Entre las mujeres que
participaron en la revolución rusa destacó Larisa Reisner, que además haría muchas
crónicas de la lucha y murió, como tanos otros olvidados por esa misma
revolución.
Armando Enríquez Vázquez
La cara más siniestra de las revoluciones sociales de inicio
del siglo XX, la protagonizaron la ambición y el poder de los más sanguinarios
y corruptos lideres, y acabó con los ideales de la revolución y con muchos de
sus mejores hombres y mujeres.
En México fueron lobos
sonorenses los que destazaron a la revolución, asesinaron a muchos de sus
compañeros de armas y relegaron a las mujeres de la revolución a simples
soldaderas y cocineras de la tropa. En la Unión Soviética esa figura siniestra
fue Iósif Stalin.
Entre las mujeres destacadas y olvidadas por la historia
rusa destaca el nombre de una luchadora, guerrera y periodista: Larisa Reisner.
La primera vez que leí sobre ella fue en el extraordinario libro de Paco
Ignacio Taibo II Arcángeles, doce historias de revolucionarios
herejes del siglo XX, hace ya muchos años.
Larisa Mikhailovna Reiner nació en la ciudad de Lublin, hoy
Polonia el 13 de mayo de 1995. Larisa fue la primogénita de Ekaterina
Aleksandrovna Pachnovoi y Mikhail Reisner. Reisner era un abogado y profesor
miembro del partido socialdemócrata de los trabajadores rusos. La actividad
política del padre llevó a la familia a exiliarse primero en Berlín y un año
después en Paris. En 1906 los Reisner regresaron a San Petesburgo. Larisa fue
inscrita en la escuela privada para mujeres, mientras su padre daba clases en
la Universidad. A las mujeres en Rusia, como en muchas partes del mundo a
principios del siglo XX, no se les permitía acudir a la Universidades. En 1913,
Larisa terminó su educación formal al graduarse en el instituto Neurosicológico
de San Petesburgo. Pero Larisa tenía un claro interés por la literatura. En
1909 escribió una obra de teatro titulada Atlantida
y en 1910 publicó sus primeros poemas. Durante 1912 y 1913 se publicaron
dos perfiles que hizo de sobre dos personajes de Shakespeare; Cleopatra y
Ofelia.
Al estallar la I Guerra Mundial en 1914, su padre decidió
imprimir un periódico socialista pacifista con sus propios medios y Larisa se
convirtió en colaboradora del mismo. El diario de nombre Rudin consumió el capital de la familia. Después del diario
familiar, Larisa comenzó a colaborar en el diario Novaya Zhin, que era
dirigido por Máximo Gorki. Su amistad con el escritor continuó hasta antes de
la revolución de 1917 y colaboró también en la revista Létopis que a partir de 1915 dirigió Gorki.
Larisa fue abandonando la socialdemocracia y se fue uniendo
a los bolcheviques. En 1918 se casó con un joven revolucionario de nombre
Fiodor Raskolnikov. Junto con él luchó en el frente oriental y recuperaron las
líneas ferroviarias que unían a Moscú con Siberia. Larisa narró la historia en
su libro En el frente. Es en esa
época, cuando Larisa Reisner conoció a Trotsky. Al que desde un principio
admiró.
Lo reconoce como el líder que habrá de llevar las riendas de
la Revolución y escribe sobre él:
Imposible que Trotsky fuera un cobarde, de ser
así la fuerza de su extraordinario ejército lo hubiera aplastado y jamás le
hubiera perdonado la sangre fraternal que se derramó durante su primera
victoria.
Y Trotsky escribió sobre ella:
"Larisa
Reisner ocupó un puesto importante en el V Ejército, como también en toda la revolución.
Esta bella joven que había deslumbrado a tantos hombres, pasó como un meteoro
refulgente sobre el fondo de los acontecimientos. A su aspecto de diosa del
Olimpo, unía un espíritu finamente irónico y la valentía de un guerrero. Cuando
Kazan fue ocupada por los blancos, se dirigió disfrazada de campesina al campo
enemigo para espiar. Pero su presencia era demasiado extraordinaria. La
detuvieron. Un oficial japonés del servicio de espionaje la interrogó. Pero
durante una interrupción del interrogatorio, logró escabullirse por la puerta
mal guardada y desapareció.
Junto con su marido luchó en la flota del Volga hasta el
final de la guerra civil, entonces el matrimonio fue enviado a cumplir una
misión diplomática a Afganistán, de su estancia y sus vivencias en Kabul,
Larisa escribió y publicó otro libro que
tituló Afganistán. Durante estos
tiempos de paz, la pareja se desmoronó entre rumores, traiciones de Larisa y
los celos de Raskolnikov. Larisa entonces regresó a la Unión Soviética.
En 1923, Larisa le pide a Karl Rádek, quien era el Secretario
del Comitern encargado de ver los asuntos referentes a Alemania, que la envié a
ese país para poder ser parte del movimiento revolucionario que se estaba
llevando a cabo en Hamburgo. Radek le consiguió la forma de ingresar de manera
ilegal al país. De su estadía en Alemania, Larisa escribió el libro Hamburgo en las barricadas. Lariza y Radek
se enamoran y viven como pareja, ante las maledicencias de la burocracia
comunista.
A su regreso a la
Unión Soviética Larisa trabajó con Trotsky en la comisión para el mejoramiento
de los productos industriales. Regresó a Alemania y escribió un nuevo libro que
tituló En el país de Hindenburg. Viajó
al oriente medio y relató las condiciones de trabajo de la región. En 1926
contrajo tifus y murió el 9 de noviembre de ese mismo año en Moscú.
La dictadura de Stalin, que se encargó de borrar de la
historia a tantos hombres y mujeres, intentó de hacer desaparecer a Larisa de
la historia, purgó su obra y aplanó su personalidad.
Lo que sabemos de Larisa Reisner es sólo una pincelada de lo
que debe haber sido una vida plena de aventuras e ideales. Desgraciadamente
todos aquellos que la rodearon fueron víctimas del stalinismo como hace notar Taibo
II en su texto sobre Larisa Reisner:
Trotsky asesinado en
su exilio en México…Raskolnikov, el mismo año de la muerte de Larisa, fue
separado de sus actividades dentro de la Internacional Comunista, aunque en la
lucha se alinea con Stalin, en el 37 sus libros a la lista de prohibidos,
estando en Francia no retorna a Rusia y envía una carta abierta a Stalin
acusándolo de traición la revolución en España. Muere en Niza en el año 39, de
una manera muy extraña…Rádek asesinado de los procesos del 37… Lo mismo sucede con otros personajes que
podrían haber contado la vida de la mujer que a los 30 años dejó la vida.
Se dice que Boris Pasternak se basó parcialmente en la gran
escritora, periodista y revolucionaria rusa al crear al personaje de
Larisa de su inmortal novela el Doctor
Zhivago.
publicado el 20 de junio de 2014 en the pinkpoint.com.mx
imagen:levoradikal.ru
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