Netflix inició un cambio en la industria del entretenimiento hace dos años, mismos que han permitido que otras empresas miren el mercado de Internet de otra manera.
Armando Enríquez
Vázquez
Aunque en muchos portales los especialistas se refieren a
Netflix, a Amazon TV y otras empresas como productores de televisión, yo
prefiero evitar el término televisión para describir sus contenidos y
actividades para simplemente referirme a ellos como productores de contenidos
de entretenimiento, pues el término televisión implica un esquema. Así como una
estructura interna y de distribución que son ajenas por obsoletas a los nuevos
jugadores en la producción de series de calidad en el mundo.
La semana pasada el portal de la revista Wired publicó una
entrevista con las cabezas en materia de contenidos de estas dos empresas,
Cindy Holland VP de Contenido Original para Netflix y Roy Price VP de Amazon
Studios. Las preguntas giraron acerca de
la percepción de ambos ejecutivos sobre los cambios y la evolución de la
industria.
Netflix inició un cambio en la industria del entretenimiento
hace dos años, mismos que han permitido que otras empresas miren el mercado de
Internet de otra manera, entre ellas Amazon TV. La primera con House of Cards y meses después con Orange is New Black y ahora con Daredevil, como los más exitosos
ejemplos de su producción. Amazon TV, por su parte, con Transparent y Mozart in the
Jungle, todas ellas series de gran calidad en cuestión de contenidos y de
producción, reconocidas y premiadas por la industria de la televisión, estas
series empiezan a crear un nuevo patrón de consumo de entretenimiento para las
generaciones más jóvenes de la sociedad y también de todos aquellos que
comienzan a depender y entender mejor día con día la oferta y el desarrollo
tecnológico.
Ambos ejecutivos concuerdan en la idea de que Internet
ofrece audiencias más segmentadas aún que la televisión de paga y por lo tanto
mucho más sencillas de satisfacer por un lado y por otro de evaluar de manera
más asertiva sí la inversión en un proyecto determinado vale la pena o no. Es
bajo este tipo de análisis que Netflix ha rescatado series como Longmire o Arrested Development entre otras que fueron canceladas por las
empresas de televisión que las producían, pero que tienen la audiencia
suficiente para ser negocio aun.
Más allá de las obvias ventajas que ofrece la programación On Demand, Tanto Price como Holland
hablan de otras ventajas más relacionada con la producción misma y que ofrece
la plataforma de Internet, entre las que destacan el que ya no son los
anunciantes los que pueden influir en la temática de la producción, como
tampoco lo es el hilo conductor de la parrilla de programación que una cadena
de televisión abierta o de paga debe de tener, para mantener a la audiencia.
Otro dato que se me hace interesante tener en cuenta es el
hecho que un internauta promedio ve dos capítulos y medio de su serie antes de
dormir, lo cual nos lleva de nuevo a las ventajas del On demand y del estrenar
las temporadas completas para que sea el espectador el que decida cuándo y
cuánto.
Sin duda los cambios en este mercado están apenas iniciando
porque aun debemos esperar cual será el papel de los anunciantes. Cómo las
marcas y productos habrán de participar en esta nueva forma de ver y producir
contenidos. Lo mismo sucede con la competencia. Mientras que la mayoría de las
cadenas de televisión tradicionales, malentienden este cambio y se limitan
adicionar sus sitios de internet o de sus series con contenidos como
entrevistas y más escenas que por la rigidez de los tiempos de la televisión
han sido eliminadas de la versión del capítulo transmitido. Algunas empiezan a
ofrecer nuevos contenidos únicos y originales para Internet. Antena 3 de España
ofrece a sus audiencias internacionales contenidos de series web en su apartado
El Sótano, de la misma manera que CW en Estados Unidos lo hace con su portal CW
Seed.
El mercado de Internet obviamente es mucho mayor y las
ganancias y audiencias que genera el estreno de una serie en Internet son
incomparables con los alcances de cualquier sistema de televisión, de ahí el
surgimiento de otros jugadores importantes en el mercado como Hulu o HBO Now.
Y al hablar de mercados no debemos olvidar que uno de los
mayores mercados del mundo se encuentra en los hispano hablantes y no me
refiero a los que viven en Estados Unidos sino a los más de 470 millones de
seres en el mundo que tenemos el español como lengua materna. En ese sentido
Clarovideo que hoy es la competencia directa de Netflix en Latinoamérica, su
diferenciación con la oferta de Netflix es cada día mayor y sólo le falta dar
el salto definitivo y producir contenidos propios que catapulten a la empresa
en el gusto de los internautas hispanohablantes del mundo, puede y debe
convertirse en el más importante distribuidor de contenidos en español en el
mundo. Uno de sus grandes éxitos se encuentra en Clarosports, con una oferta de contenidos deportivos realmente
interesante y ha resultado atractiva para las audiencias, no hay que olvidar
que los derechos de transmisión de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro en
América Latina les pertenecen, eso sin contar que ha retomado deportes que han
sido abandonados por la televisión abierta mexicana como el básquetbol de la
NBA.
Conforme
los contenidos de entretenimiento sigan evolucionando de acuerdo con las demandas
de las audiencias veremos nacer empresas grandes y pequeñas que los
distribuyan; encontrando mejores y más atractivas formas de hacerlo lo que se
traducirá en más paladas de tierra cayendo sobre el féretro de la televisión
abierta.publicado en roastbrief.com.mx el 27 de abril de 2015
imagen: Netflix
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