El primer creativo
italo-norteamericano, dueño de su propia agencia de publicidad escribió en 1971
un libro que años después serviría como una de las inspiraciones para crear Mad Men.
Armando Enríquez Vázquez.
En su primer día de trabajo como supervisor creativo en la
entonces afamada agencia de publicidad neoyorquina Ted Bates & Co. Jerry
Della Femina se reunió con los ejecutivos de cuenta, directores de arte, copys
y ejecutivos de la firma para llevar a cabo el brainstorming para una nueva
cuenta. Se trataba de una empresa de aparatos electrónicos japonesa llamada
Panasonic, de pronto Della Femina gritó: Lo
tengo. Los demás asistentes a la junta voltearon interesados a ver al nuevo
miembro de la empresa y en teoría genial y brillante creativo. De los mismos maravillosos seres creadores
de Pearl Harbor llega hasta ustedes. Al parecer nadie se rio. Años después
en una entrevista radiofónica para la NPR, Della Femina concluyo su recuerdo de
la anécdota: por las caras de los
presentes me di cuenta de que no iba a durar mucho en esa empresa. Pero la
frase se volvió una leyenda dentro de la publicidad y el título del libro de
memorias que en 1971 Jerry Della Femina, décadas antes de terminar su carrera
publicó y que se convirtió en un texto obligado de la publicidad. Jerry Della
Femina, estaba en lo correcto y al poco tiempo abandonó la agencia para fundar
la suya propia.
Jerry Della Femina, nació en Coney Island, Brooklyn el 22 de
julio de 1936 en el seno de una modesta familia trabajadora, su padre trabajaba
las salas de formación del New York Times y desde los once años Jerry comenzó a
trabajar como mensajero en el diario, entre los paquetes y recados que debía
llevar se encontraban los que iban dirigidos de las agencias de publicidad al
diario y viceversa. Jerry entonces veía a los ejecutivos de la agencias con los
pies en la mesa, reclinados en su sillas, los veía tirando dardos en horas de
oficina y como él ha contado en muchas ocasiones decidió que esa debía de ser
una buena vida y abandonó un futuro prometedor en mensajería para tratar de
trabajar en publicidad.
Una de sus primeras apuestas habiendo terminado una mínima
educación formal fue presentarse en J. Walter Thompson que llevaba la cuenta de
Ford y en específico, el área publicitaria dedicada a las camionetas de la
empresa ofrecía un puesto para un Copy Jr., a pesar de que el director de los
creativos le dio el visto bueno al portafolio que Jerry le presentó, sus
palabras finales fueron definitivas. A
Ford no le gusta trabajar con la gente de tu tipo. A mediados de los años
cincuenta la publicidad era un negocio de anglosajones protestantes. La barrera
de la raza impedía a judíos, italianos y otros grupos étnicos trabajar en las
cuentas de los grandes productos de consumo de Norteamérica. Años después
escuchó a David Ogilvy en una conferencia referirse al creciente número de
hombres y mujeres en publicidad que no eran anglosajones, para cerrar su
intervención diciendo: Los locos se han
apoderado del manicomio. Della Femina interrumpió su aplauso al darse
cuenta que uno de esos locos, a los
que Ogilvy se refería era él.
Jerry Della Femina se convirtió con el tiempo en el primer
creativo de origen italiano en la publicidad corporativa de Estados Unidos, en
esos años la agencia Doyle, Dane, Bernbach DDB con un creativo judío creó una
de las campañas más memorables de la historia de la publicidad. La de
Volkswagen en Estados Unidos. Sacudiendo para siempre los estereotipos
anglosajones de la publicidad. Los locos no sólo se habían apoderado del
manicomio, sino que pronto impondrían nuevas y más atractivas reglas, lejos del
puritanismo anglosajón.
