Tras el reciente
ataque del grupo terrorista Al Shabab al centro comercial de Nairobi en Kenia queda
claro que hoy África ha desplazado a Medio Oriente como el principal territorio
del extremismo musulmán.
Armando Enríquez Vázquez
De acuerdo con cálculos internacionales al año 2010 se
calculaba la población musulmana en África en un poco más del 47% de los
habitantes del continente. Es el norte de África donde se encuentra la mayor
población musulmana del continente; Malí, Gambia, Egipto, Mauritania, Somalia,
Túnez, Senegal, Libia, Marruecos, Argelia son países con más de 90% de
musulmanes practicantes entre sus habitantes, y por sus condiciones económicas
y las grandes extensiones de terreno inhabitadas se han convertido en parajes
ideales para que los grupos terroristas lleven a cabo el entrenamiento
clandestino de sus fuerzas.
Este año hemos visto activos a los grupos terroristas
islámicos de África. En Malí a principio la destrucción de los mausoleos de la
Ciudad de Tombuctú, patrimonio de la humanidad, por parte del grupo extremista
Ansar Din, su avance desde el norte del país y amenazando a la capital de Malí,
desencadenó en una guerra internacional, de la que apenas el pasado día 20 de
este mes el presidente francés Francois Hollande declaró la victoria sobre los
extremistas musulmanes. Los grupos extremistas Ansar Din y el brazo armado de
Al Qaeda en el Magreb no han desaparecido simplemente trasladaron sus ataques a
Niger y Libia. En Argelia, a principios de año se llevó a cabo el secuestro de
más de 700 trabajadores, tanto argelinos como extranjeros, en una refinería.
Por otra parte, en Nigeria donde la población musulmana se calcula en un 50%,
los constantes atentados por parte del Grupo Boko Haram, no han cesado en este
año. Los ataques de Boko Haram se dan sobretodo en el norte del vasto
territorio nigeriano y tienen como objetivo básicamente a los grupos cristianos
de este país. Tan sólo la semana más de 150 personas fueron asesinadas por Boko
Haram en dos ataques en las carreteras nigerianas.
El ataque al centro comercial se da como una respuesta del
grupo islámico extremista Al Shabab, (Movimiento de Jóvenes Muyahidines),
después de que desde hace más dos años fuerzas kenianas luchan en Somalia
contra Al Shabab. De acuerdo con el vocero del grupo Sheik Abulaziz Abu Muscab
en entrevista para Aljazeera el ataque al centro comercial se llevó a cabo por
ser este un lugar de reunión de turistas de todo el mundo, de norteamericanos y
judíos, así como de políticos kenianos y lo importante no es cuando se llevó a
cabo, si no que fue un éxito porque nadie lo esperaba.
La soberbia de los estados occidentales y la explotación que
han hecho en el continente africano desde hace siglos, aunadas a la corrupción
y condiciones de desigualdad son ingredientes importantes en el surgimiento de
estos grupos extremistas cuyas visiones radicales están dispuestas a librar una
Jihad, o Guerra Santa, en contra de cristianos y judíos que han abusado de
ellos históricamente.
Durante los últimos doce años tanto el gobierno de los
Estados Unidos, como el de algunos países europeos han declarado a los árabes y
habitantes del medio oriente como los enemigos mortales de la democracia, como
si los únicos musulmanes que existieran estuvieran fuera de las fronteras
occidentales. El Islam es la segunda religión de nuestro planeta, más de mil
quinientos millones de seguidores en el mundo, además es la que crece a un ritmo mayor. Hoy existen musulmanes en todos
los países del mundo y no todos tienen esa visión radical que pertenece a
ciertos grupos y con los cuales la política en blanco y negro de los Estrados
Unidos, los pinta en todos sus medios de comunicación y propaganda.
Pero, también entre los musulmanes occidentales se
encuentran extremistas que llegan a formar parte de las huestes de Al Qaeda y
grupos afines. Y para demostrar que vivimos en la aldea global baste remarcar
en el caso del secuestro de la refinería
en Algeria a principios de año había entre los secuestradores dos canadienses.
En el caso del asalto al Centro Comercial en Nairobi se habló de la presencia
entre los terroristas de algunos norteamericanos y de una mujer de nombre
Samantha Lewthwaite, conocida como La
Viuda Blanca. Samantha inglesa de
nacimiento se ha vinculado con el terrorismo musulmán desde que su esposo se
inmoló al detonar una bomba en los atentados del 7 de julio de 2005 en Londres.
Aunque después el grupo terrorista ha desmentido la participación de Lewthwaite
en Nairobi, está documentada su participación en otros actos terroristas en
África. Existen muchos casos de terroristas
musulmanes cuya existencia se ha documentado por las agencia de Inteligencia de
los Estados Unidos que son blancos, anglosajones y nacidos en los Estados
Unidos.
Al descuidar la política internacional en África y seguir
utilizando al continente como laboratorio de Occidente, se corre el riesgo de
que los grupos extremistas financien sus actos no solo a través de las
asociaciones que algunos de ellos tienen con el crimen organizado africano,
sino al hacerse de alguna de las muchas riquezas que abundan en el continente.
Publicado en blureport.com.mx el 25 de Septiembre de 2013
Imagen. lasalle.edu
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