Espectativas para el año que inicia.
Armando Enríquez Vázquez
Hace poco escuché al presidente de Uruguay, José Mujica,
decir en una entrevista que no tienen nada de malo el que la gente quiera hacer
dinero, incluso mucho dinero, de manera exagerada. Lo que no podemos permitir
es que este tipo de personas se dediquen a la política, que sean servidores
públicos, en ese caso es necesario sacarlos de la política. Impedirles que se
desarrollen en esa actividad humana que tiene como objetivo el manejar y
administrar los recursos de una nación.
Desgraciadamente en México desde los tiempos del codicioso
Miguel Alemán Velasco el país ha sido gobernado por personas cuya ambición
parece no tener límites y cada vez es mayor.
Al hacer el recuento del año 2014 escribí que una de las
cosas más importantes ocurridas en nuestra sociedad fue el hacer escuchar la
voz de hartazgo de los mexicanos frente a la violencia, la impunidad y el
cinismo que se promueven desde el estado mexicano, a pesar de la sordera de las
autoridades y de las declaraciones insultantes Enrique Peña Nieto las voces no
han sido acalladas. A pesar de los burdos intentos del gobierno federal por
comprar a los padres de las víctimas de lo que a todas luces parece un
verdadero crimen de Estado, los padres siguen hablando.
Este año enfrentamos un proceso electoral para renovar la
cámara de diputados y algunos gobiernos estatales, la voz de inconformidad de
la sociedad mexicana se pone a prueba, porque en los próximos meses estarán en
juego el permitir que el sistema partidista caduco y corrupto de nuestro país
siga en pie, o de demostrarle al gobierno federal que esa reforma electoral que
sus serviles legisladores aprobaron es demasiado pequeña y mezquina para los
mexicanos que aspiramos a un país de justicia y bienestar.
Ante la propuesta del presidente de investigar a las
empresas que hacen negocios con el gobierno, los ciudadanos debemos exigir investigar
el trato preferencial y los favores a pagar que desde tiempos de la campaña de
Enrique Peña Nieto se adquirieron con empresas como Televisa, curiosamente
beneficiada por la reforma en materia de telecomunicaciones, Monex, Soriana,
Grupo Empresarial Ángeles, Higa, pero sobretodo tenemos que exigir que sus
dueños no sigan siendo beneficiarios del sistema creando empresas con
prestanombres o nuevas razones sociales para burlar el escrutinio de la llamada
Secretaría de la Función Pública o de la prensa y sociedad civil que está harta
del tráfico de influencias de nuestros gobiernos federal y estatales.
Las acciones del gobierno no deben quedarse únicamente en
las empresas, en la creación de un código a empresarios, el mismo escrutinio
debe aplicarse a los grandes clanes y fortunas que el poder y el abuso han
generado; desde corruptos gobernantes que aun viven como Luis Echeverría o
Carlos Salinas de Gortari hasta los actuales clanes de los Moreira, los
Montiel, los Cárdenas del PRD, Andrés Manuel López Obrador, o los líderes
sindicales impunes como Carlos Romero Deschamps o Martín Esparza, líder de un
sindicato sin empresa.
Porque el gobierno se maneja como su spot comercial donde
advierte de todos los peligros que representan las maquinitas traga monedas,
cuando la Secretaría de Gobernación fue la que otorgó los permisos para que
grupos empresariales de todo tipo operen casinos a lo largo y ancho de
territorio nacional.
2015 se perfila como un año difícil para los mexicanos en
gran medida por la falta de ética de los legisladores que sin cuestionar de
ninguna manera a la Secretaria de Hacienda y aprobaron un presupuesto que antes
de iniciarse a ejercer ya presenta un enorme
déficit capaz de hacer al país caer en una crisis como no ha habido en más de
dieciocho años.
Y sin embargo en 2015 el gobierno federal está obligado a
lograr que despegue nuestra economía. Ya han sido dos años de espera y cinismo.
De pretextos a la ciudadanía y de prebendas a los amigos de Peña Nieto. Si
Videgaray no logra hacer crecer al país lo menos que debemos esperar de él es
su renuncia y la de todos los que trabajan en la SHCP. Si el Presidente es un
servidor público, con más razón lo son los secretarios del gabinete, encargados
de supervisar y llevar a buen puerto las áreas que se les han encomendado y no
de enriquecerse sin hacer nada. Hacer crecer a México implica no solo crear
empleos para albañiles y obreros calificados, no significa exportar las mismas
telenovelas por más de treinta años, mientras la televisora de San Ángel
afrenta a los mexicanos contratando a extranjeros mediocres que le venden a
Emilio Azcárraga Jean espejitos por oro.
Hacer crecer a México es convertir al país en un lugar donde
la competencia es bienvenida en la práctica y no sólo en los discursos
demagógicos del Presidente y sus Secretarios. Invertir y promover a nuestros
científicos, artistas, que no actores como entienden muchos, intelectuales,
profesionistas. Es crear bienestar y justicia. Es crear planes educativos que
fomenten la creación de una ciudadanía propositiva, crítica y participativa.
Winston Churchill alguna vez dijo: La democracia es la peor forma de gobernar un país, a excepción de
todas las demás.
En la extraordinaria serie televisión danesa Borgen el candidato de la derecha en el
primer capítulo de la serie, explica que la idea ingenua de que país es
gobernado por las decisiones de su pueblo puede ser llamada como se quiera
mientras él, el personaje pertenezca al minúsculo grupo de hombres negocios,
dueños de los medios y algunos políticos que toman las decisiones. Eso sucede
en México en la realidad y somos nosotros como ciudadanos los que debemos
impedir que la corrupción de la idea misma de la democracia sea lo que gobierne
nuestro país.
2015, está lleno de retos para nosotros como ciudadanos que
debemos hoy más que nunca hacer saber a nuestros gobernantes en que estamos
desacuerdo con un modelo de país qué solo es ideal para una oligarquía. Enseñarles
a empresarios protagónicos y voraces como Gerardo Gutiérrez Candiani que es
ahora cuando los comerciantes y sectores de ventas de menudeo se deben apretar
con fuerza el cinturón, que durante más de 20 años se ha apretado la
ciudadanía, porque llegó el momento de pensar en un fuerte aumento al salario
mínimo y no a los precios si es que pretenden los mezquinos como él que el
libre comercio subsista.
Ante los retos que nos esperan en 2015, lo único que debe
prevalecer es la cordura para evitar que el gobierno federal encuentre los
pretextos que está buscando para reprimir y censurar a todos los mexicanos.
publicado en blureport.com.mx el 3 de enero de 2015
imagen: businesscreatorplus.com
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