Jerry Della Femina hizo de su agencia no sólo un negocio
sino llevo la idea de la diversión creativa a su máxima expresión. Durante 30
años su agencia llevó a cabo de manera secreta una competencia anual para
encontrar a la persona más deseada sexualmente en la agencia. Había diferentes
categorías; la mujer más deseada, el hombre más deseado, el menage a trois, el homosexual y la
lesbiana más deseada y los premios iban desde un fin de semana en el Hotel Plaza
para pareja más deseada, sin importar que uno hubiera votado por el otro, hasta
un tercer lugar que era una noche en el sofá de la oficina de Della Femina. Lo
curioso es que el concurso fue a lo largo de los años un éxito y todos en la
agencia participaban creando sus propias campañas publicitarias.
Jerry cree que el sexo en trabajo es importante y dice que
se siempre lo alentó abiertamente en sus agencias, como una forma de
incrementar la productividad y creatividad. El sexo existía ya en las agencias
de publicidad antes de la revolución sexual de los sesenta, pero nadie hablaba
de ello de manera franca.
Además los excesos de alcohol y drogas eran un denominador
común del negocio como lo retrata la serie de Mad Men. Dice Jerry que muchas veces las oficinas de la agencia se llenaban del dulce aroma de la cannabis y en otras ocasiones el postre del almuerzo
era un whisky doble.
Como todo rockstar que se precie de serlo, Jerry Della
Femina, sus socios, empleados y agencias fueron mucho más que sexo, drogas y
diversión. La publicidad es un negocio y las agencias de Jerry ganaron el
suficiente dinero para permitirle sus excentricidades. Della Femina llevó
cuentas importantes como la de la cerveza Beck, que era la primera cerveza en
ventas en Alemania y llegó a ser la
primera cerveza importada en ventas en Estados Unidos, asimismo Della Femina Travisano & Partners
fue la primera agencia de publicidad en tener como cliente a un equipo de Ligas
Mayores de Beisbol; los Mets de Nueva York. Della Femina creo las frases; Vuelve la magia y atrapa a las nuevas estrellas, para la franqucia. Della Femina es
recordado en Estados Unidos también por la creación del personaje Joe Isuzu, un
vendedor de autos más que mentiroso para la compañía automotriz Isuzu.
De acuerdo con Della Femina el anuncio de la que más
orgulloso está, lo realizó para McGraw Hill y contó con la participación de
Moshe Dayan, el primer ministro Israelí. La frase principal, idea de Jerry iba
acompañado por un texto de Dayan. La frase principal era: Antes de que Hitler asesinara a seis millones de judíos, tuvo que
quemar seis millones de libros.
Della Femina es un hombre una gran inventiva y en una
entrevista recordó que un día llegó a una junta con los ejecutivos de las
cámaras Bolex, quienes le exigieron una idea para su producto, entonces Jerry
tomó una hoja en blanco y leyó para los ejecutivos un brief maravilloso acerca
de los recuerdos y el paso del tiempo, cuando terminó, levantó la mirada del
papel en blanco solo para descubrir a uno de los ejecutivos a punto de llorar.
La idea fue aceptada y el negocio se cerró en ese momento. Al salir de la junta
el socio de Jerry se acercó a él y le dijo: Espero
que te acuerdes de lo que dijiste palabra por palabra porque eso es lo que
vamos a hacer. Jerry confesó que no recordaba mucho de lo que había
sucedido en la junta.
Lo primero que conocí de este extraordinario y creativo
personaje fue otra de sus frases. La publicidad
es lo más divertido que puedes hacer con la ropa puesta. Y desde que la leí
la frase, hace ya muchos años creo que esa es la forma como debe uno ver y
abrazar la profesión a la que se dedica. Jerry Della Femina cumplió 79 años,
hoy edita un pequeño diario en East Hampton, Nueva York, llamado The Independent que tiene su versión en
Internet y Jerry tiene una columna titulada La
tinta de Jerry.
publicado en thepoint.com.mx el 31 de agosrto de 2015
imagenes: theguardian.com
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