Por surrealista que parezca la Ciudad de México en ocasiones, no es un ser mítico, como tampoco los somos sus habitantes y mucho menos estamos en una ciudad fugaz. ¿Qué les pasa a los publicistas del gobierno?
Armando Enríquez Vázquez
A veces los encargados de crear una imagen para
organizaciones, partidos políticos, institutos oficiales y de gobierno no
parecen tener mucha idea de lo que hacen y confían más en su inventiva y en la
ignorancia de la ciudadanía para crear esas en razones lógicas o conceptos
estructurados. Eso parece ser lo que sucedió con la persona encargada de crear
la campaña firmada por el INE y el IEDF entre otros, para la elección de
constituyentes de la CDMX (Marca Registrada) que en sus impresos y propaganda
en video decidieron incluir una serpiente de rasgos mexicas.
El elemento no está mal y en principio hablaría del origen
de la capital del país que se remonta a la llegada de los mexicas al lago, hace
casi setecientos años, y su legendaria decisión por fundar la capital de su
imperio al descubrir un águila devorando una serpiente que hoy son el escudo de
nuestra nación. En cierta forma, la serpiente, hace atractiva la campaña del
INE y del IEDF, organismos encargados de organizar las elecciones en la capital
del país, lo malo es que el diseñador o el publicista, quién tal vez intentando
presumir que ha leído algo sobre mitología náhuatl, creyó necesario aclarar que
la serpiente que envuelve la Columna de la Independencia o el Castillo de
Chapultepec, se llama Xiuhcóatl, y es ahí donde se me ocurren una serie de
preguntas.
Xiuhcóatl es la serpiente de fuego, su cuerpo está hecho de
teas de fuego y bien a bien no se sabe que tipo de animal es al que representan
las diferentes imágenes que existen en códice mexicas y mixtecos, pues
independientemente de que su nombre se refiere a una serpiente, Xiuhcóatl es
representado con patas de cocodrilo o garras de águila, lo que ha hecho que
ciertos investigadores identifiquen a la serpiente de fuego mesoamericana con
un dragón. Por lo que entonces la serpiente que aparece en la propaganda del
INE y el IEF no coincide del todo con las representaciones originales del
animal fantástico de la mitología náhuatl.
Pero eso es parte de la publicidad y de los tiempos;
modificar y adecuar la imagen de las cosas para volverlas más atractivas o
amigables con la sociedad light en la
que vivimos. Pero ahora viene una cuestión mucho más importante; Xiuhcóatl era
una serpiente de fuego que está representada también como un arma. El arma que
utilizaba Huitzilopochtli, el dios de la guerra. De hecho, fue lanzando a
Xiuhcóatl cómo Huitzilopochtli decapitó a Coyolxauhqui. Aunque también existían
las xiuhcóatl, con minúscula, que representaban a estrellas fugaces y cometas.
Cualquiera de estas dos visiones, desde mi punto de vista, nada tienen que ver
con el objetivo de las elecciones a las que hemos sido convocados los
capitalinos para elegir un congreso constituyente cuya responsabilidad será
crear las leyes que regirán a la capital del país. No mutilar la constitución
federal o la ciudad, como tampoco es una constitución que pretenda pasar
fugazmente, por todas las modificaciones que los políticos le hagan a lo largo
de los próximos años. Como tampoco creó
que represente el espíritu de la Ciudad y mucho menos a la ciudadanía.
Por surrealista que parezca la Ciudad en ocasiones, no es un
ser mítico, como tampoco los somos sus habitantes y mucho menos estamos hablando
de una ciudad fugaz. Pues como dice los Memoriales de Culhuacán: En tanto que permanezca el mundo, no acabará
la fama y la gloria de México-Tenochtitlán.
Lo que es peor, a principios del siglo el ejército mexicano,
a través de la Dirección General de Industria Militar, diseñó y comenzó a
producir un fusil de asalto. El primero de origen totalmente nacional y por
ende un orgullo de nuestros diseñadores militares. El FX-05 Xiuhcóatl, fue
diseñado tomando en cuenta las características físicas de estatura y longitud
de brazo del soldado mexicano. Este fusil que cuenta con dos miras telescópicas
una mecánica y otra de rayo láser, capaz de disparar entre 700 y 750 balas por
minuto lleva de manera más que lógica y congruente el nombre de Xiuhcóatl;
serpiente de fuego.
A pesar de que la violencia y la inseguridad pululen por
calles y avenidas de la Ciudad, la CDMX (Marca Registrada) no es tan violenta
como Reynosa o Acapulco que sí se podrían identificar con este sinónimo de
Xiuhcóatl.
El trabajo del publicista no es un trabajo de ocurrencias,
es un trabajo de creatividad, de congruencia, de lógica. Identificar las
próximas elecciones, a la Ciudad o a la ciudadanía con Xiuhcóatl carece de
lógica y de congruencia. Era mucho más sencillo dejar a la serpiente como un
elemento sin nombre que hiciera referencia al origen prehispánico de la Ciudad
de México, a tratar de hacer la referencia directa a un ser de la mitología mexica,
que en el fondo sólo resulta desafortunada, absurda y pretenciosa.
Lo peor es que clientes como el INE y el IEDF permitan este
tipo tonterías que al ojo del que si sabe o los que somos curiosos, los deja
como verdaderos pedantes.
publicado en roastbrief.com.mx el 9 de mayo de 2016
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