por la cerrazón y mezquindad de los
entonces, y muchos todavía hoy, legisladores priistas, es encomiable, pero a
ningún lado nos lleva la manipulación de la información. Las reformas estructurales no están peleadas
con la verdad, para los que siempre critican al sistema esas serán las armas
para dudar de la seriedad democrática del gobierno del PRI. Las practicas
clientelares y las amenazas de viejos caciques partidistas deben terminarse
para que veamos un avance real en el país.
Porque más allá de las necesarias reformas estructurales,
algunas como la de telecomunicaciones, tardía y obsoleta, no por culpa de este
gobierno, si no de sus predecesores. La energética, la política, la hacendaria
y una que ataque a los problemas de competitividad, los mexicanos necesitamos
poder creer en el gobierno y sus funcionarios, cosa que no ha sucedido en más
de cincuenta años.
Por otro lado casi al mismo tiempo, se dio a conocer un
documento de Organización de Estados Americanos (OEA), poniendo sobre la mesa
la legalización de la marihuana, por lo menos a nivel regional. A manera de
combatir uno de los principales problemas de salud del mundo. No he escuchado
hasta el momento ningún comentario al respecto por parte los miembros del
gobierno, pero creo que es importante analizar y sobre todo preguntarnos si más
allá de solucionar un problema de salud pública, una medida de este estilo
contribuiría a disminuir la violencia del crimen organizado en nuestro país y
al crecimiento del mismo. Yo creo que mucha de esta violencia está enraizada en
la corrupción y la impunidad del sistema acerca de la cual el Plan de Desarrollo
Nacional 2013 – 2018 minimizó, a pesar de ser una de las preguntas en la
encuesta ciudadana del Plan en Internet.
Pero la pregunta está en el aire y no es fácil de contestar, tienen muchas
aristas y muchos puntos de vista. Legalizar las drogas, o cuando menos la
marihuana, necesita sólidos argumentos capaces de aclarar muchas dudas que hay
al respecto por desconocimiento o por mala in formación. Una parte importante de
la población ve este tipo de iniciativas como radicales y en contra de la
sociedad y las buenas costumbres, que por otro lado le permiten a su juventud
embriagarse sin decoro alguno. Mientras que en el otro extremo habrá quién las
aliente en aras de una trasnochada idea de libertado absurdas ideas de
experimentación. Hay quienes argumentan que la legalización no contribuye para
bien o para mal a la violencia de los carteles, porque queda el ejemplo de los
países europeos que la han legalizado sin que aparezcan cuerpos por todo su
territorio, pero México no sólo es consumidor, es productor y ahí es donde las
cosas cambian. Hay que pensar que si llegara a legalizarse la marihuana,
entonces su cultivo deberá pasar a ser como todos los cultivos agrícolas
legales del país sujeto de inspecciones y de normas de calidad. Entonces sí, se
podrá atacar parte de la violencia que genera la droga. Pero además se debe
atacar la impunidad de políticos y autoridades menores empeñadas en medrar con
los beneficios y confianza que les otorgamos a veces con nuestro voto, la
mayoría pagando sus sueldos, que sólo ven su enriquecimiento a toda costa como
el fin último del servicio público. Los resultados de abusos y crímenes
escudados en placas y galones dan como resultados la ingobernabilidad que hoy
sufren Michoacán, Guerrero, Coahuila, Nuevo León, Veracruz donde la vida
cotidiana de los habitantes y turistas se ha visto totalmente devastada en los
últimos años; La normalización de la vida de los mexicanos debe ser contemplada
por el Plan de Desarrollo, como un objetivo prioritario. Cuando las guardias
comunitarias crecen, cuando las supuestas autoridades municipales, estatales
y/o federales pierden el control de grandes territorios, desgraciadamente todo
puede pasar. Más allá de los partidos y de los politicos debemos de pensar en
México y los mexicanos.
Personalidades, políticos y ex presidentes latinoamericanos,
entre ellos Ernesto Zedillo, respaldan la legalización de la marihuana. De
cualquier manera hace falta más información, y sobre todo qué postura pretende
adoptar nuestro gobierno con argumentos sólidos, no santurronadas o respuestas
intransigentes y baladís, ante la legalización o no de la marihuana y como se
podría inscribir una acción así dentro del Plan Nacional de Desarrollo
2013-2018 y el crecimiento de México.
Publicado en blureport.com.mx el 22 de Mayo de 2013
Imagen: m.mexicodesconocido.com.mx
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