En seis semanas ha quedado manifiesta la fallida democracia nacional, que puede aceptar que un presidente haya sido elegido por la primera minoría electoral.
Armando Enríquez Vázquez
Llegamos a la segunda semana de febrero. Seis semanas del
año y algunas ciudades del país las protestas en contra de las acciones del
gobierno de Peña Nieto continúan a pesar de que muchos medios de comunicación
por instrucciones del gobierno han minimizado o de plano nulificado estas
acciones ciudadanas de sus mal llamados espacios informativos.
En Tijuana, la importancia de estas manifestaciones no ha
disminuido, y al contrario la ciudadanía tijuanense ha logrado más cosas que
nadie a lo ancho y largo del país. En la calle muchas personas dicen que solo
sabemos quejarnos, pero no hacemos nada. Esa ecuación mediocre y medioclasera
no entra en la ecuación de la gente del noroeste del país. He visto videos de
ciudadanos en zonas de Chihuahua poniendo en contra de la pared a sus diputados
que no se atreven a comprometerse con las causas ciudadanas. En menor o mayor
grado personajes como Arne aus den Rutten y sus seguidores y su campaña de scracheo han puesto en evidencia la
cobardía de personajes como el diputado César Camacho Quiroz, cabeza de la
bancada priísta en la cámara baja que tras ser objetivo de los jitomates de aus
den Rutten, se limitó como patético ser humano que es a decir que iba a
denunciar al ex jefe delegacional de Miguel Hidalgo.
En seis semanas hemos visto, por momentos, a miles de
ciudadanos protestar en la capital, y a muchos más en los estados, en contra
del Presidente, contra sus reformas de sus decisiones y también hemos visto
como indiferente a sus gobernados Enrique Peña Nieto permanece en s oficina, los
mensajes que ha dado a los mexicanos, no solo han sido fallidos, sino que han
demostrado su incompetencia y su desconocimiento de la realidad nacional y
mundial, como sus foros con de apoyo con personajes que no importan dentro de
la política nacional y es que la mayoría pasiva o activa está dispuesta a
creerle a Peña Nieto acerca de sus triunfos en materia de reformas
estructurales o de política internacional.
Cuando un gobierno que se entera de los crímenes de lesa
humanidad de los que se acusa a Fidel Herrera, Javier y César Duarte con el uso
de medicamentos falsos, el gobierno federal no cree que esto se deba investigar
y solo sale un órgano muy menor como es la COFEPRIS a anunciar que esto no es
cierto.
En seis semanas la ingobernabilidad de México, se ha puesto
una vez más de manifiesto, cuando los índices mundiales de corrupción nos
señalan en los peores niveles, cuando se nos puede comparar con naciones tan
corruptas como las peores naciones africanas.
Entonces en seis semanas también ha quedado manifiesta la
fallida democracia nacional, que puede aceptar que un presidente haya sido
elegido por la primera minoría electoral. Sin embargo, como hemos visto en los
primeros días de labores del congreso, los partidos políticos no están
dispuestos a trabajar en un nueva reforma electoral y política que tanto hacen
falta en nuestro país.
Para diputados y senadores en seis semanas no ha pasado nada
en México y a pesar de que existen propuestas para eliminar a los
plurinominales y una mejor de los diputados independientes Pedro Kumamoto
diputado local de Jalisco y Manuel Clouthier diputado independiente federal que
pretende que el financiamiento de los partidos políticos este basado en los
votos reales que reciben y no en las cuentas chinas que hacen para quedarse con
miles de millones pesos, ya ha sido rechazada por los demás ladrones que desde
curules y escaños representan los intereses de sus partidos y no de los
mexicanos.
Hoy debemos aprovechar la inercia de estas seis semanas y
exigir que antes de que termine el periodo de sesiones del legislativo
iniciativas como estás últimas, más la de una segunda vuelta se han no solo
consideradas, si no aprobadas. México no necesita y no puede mantener ya a 500
diputados y 64 senadores. No podemos mantener a partidos políticos que no
tienen una propuesta propia y son solo satélites del PRI, por las prebendas que
reciben de este, partidos como el Partido Verde, Nueva Alianza o Encuentro
Social.
Hoy somos los ciudadanos saliendo a las calles, actuando
desde redes sociales, escribiendo, scracheando, desde pódiums como lo están
haciendo personas como Gael García o Cuauhtémoc Cárdenas, quien a los 86 años
suena más coherente y centrado que Andrés Manuel o cualquiera de los
cuarentones y cincuentones para quien es su mesías tropical, o como se nos
ocurra, quienes debemos regresar a esta casta maldita de políticos a la
realidad y expulsarlos de nuestras vidas y de nuestro país.
El poder ciudadano quedó manifiesto cuando la semana pasada
Enrique Peña Nieto, en voz del Secretario de Hacienda, reculó en la decisión de
aumentar la gasolina de nuevo el 4 de febrero, frente a las presiones de
mexicanos bloqueando carreteras y manifestándose a diario. En pequeños, pero
bien organizados e insistentes grupos. Demostrando que los llamados gasolinazos
tienen un fondo ficticio y corrupto que alimenta las fortunas de políticos y
partidos en contra del interés nacional.
Debería ser un escándalo a nivel nacional y algo que los que
se llaman periodistas deberían señalar a diario la forma en que los ex
gobernadores han escapado con los botines que hicieron en los estados que
debieron gobernar. Un escándalo como otros gobernadores, como Silvano Aureoles
prefiere permanecer callado frente a la corrupción que se va descubriendo en
Michoacán en aras de no caer de la gracia del gobierno federal. Un escándalo la
manera en que la Secretaria de Desarrollo Urbano y Vivienda de la CDMX (Marca
Registrada) abre la mano al dinero de constructores sin importarle el daño que
hace a la capital del país con vivienda miserable e infrahumana pero carísima.
Seis semanas de un año que puede ser un año de la
ciudadanía. Seis semanas que demuestran una vez más que los partidos y los
políticos son acomodaticios y miedosos y que sí los ciudadanos sabemos exigir y
presionar, sobre todo en este año electoral, habrán de recular una y mil veces
porque no son políticos, ni gobernantes, sino simplemente unos cínicos que
prefieren negarse a si mismo tres veces o de vender a su madre por dos monedas
con tal lograr el voto que les permitirá seguir robando a México y a los
mexicanos.
publicado en blureport.com.mx el 7 de febrero de 2017
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