En la historia de la
independencia de Argentina destacan las acciones de esta mujer descendiente de
esclavos africanos.
Armando Enríquez
Vázquez.
Nombrada por el creador de la bandera argentina y uno de los
fundadores de la actual República de Argentina, el General Manuel Belgrano como
Madre de la Patria, María Remedios del Valle, fue encontrada muchos años
después del triunfo de la guerra de independencia pidiendo limosna a las puertas
del atrio de una de las iglesias más importantes de Buenos Aires, por otro
general participante en la guerra de la independencia de la nación del sur; el
General Juan José Viamonte, quien al reconocerla y verla tan olvidada, no sólo
por sus compañeros de batallas, si no por el pueblo argentino llevó su caso
ante la llamada Junta de Representantes de Buenos Aires para finalmente solo
obtener tres cosas que jamás de se llevaron a cabo por ese grupo de
legisladores: El grado de Capitana del ejército argentino con su correspondiente
salario, La escritura de una biografía
con sus hazañas y finalmente erigirle una estatua.
La heroína y madre de la patria argentina quedó en el olvido
por casi dos siglos. Tal vez por ser mujer, como muchas otras mujeres de Latinoamérica
que los historiadores hombres han despreciado, y otro poco por ser negra en un
país que se jacta siempre de su origen europeo.
De María Remedios se desconoce la fecha de su nacimiento,
pero se sabe que fue en la ciudad de Buenos Aires en la segunda mitad de la
década de 1760, muchos ponen la fecha en 1766. Se calcula que a principios del
siglo XIX en Argentina al menos el 30% de la población tenía orígenes en los
esclavos negros que llegaban de África. A María Remedios del Valle en el
racista, clasista y complicado sistema de castas que los españoles impusieron
en todos sus dominios en América, le correspondía el termino de parda, esto es que por sus venas corría
tanto sangre peninsular, como indígena, como negra.
Anteriores a la guerra independentista en Argentina, el
Virreinato de Río de la Plata sufrió dos fracasadas invasiones por parte de
tropas inglesas. Tras estas fallidas invasiones los argentinos buscaron su
independencia. Fue en la segunda de estas invasiones donde se destaca María
Remedios por primera vez. En 1810, en la defensa de Buenos Aires María Remedios
sirvió como auxiliar a un cuerpo de voluntarios conocido como el Tercio de
Andaluces, su actividad en esas acciones bélicas quedó registrada. Más tarde
junto con su esposo y dos hijos se unió a la Revolución de Mayo, con la que
inició la guerra de independencia de Argentina. María Remedios tenía entonces
más de 40 años de edad.
Tanto el marido, como los hijos murieron, en la lucha
armada. María Remedios continuó en el ejército y marchó rumbo al Alto Perú.
Antes de la batalla de Tucumán, la mujer se presentó frente a Belgrano y se
ofreció a cuidar de los heridos de la primera línea, ofrecimiento al que
Belgrano se negó, pero María Remedios desoyendo las órdenes del general, la
mujer se dedicó a combatir y cuidar de los heridos a arengar a las tropas de
Belgrano. Los soldados, tal vez, por la edad de la mujer y reconociendo su
valor y valía, comienzan a llamarla Madre de la Patria. Título que junto con el
de Capitana del ejército. En la batalla de Vicalpugio, en 1813, María Remedios
fue herida por una bala y hecha prisionera. Desde su cautiverio María Remedios
ayudó al escape de algunos jefes de la insurgencia, por lo cual fue castigada
con azotes. Como en el caso de la independencia de México las fuerzas realistas
fueron crueles y viles con las mujeres aliadas a las tropas de liberación, pero
pocas veces mostraron la misma dureza que con los hombres, lo que se tradujo en
un menor número de ejecutadas, que de ejecutados. Azotada y vejada María
Remedios del Valle logra escapar y se une a las tropas del General Martín
Miguel de Güemes, donde se pierde en el anonimato. Sus acciones en el campo de
batalla hacen que organismos como la Cruz Roja Argentina hable de ella como la
primera enfermera en la historia de aquel país.
De ahí no se vuelve a saber de ella hasta que el General
Viamonte la encuentra pidiendo limosna y la reconoce por las innumerables
cicatrices que marcan la piel de la negra indigente.
Poco a poco y luchando contra la burocracia María fue
haciéndose de una pensión que fue creciendo hasta que en 1835 el General Juan
Manuel Rosas le otorgó una gran mejora en su pensión, junto con un mejor grado
militar.
La fecha de su muerte como la de su nacimiento es incierta y
sólo se sabe que ocurrió entre el 28 de octubre y el 8 de noviembre de 1847.
Fechas que marcan el día que María Remedios cobraba la pensión que el General
Juan Manuel Rosas, presidente argentino, le había asignado en 1835. Incluso al
recibir este aumento de pensión y el grado de Sargento Mayor, lo que aumentó su
pensión en un 600%, María Remedios del Valle, al parecer en agradecimiento
cambió su nombre a María Rosas.
La figura y acciones de esta valiente mujer se perdieron en
la noche de los tiempos de la historia argentina por casi doscientos años,
hasta que en 2010 dos legisladoras argentinas; Cecilia Merchán y Victoria Donda
presentaron una iniciativa para finalmente crear el monumento para honrar la
memoria y la vida de la afroargentina que es madre de la patria albiceleste.
A partir de 2013, Argentina celebra el 8 de noviembre como
el día de las y los afroargentinos y la cultura Afro, la fecha fue designada en
honor a María Remedios del Valle.
publicado en mamaejecutiva..net el 6 de febrero de 2017
imagen: inadi.gob.ar
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