Nunca jugó más de dos
temporadas para un equipo, ni siquiera durante etapa colegial. Sin embargo los
equipos lo querían en su alineación.
Armando Enríquez
Vázquez.
Entre las historias de grandes Jugadores con un temperamento
muy especial resalta la de Joe Don Looney, quien jugó para los Gigantes de
Nueva York, los Colts de Baltimore, los Leones de Detroit, los Pieles Rojas de
Washington y los Santos de Nueva Orleans.
Todo mundo creía que Joe Don Looney era un jugador
excepcional; tenía el cuerpo de un Linebacker y la velocidad de un
corredor, por eso cinco diferentes
entrenadores pensaron que podría ser una de las grandes estrellas del futbol
americano, lo malo es que lo hizo en un periodo de tiempo muy corto, de 1964 a
1969. Todo porque Joe tenía problemas para reconocer a la autoridad y el
ejecutar ciertas órdenes que le parecían estaban fuera de sus deberes como
jugador. Algunos de los que jugaron con él dicen que no tenía ningún compromiso
con el deporte. Su apellido que en inglés significa loco, lo que le valió el
que muchos hicieran juegos de palabras entre su actitud y su apellido.
Joe Don Looney nació el 10 de Octubre de 1942 en Fort Worth,
Texas. La fama de problemático precedía a Looney mucho antes de llegar a la
NFL, durante su época como jugador colegial Joe fue expulsado y cambió de
universidad en cuatro ocasiones y sin embargo estableció un record en el futbol
colegial para patadas de despeje en 1961 y es recordado en la Universidad de
Oklahoma por su gran actuación durante la temporada de 1962. Al año siguiente
jugó solo tres juegos antes de que el entrenador de los Sooners lo expulsara
del equipo, por golpear a uno de los asistentes de entrenador.
Aun así varios equipos de la NFL y de la AFL fijaron sus
ojos en el joven corredor. En 1964, los Gigantes de Nueva York lo seleccionaron
en la primera ronda del fichaje. Allie Sherman el entrenador de los Gigantes
creía que a pesar de los problemas de personalidad de Looney, sería el jugador
perfecto para los Gigantes. Pero Joe Don Looney vistió solamente 25 días el
jersey de los Gigantes durante el entrenamiento de verano, la mayor parte del
tiempo la pasaba a solas, recluido en su cuarto haciendo ejercicio. Fue
despedido el día que Sherman le pidió que se vendara los tobillos, a lo que
Looney se negó y le respondió al entrenador:
-No lo voy a hacer porque yo conozco mis tobillos mejor que
usted.
Una vez fuera de los Gigantes, Don Schula que era entrenador
de los Colts de Baltimore se empeñó en tenerlo en su franquicia. Schula al
igual que Sherman creía que el Looney podía ser una de las grandes estrellas de
la NFL, sin embargo Looney solamente corrió la bola en 23 ocasiones en toda la
temporada, para 127 yardas y un touchdown. El corredor que además era un buen
pateador de despeje, ponía nervioso a Schula con su actitud y en alguna ocasión
el entrenador declaró que no lo metía a despejar porque le daba miedo que
Looney en lugar de patear el balón hiciera cualquier otra cosa. Pero lo que fue
decisivo para que se le transfiriera a un nuevo equipo fue que el día Schula le
llamó la atención por llegar 15 minutos tarde a una sesión de trabajo y lo
multó con cien dólares. Looney molesto encaró al entrenador y le exigió cien
dólares por haber llegado quince minutos antes a la reunión del día anterior.
En 1965 Looney jugó con los Leones de Detroit. En la que sin
duda fue su mejor temporada con 114 acarreos de balón, 356 yardas ganadas y 5
touchdowns. En 1966 sólo jugó tres partidos con los Leones antes de que su
carácter hiciera que lo transfirieran de nuevo.
En el último encuentro que jugó con la franquicia de
Detroit, el entrenador Harry Gilmer se acercó a Looney y le dio instrucciones
para el Quarterback del equipo. Looney se volteó y le contestó a Gilmer:
-¡Carajo, Harry, si quieres un mensajero contrata a Western
Union!
Looney se dio la media vuelta y se sentó en la banca. Al día
siguiente fue transferido a los Pieles Rojas de Washington donde terminó la
temporada. Se dice que en un partido en contra de Cleveland, el corredor
estelar de los Pieles Rojas se lastimó, por lo que el entrenador Otto Graham
comenzó a llamarlo, pero Looney estaba absorto en sus ideas en la banca, hasta
que uno de sus compañeros le hizo notar que el entrenador lo llamaba y que el equipo
lo necesitaba. Looney en su estilo habitual se limitó a gritarle al entrenador:
-¡Otto dame unos minutos para calentar, mete alguien más a
jugar mientras!
En 1967 una pelea con el linebacker titular y compañero de
habitación de Looney; Sam Huff, llevó a su despido de los Pieles rojas con tan
sólo cuatro partidos de la temporada jugados.
En 1968 Joe fue enrolado para combatir en Vietnam. En 1969
regresó y los Santos de Nueva Orleans lo invitaron a su campo de entrenamiento.
Solamente jugó tres juegos con los Santos, acarreó el balón en tres ocasiones y
perdió 5 yardas en total.
Joe Don Looney se retiró finalmente del futbol americano,
hay quienes dicen que la guerra lo cambio radicalmente. Looney se divorció y se
fue a vivir a Hong Kong donde compró un bote en el que vivió unos años. Se
convirtió al hinduismo. Después vivió en Sudamérica.
Finalmente cuando regresó a Estados Unidos construyó una
casa con paneles solares, sin teléfono donde vivió aislado.
El 24 de septiembre de 1988 Joe Don Looney murió en un
accidente de motocicleta, tenía 45 años de edad.
imagenes: spokeo.com
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