viernes, 27 de junio de 2014

Larisa, la cara desconocida de la revolución rusa.





Entre las mujeres que participaron en la revolución rusa destacó Larisa Reisner, que además haría muchas crónicas de la lucha y murió, como tanos otros olvidados por esa misma revolución.
Armando Enríquez Vázquez

La cara más siniestra de las revoluciones sociales de inicio del siglo XX, la protagonizaron la ambición y el poder de los más sanguinarios y corruptos lideres, y acabó con los ideales de la revolución y con muchos de sus mejores hombres y mujeres.
En México fueron lobos sonorenses los que destazaron a la revolución, asesinaron a muchos de sus compañeros de armas y relegaron a las mujeres de la revolución a simples soldaderas y cocineras de la tropa. En la Unión Soviética esa figura siniestra fue Iósif Stalin.
Entre las mujeres destacadas y olvidadas por la historia rusa destaca el nombre de una luchadora, guerrera y periodista: Larisa Reisner. La primera vez que leí sobre ella fue en el extraordinario libro de Paco Ignacio Taibo II  Arcángeles, doce historias de revolucionarios herejes del siglo XX, hace ya muchos años.
Larisa Mikhailovna Reiner nació en la ciudad de Lublin, hoy Polonia el 13 de mayo de 1995. Larisa fue la primogénita de   Ekaterina Aleksandrovna Pachnovoi y Mikhail Reisner. Reisner era un abogado y profesor miembro del partido socialdemócrata de los trabajadores rusos. La actividad política del padre llevó a la familia a exiliarse primero en Berlín y un año después en Paris. En 1906 los Reisner regresaron a San Petesburgo. Larisa fue inscrita en la escuela privada para mujeres, mientras su padre daba clases en la Universidad. A las mujeres en Rusia, como en muchas partes del mundo a principios del siglo XX, no se les permitía acudir a la Universidades. En 1913, Larisa terminó su educación formal al graduarse en el instituto Neurosicológico de San Petesburgo. Pero Larisa tenía un claro interés por la literatura. En 1909 escribió una obra de teatro titulada Atlantida y en 1910 publicó sus primeros poemas. Durante 1912 y 1913 se publicaron dos perfiles que hizo de sobre dos personajes de Shakespeare; Cleopatra y Ofelia.
Al estallar la I Guerra Mundial en 1914, su padre decidió imprimir un periódico socialista pacifista con sus propios medios y Larisa se convirtió en colaboradora del mismo. El diario de nombre Rudin consumió el capital de la familia. Después del diario familiar, Larisa comenzó a colaborar en el diario  Novaya Zhin, que era dirigido por Máximo Gorki. Su amistad con el escritor continuó hasta antes de la revolución de 1917 y colaboró también en la revista Létopis que a partir de 1915 dirigió Gorki.
Larisa fue abandonando la socialdemocracia y se fue uniendo a los bolcheviques. En 1918 se casó con un joven revolucionario de nombre Fiodor Raskolnikov. Junto con él luchó en el frente oriental y recuperaron las líneas ferroviarias que unían a Moscú con Siberia. Larisa narró la historia en su libro En el frente. Es en esa época, cuando Larisa Reisner conoció a Trotsky. Al que desde un principio admiró.
Lo reconoce como el líder que habrá de llevar las riendas de la Revolución  y escribe sobre él:
 Imposible que Trotsky fuera un cobarde, de ser así la fuerza de su extraordinario ejército lo hubiera aplastado y jamás le hubiera perdonado la sangre fraternal que se derramó durante su primera victoria.
Y Trotsky escribió sobre ella:
"Larisa Reisner ocupó un puesto importante en el V Ejército, como también en toda la revolución. Esta bella joven que había deslumbrado a tantos hom­bres, pasó como un meteoro refulgente sobre el fondo de los acontecimien­tos. A su aspecto de diosa del Olimpo, unía un espíritu finamente irónico y la valentía de un guerrero. Cuando Kazan fue ocupada por los blancos, se dirigió disfrazada de campesina al campo enemigo para espiar. Pero su presencia era demasiado extraordinaria. La detuvieron. Un oficial japonés del servicio de espionaje la interrogó. Pero durante una interrupción del interrogatorio, logró escabullirse por la puerta mal guardada y desapare­ció.
Junto con su marido luchó en la flota del Volga hasta el final de la guerra civil, entonces el matrimonio fue enviado a cumplir una misión diplomática a Afganistán, de su estancia y sus vivencias en Kabul, Larisa escribió  y publicó otro libro que tituló Afganistán. Durante estos tiempos de paz, la pareja se desmoronó entre rumores, traiciones de Larisa y los celos de Raskolnikov. Larisa entonces regresó a la Unión Soviética.
En 1923, Larisa le pide a Karl Rádek, quien era el Secretario del Comitern encargado de ver los asuntos referentes a Alemania, que la envié a ese país para poder ser parte del movimiento revolucionario que se estaba llevando a cabo en Hamburgo. Radek le consiguió la forma de ingresar de manera ilegal al país. De su estadía en Alemania, Larisa escribió el libro  Hamburgo en las barricadas. Lariza y Radek se enamoran y viven como pareja, ante las maledicencias de la burocracia comunista.
 A su regreso a la Unión Soviética Larisa trabajó con Trotsky en la comisión para el mejoramiento de los productos industriales. Regresó a Alemania y escribió un nuevo libro que tituló En el país de Hindenburg. Viajó al oriente medio y relató las condiciones de trabajo de la región. En 1926 contrajo tifus y murió el 9 de noviembre de ese mismo año en Moscú.
La dictadura de Stalin, que se encargó de borrar de la historia a tantos hombres y mujeres, intentó de hacer desaparecer a Larisa de la historia, purgó su obra y aplanó su personalidad.
Lo que sabemos de Larisa Reisner es sólo una pincelada de lo que debe haber sido una vida plena de aventuras e ideales. Desgraciadamente todos aquellos que la rodearon fueron víctimas del stalinismo como hace notar Taibo II en su texto sobre Larisa Reisner:
Trotsky asesinado en su exilio en México…Raskolnikov, el mismo año de la muerte de Larisa, fue separado de sus actividades dentro de la Internacional Comunista, aunque en la lucha se alinea con Stalin, en el 37 sus libros a la lista de prohibidos, estando en Francia no retorna a Rusia y envía una carta abierta a Stalin acusándolo de traición la revolución en España. Muere en Niza en el año 39, de una manera muy extraña…Rádek asesinado de los procesos del 37…  Lo mismo sucede con otros personajes que podrían haber contado la vida de la mujer que a los 30 años dejó la vida.
Se dice que Boris Pasternak se basó parcialmente en la gran escritora, periodista y revolucionaria rusa al crear al personaje de Larisa  de su inmortal novela el Doctor Zhivago.

publicado el 20 de junio de 2014 en the pinkpoint.com.mx
imagen:levoradikal.ru

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