Peña Nieto quiere la unidad para hacer frente a Donald Trump. Para lograrla debe explicar muchas cosas que molestan e irritan a los mexicanos.
Armando Enríquez Vázquez
En el último mes y ante las manifestaciones en contra de sus
fracasadas reformas políticas, en contra de su persona y del entreguismo que
muchos presumen es la política de Enrique Peña Nieto y de su aprendiz de
canciller, el inquilino de Los Pinos ha llamado en varias ocasiones a la unidad
de los mexicanos a lo largo de estas semanas. De hecho, no ha llamado, ha
querido en su fracasado estilo imperial decretar La Unidad, así con mayúsculas,
entre los mexicanos. Lo que Peña Nieto se obstina en negar es que México no es
lo que él y sus asesores quieren creer.
Sus más recientes actos, son muestra de una mente que cree
que el país y el PRI son los mismos que hace treinta años, Enrique Peña Nieto
olvida que México fue gobernado por otro partido en los dos periodos
presidenciales anteriores, que hoy la mayoría de los mexicanos están gobernados
por otros partidos diferentes al partido de Peña Nieto. Partidos de oposición
que no han sido convocados y a los que no se le han explicado que pretende Peña
Nieto con su visita a Estados Unidos y sobre todo porque quiere crear en unidad
en un país en el que menos del 20% de los habitantes aprueba la gestión de un
presidente que ha resultado el peor en muchas décadas.
¿Para qué quiere lograr unidad Peña Nieto? De cualquier
manera, lo que Peña Nieto y el Aprendiz de Canciller hayan ya planeado en su
propio beneficio, es lo que harán en Washington, porque no han escuchado otras
voces. ¿Acaso piensa argumentar en contra de la crítica a su gobierno, a sus
acciones y sus fallidas reformas, mostrándola como un acto antipatriótico y
traidor? Baste recordar, que nadie ha estado más interesado en censurar a los
periodistas mexicanos, de invalidar la opinión de los mexicanos que este
presidente que sólo espera aplausos y elogios. Las recientes regulaciones del
IFT son sólo una rayita más a los intentos de defender la censura y la
demagogia que siempre son importantes para todos los priístas.
La unidad significa que todo mundo apoye una postura frente
a los retos que se presentan en México. La unidad esta hoy cuando a los
mexicanos se nos pregunta que opinamos acerca de la impunidad, la corrupción y
la opacidad que se da al interior de todos los niveles de gobierno, de los tres
poderes de la nación y de todos los partidos políticos incluyendo a los morenos
que se dan golpes de pecho, pero de acuerdo con su líder están dispuestos a
correr en busca de apoyar a Peña Nieto, después de todo lo que el mesías
tropical ha dicho en contra de la mafia del PRIAN y manifestamos nuestro
repudio a la partidocracia y todo lo que representa.
La unidad queda clara cuando los habitantes de Baja
California se manifiestan en contra de un gobernador bandido, Francisco Vega de
Lamadrid, que pretende privatizar la distribución del agua, uno de los deberes
del estado, porque seguramente hay un negocio personal detrás de esa ley, que
gracias a la presión de los bajacalifornianos ya fue abrogada. Pero para
Enrique Peña Nieto, la unidad es un acto coorporativo aprobado por los
autodenominados sectores de la población y tan falazmente representados por
personajes esperpénticos como Juan Pablo Castañón del Consejo Coordinador
Empresarial o Carlos Aceves del Olmo del Olmo líder de la CTM, fieles al
sistema pero que jamás han luchado, ni representado a los mexicanos.
Peña Nieto quiere la unidad para hacer frente a Donald
Trump. Para lograrla debe explicar muchas cosas, pero ante todo debe, por
primera vez en su sexenio, dejar de ser el servil representante de los
intereses de empresarios extranjeros y nacionales, mostrar el plan de trabajo
para activar la economía nacional de una manera realista. Peña Nieto debe
comenzar a escuchar opiniones fuera de su círculo de lambiscones, debe hablar
de un sacrificio real del gobierno anulando empleos de burócratas que
únicamente duplican funciones, eufemismo para decir que no hacen nada. La
propuesta de eliminar y fusionar Secretarias de Estado, como SEDATU, no debe
dejarse a un lado. El apoyo al campo, a los emprendedores mexicanos, a los
empresarios exportadores, a los investigadores, la promoción de patentes, esa
parte que tanto le duele a un Presidente que representa a un partido que a lo
largo de su existencia le ha negado al país y a los mexicanos la oportunidad de
crecer. Si no lo hace así, ¿cómo pretende Peña Nieto que alguien se una a su
opaco plan de negociar con Trump?
¿Cómo pretende Peña Nieto unidad, si es incapaz de reconocer
a la sociedad civil y sus demandas? ¿Con que cara se atreve a pedir unidad, si
no se dedicado a cumplir las demandas ciudadanas en contra de la corrupción?
Los Duarte, Borge, OHL y Grupo Higa entre otros muchos siguen impunes después
de que se han demostrado todas sus transas. Le inseguridad, los crímenes, la
violación de derechos humanos son cosas que han crecido a lo largo de este
sexenio, El poder adquisitivo de los mexicanos disminuye y las reservas
económicas del país han bajado desde la llegada de Peña Nieto.
Así, con los pésimos resultados económicos y sociales de su
gobierno. Con un rezago educativo y con la opacidad como la principal arma.
Después de ignorar a intelectuales, politólogos, ciudadanos y organizaciones
civiles, así Peña Nieto pide unidad.
No entiendo.
publicado en blureport.com.mx el 31 de enero de 2017
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