Piratas virtuales asaltaron el barco de HBO antes de que llegara a puerto.
Armando Enríquez Vázquez
En las aguas del Mar
Angosto, navegan embarcaciones piratas, entre los capitanes de estas naves
se encuentran Salladhor Saan, amigo
de Sir Davos y Euron Greyjoy hermano de Balon
y heredero electo al trono de las islas de Hierro tras las muerte de Balon, piratas que surcan el mar y van
atacando barcos mercantes. Piratas virtuales asaltaron el barco de HBO antes de que llegara a puerto.
El pasado 12 de abril a menos de veinticuatro horas del
estreno mundial de la quinta temporada de la exitosa serie de HBO, Juego de Tronos, en las principales
páginas de piratería de Internet aparecieron los primeros cuatro capítulos de
la nueva temporada, equivalentes a un mes de programación de la serie en la
cadena de televisión de paga y al 40% de los contenidos de esta nueva entrega.
Alguien superó las hazañas de Saan y de “El ojo del cuervo”,
apodo de Euron, pues se calcula que
en las primeras horas después de la filtración más de un millón de descargas se
efectuaron en todo el mundo. HBO había planeado una estrategia dirigida a
combatir la piratería que consistía por un lado en el lanzamiento de su
plataforma HBO Now, que es una
aplicación que permite a aquellos que no tienen contratado el sistema de la
televisión de paga, acceder a diferentes programas y series de la cadena On
demand. Otra parte de esta estrategia consistió en el estreno simultáneo de la
serie en 172 países del mundo. Pero alguien decidió adelantarse.
Más de un foco rojo se prendió en HBO. La búsqueda del autor de la filtración aún no ha dado
resultados, pero todo apunta a que esta vino de uno de los críticos televisivos
escogidos por la cadena y a los cuales se les enviaron los capítulos. El hecho
de que en uno de los extremos de la imagen aparezca un recuadro borroso, indica
que el número de identidad y seguridad de la persona a la que el material fue
enviado ha sido tratado de borrar.
A pesar de la filtración y el desconcierto que debe haber
imperado en las diferentes oficinas de la empresa a lo largo de ese funesto
domingo, cuando finalmente el primer capítulo de la nueva temporada se estrenó
a las nueve de la noche del pasado 12 de abril, fue un éxito. La cadena rompió
sus records de audiencia y ocho millones de personas en Estados Unidos vieron
este primer capítulo. Lo que lo convierte en el capítulo de estreno más visto
en la historia de HBO. El daño parece
haber sido mínimo, pero tal vez sólo lo parece, quizás HBO operando un control de daños pretende que se vea únicamente la
punta del Iceberg. La confianza por parte de los anunciantes hacia la cadena
debe estar siendo cuestionada, la eficiencia del modelo actual en cuanto a
protocolos de estrenos, programación de series y selección de personas a las
que hacerle llegar esos estrenos, me imagino que está siendo reevaluado. La
calidad de los sistemas antipiratería y de protocolos de la empresa, hoy, deben
encontrarse bajo a un severo escrutinio.
Juego de Tronos es
la serie de televisión más exitosa de HBO,
más que Los Soprano y también es la más pirateada en la historia.
Aun así las ganancias que reporta a HBO
gracias a la serie exceden por mucho a las de cualquiera otra serie. Hasta
ahora las declaraciones oficiales por HBO
se han limitado básicamente a decir que llegaran hasta donde deban de llegar
para dar con el o los culpables.
Lo cierto es que los principales cuestionamientos que deben
estar haciéndose los directivos de HBO
y de otras cadenas de paga con series muy populares es la misma. ¿No habrá
llegado el momento de dar el paso?, ¿El momento de dar prioridad a la
plataforma de Internet y estrenar las temporadas completas como lo hace Netflix
y no de la manera tradicional a partir de entregas semanales? ¿Qué tanto de la
inversión en la producción de una serie se pone en riesgo con una filtración de
esta magnitud? ¿Qué tanto de la credibilidad y confiabilidad en una empresa?
Saber que durante lo que resta de abril las audiencias de
los episodios de la quinta temporada de Juego
de Tronos, no serán lo que debían haber sido, debe ser sin duda un amargo y
recurrente pensamiento en la mente de directivos, productors ejecutivos de la
serie, así como de los anunciantes y patrocinadores que con esta situación
también perdieron millones de espectadores y oportunidades de venta.
El año pasado, entre los estrenos de primavera la cadena de
televisión CW lanzó trece capítulos
de la primera temporada de Los 100, una
serie de ciencia ficción, el éxito de la serie llevó a la autorización de una
segunda temporada, que lejos de haber empezado a transmitirse en marzo de este
año, comenzó su nueva entrega en octubre del año pasado, esta vez fueron
dieciséis episodios que concluyeron el pasado mes de marzo. La tercera temporada
de la serie parece estar programada para estrenarse en otoño de este año,
manteniendo, así, la distancia entre temporadas en lapsos menores a un año.
La demanda de los espectadores por sus contenidos favoritos
aunados al gran número de series que desparecen durante y tras su primera
temporada, el 65% aproximadamente, exige a las cadenas a preservar sus éxitos y
extenderlos frente a la incertidumbre en los ratings de los nuevos contenidos. Probablemente
en ese sentido estamos también ante cambios en el sistema de programación de
las cadenas televisivas frente a la fuerza y la gran cantidad de contenidos que
aparecen a diario en Internet y que podrían afectar el impulso que una serie
tiene en el espectador mientras espera un año para retomar las aventuras y desventuras
de sus personajes favoritos. La espera de un año para trece capítulos se vuelve
igual de desesperante que la de la temporada de futbol americano, siendo más
corta las temporadas de las series.
Creo que las acciones que veremos en el futuro próximo por
parte de las cadenas distribuidoras de contenidos estarán determinadas en mucho
por esta filtración. No porque vaya a cambiar el trasfondo de las estrategias,
ni la dirección en la que van encaminadas, pero si la velocidad con las que se
implementaran.
publicado en roastbrief el 20 de abril de 2015
Imagen hbo.com
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