Muchas veces olvidada
y hecha a un lado por los supuestos promotores de las pintoras mexicanas, María
Izquierdo es sin duda uno de los pinceles más importante de nuestra nación.
Armando Enríquez
Vázquez
Hablar de mujeres pintoras mexicanas del siglo XX, se reduce
en algunos círculos, a esa visión de turistas de Frida Kahlo, a las
surrealistas nacionalizadas Remedios Varo o Leonora Carrington, pero por lo
general olvidamos a María Izquierdo.
En 1936 apareció en la Revista
de Revistas, suplemento cultural de Excélsior, en el número del 23 de
agosto Antonin Artaud escribió un texto sobre la pintora al que tituló; La pintura de María Izquierdo. Artaud
escribió en ese artículo: Incuestionablemente
María Izquierdo está en comunicación con las verdaderas fuerzas del alma india.
Pero Izquierdo ya había llamado la atención internacional
del mundo cuando seis años antes se convirtió en la primera artista plástica
mexicana en exponer el extranjero de manera individual. Esta extraordinaria
artista actualmente pasa desapercibida frente a todas esas miradas que hoy se
fijan en una de las parejas de Diego Rivera.
María Izquierdo nació en San Juan de los Lagos, Jalisco, el
30 de octubre de 1902. Su infancia transcurrió en Aguascalientes y Coahuila,
estado en el que vivió en las ciudades de Saltillo y Torreón. María Izquierdo
fue educada básicamente por su abuelo materno y en 1917 a los quince años de
edad en medio del huracán de la Revolución, se casó con un general llamado
Cándido Posadas Sánchez. En 1923, se mudó con su marido y sus hijos a la Ciudad
de México y al poco tiempo se divorció, iniciando su instrucción artística en
la Escuela Nacional de Bellas Artes en 1928. Pero Izquierdo no estaba hecha para
los métodos ortodoxos de la academia y la abandonó para intentar aprender en
heterodoxia de las diferentes escuelas al aire libre de la ciudad: En la
Escuela Nacional de Bellas Artes conoció a Diego Rivera que dirigía la escuela
en esos tiempos y a Rufino Tamayo con quien mantuvo una amistad y relación
amorosa, y continuó pintando por su cuenta influenciada e influenciando a su
vez al oaxaqueño. Rivera en el prólogo del catálogo de la exposición de la
escuela describió a María Izquierdo cómo una de las grandes prospectos de la
pintura en México.
En 1929, realizó su primera exposición individual en la
Ciudad de México y al año siguiente fue invitada a exponer en el Art Center de
Nueva York por Frances Flynn Payne, quién era hija de un hombre que en ocasiones
actuó como cónsul de Estados Unidos en remotas regiones del país y había pasado
gran parte de su juventud en México acompañándolo, fue una mujer que desarrollo
un gusto y conocimiento no sólo del arte de la época en nuestro país, sino que
conoció a muchos de sus representantes, a ella se le atribuye también el haber
presentado a Diego Rivera con la familia Rockefeller. La exposición de la obra de María Izquierdo
constaba de 14 pinturas al óleo.
De esta manera María Izquierdo se convirtió en la primera pintora
mexicana en presentar una exposición individual en el extranjero, el curador René
d’ Harnoncourt, conoció la obra de Izquierdo en esta exposición y decidió
incluir la pintura de María Izquierdo en una gran exposición de arte mexicano,
que el francés organizó para el Museo Metropolitano de Arte de Nueva York, ese
mismo año, en la que se presentaron obras de Rivera, Tamayo, Orozco. Además de
Izquierdo sólo otra artista mexicana fue incluida en la exposición; Isabel
Villaseñor.
Comprometida con la causa de la izquierda, María Izquierdo
fue una de las fundadoras de la Liga de Escritores y Artistas Revolucionarios
en 1933. Entre los artistas que fundaron la liga pro soviética se encontraban
Juan de la Cabada, Efrain Huerta, José Revueltas, Pablo O’Higgins, Leopoldo Méndez,
entre muchos otros.
En 1937 María Izquierdo llevó su obra a Paris y la exhibió.
En 1938 conoció al pintor chileno Raúl Uribe quien se convierte en su promotor
y del cual se divorció por el alcoholismo del chileno.
Una de las grandes decepciones de la pintora fue cuando en
1945, un consejo de artistas en el que se encontraba su antiguo maestro y amigo
Diego Rivera, le canceló un proyecto para un mural para el Departamento del
Distrito Federal, junto con el contrato que ella ya había firmado.
En 1948, María Izquierdo sufrió una embolia que le dejó como
secuela una hemiplejía, la pintora tomó fuerza y pintaba con su mano sana. La
pintora murió el 3 de diciembre de 1955 en la Ciudad de México a los 53 años de
edad.
María Izquierdo alguna vez definió lo era ser mujer en el
México de mediados del siglo XX: Es
delito ser mujer y tener talento.
La mayor parte de su obra conocida se encuentra en
colecciones particulares fuera de México y se sabe que otra parte está perdida.
Para @CUCOSOTO que me recordó
a esta gran pintora olvidada.
Publicado en mamaejecutiva.net el 19 de diciembre de 2016
imagen: laberintos.com.mx
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