En pleno siglo de las
luces existió en nuestro territorio una mujer dedicada a la astronomía a pesar
de todos los hombres que creían ser dueños de la ciencia.
Armando Enríquez
Vázquez.
Borrada por un universo de historiadores machistas unos y
estúpidamente revolucionarios otros que se niegan a ver el nacimiento de México
en esos trescientos años, cien más que los del México Independiente en el que
vivimos, a los que muchas veces de manera despectiva llamamos La Colonia, sin darnos cuenta que son el
verdadero origen de la nación mexicana y del mestizaje. Olvidada en los
siguientes dos siglos donde los hombres pretendieron dominar todos los aspectos
de la vida, se encuentra un fragmentos de la vida de una mujer verdaderamente
ejemplar que se dedicó a la astronomía.
Nada se sabe de su vida o de sus acciones, de cómo logró
estudiar en una época en que la Universidad estaba vedada a las mujeres, quien
más se ha interesado por develar la biografía de la notable mujer ha sido la
investigadora y escritora Aurora Tovar Ramírez, que ha publicado varios
artículos acerca de su búsqueda por establecer una biografía de la primera
astrónoma mexicana de la que se tiene noticia, y de cuya existencia sabemos
gracias al sacerdote bibliógrafo Mariano Beristaín, que entre 1816 y 1821 se
publicó una obra llamada Biblioteca
Hispano-Americana Septentrional a
pesar de que el doctor en teología murió en 1817. En ella que hace una muy breve referencia a Francisca Gonzaga del
Castillo de la que sólo dice:
Matrona megicana que
sobre las costumbres de su sexo supo dedicarse al estudio de las matématicas.
Escribió Efemeris calculada al meridiano de Mégico para el año 1757.
Y da como dato extra la existencia de al menos otros siete insignes
astrónomos que vivían en México y Puebla. Gracias a esta referencia varios
historiadores de la ciencia han hablado de Francisca, sin embargo fue Aurora
Tovar, la que despejó la duda sobre la verdadera existencia de Gonzaga del
Castillo hallando finalmente un ejemplar de la obra de la astrónoma que se
encuentra resguardado en la biblioteca Universidad de Brown en Estados Unidos,
con lo que la investigadora pudo establecer la existencia real de Francisca. La
obra de la que se tiene copia fue impresa en la Ciudad de México.
¿En qué consiste la obra de esta desconocida científica
mexicana? Es lo que se conocía en la época como efemérides. Las efemérides, que
también eran conocidos como almanaques o piscatores eran obras dedicas la
predicción de las condiciones climáticas a lo largo del año. Actualmente todavía
todos los años en estas fechas se edita el Calendario del más Antiguo Galván
que sirve artesanos y campesinos para decidir los tiempos de siembra y de
cosecha. En tiempos de la colonia estas predicciones se efectuaban a través de
la observación del cielo y que es fácil de conseguir.
Hablar de Francisca es recordar que a pesar de los cercos
impuestos por la iglesia y la sociedad a las mujeres, existieron mujeres muy
valiosas y muy valientes que siguieron sendas que no eran las aprobadas por sus
contemporáneos. Resulta irresponsable especular sobre la naturaleza y la vida
de alguien que parece haberse esfumado de la historia. Entre las cosas que
Aurora Tovar ha rescatado existe una mención de que al parecer Francisca publicó
al año siguiente; esto es en 1758, un nuevo piscatore.
Baste recordar que el camino de la ciencia no fue fácil para
ninguna mujer de la época en el mundo occidental. En los años que Francisca
Gonzaga del Castillo publicaba su obra, Carolina Herschel, otra astrónoma de
gran fama y de la que hable hace poco, tenía siete años de edad. Al lado de
Francisca Gonzaga existen otros nombres de mujeres que a lo largo de nuestra
historia han desempeñado papeles importantes que han sido menospreciados y
encubiertos que habrá que sacar del polvo de la historia oficial.
publicado en thepinkpoint.com.mx el 23 de noviembre de 2013
imagen: es.wikipedia.org
¿Hay alguna ilustración o pintura sobre Francisca Gonzaga del Castillo?
ResponderEliminarSi
EliminarNo conozco ninguna.
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