La lista de jugadores de la NFL que han sido acusados de diferentes cargos penales es larga incluyendo aquellos que se han visto involucrados en asesinatos.
Armando Enríquez Vázquez
La muerte de Aaron Hernández es el punto final a una vida
que muestra como muchas veces los atajos del sueño americano no son siempre los
mejores. 27 años de edad, con un Superbowl jugado y un contrato por 40 millones
de dólares, Aaron Hernández decidió suicidarse, eso parece, en la celda en la
que estaba condenado a pasar el resto de su vida por haber cometido un
asesinato.
Aaron Hernández, compañero de equipo de Tom Brady y Ron Gronkowski.
Discípulo de Blellichick y de algunos matones de Massachussets, en específico
de uno llamado Alexander Bradley, quién después de ser supuestamente baleado y
abandonado, por Hernández, creyéndolo muerto, eliminando así al supuesto
testigo del doble asesinato del que fue exonerado. Hernández nació en Bristol
Connecticut, el 6 de noviembre de 1989, de origen puertorriqueño e italiano, el
joven creció en este suburbio de la ciudad de Hartford y jugó para la
Universidad de Florida. En 2010, fue la cuarta selección de los Patriotas
durante el draft.
Esa, su primera temporada, Hernández jugó en 14 encuentros,
atrapó 45 pases, anotó en 6 ocasiones y obtuvo 563 yardas por aire, mientras
que, por tierra, únicamente acarreó el ovoide en 3 ocasiones, pero obtuvo 47
yardas.
Aaron Hernández a la vista de analistas y de sus
entrenadores estaba destinado a convertirse en un ala cerrada excepcional
dentro de la liga. La gente lo adoraba. Al año siguiente llegó al Superbowl
XLVI, en el que los Patriotas perdieron frente a los Gigantes de Nueva York por
marcador de 21 a 17. Ese día Hernández anotó un touchdown en el tercer cuarto
al completar y correr 12 yardas un pase de Brady. Hernández completó 8 pases
para 67 yardas.
En la temporada de 2012, jugó 10 encuentros y dos de
postemporada, siendo su última aparición en el emparrillado y con el jersey de
los Patriotas el 20 de enero de 2013 en el juego de campeonato en contra de los
Cuervos de Baltimore y que ganaron los Cuervos por marcador de 28-13.
En junio de ese año comenzó la caída de la aun prometedora
estrella del futbol americano profesional. La policía cateó la residencia del
jugador de los Patriotas buscando evidencia que lo implicara en el asesinato de
Odín Lloyd, novio de la hermana de la pareja sentimental de Hernández, cuyo
cuerpo había aparecido en un parque industrial abandonado a menos de 2 kilómetros
de distancia de la casa de Hernández. La respuesta de la directiva de los
Patriotas fue contundente y dos días después del cateo se prohibió la entrada
del jugador al estadio Gillete. Antes de terminar el mes Aarón Hernández fue
arrestado y acusado del homicidio. A partir de entonces pasó de la celebridad
de la NFL, a la celebridad en los tribunales.
Aarón Hernández fue acusado de otros dos homicidios, de los
que fue exonerado, pero en el caso de Odín Lloyd fue encontrado culpable y
sentenciado a cadena perpetua sin derecho a libertad provisional.
La vida de una estrella que antes de los 25 años gozaba de
millones de dólares, millones de fanáticos en todo el mundo, se apagó porque el
mismo no supo manejar la gloria, un hombre de carácter violento que ya se había
visto envuelto en incidentes que lo llevaron frente a la justicia. Hernández
solamente conocía escalar, ya fuera en el deporte o en la violencia gratuita de
la que era parte. Uno de los argumentos para matar a Odín fue que no estaba de
acuerdo con el tipo de personas con las que se relacionaba el occiso. Los otros
dos hombres abrían sido asesinados por accidentalmente tirar un poco de su
trago en un bar y no pedirle una disculpa.
Aarón Hernández se ha convertido en nota una vez más, esta
vez en nota roja y obituario, pero nada más. Los Patriotas de Nueva Inglaterra,
no dijeron nada al respecto, como si Hernández jamás hubiera existido, como
tampoco hablaron de la ausencia de Tom Brady en su visita al presidente Donald
Trump.
La lista de jugadores de la NFL que han sido acusados de
diferentes cargos penales es larga pero en el caso de cargos relacionados con
asesinatos los más relevantes son el de O J Simpson, quien fue acusado de
asesinar a su esposa y al novio de esta en 1992, el gran corredor de los Bills
de Buffalo fue absuelto del crimen y declarado inocente a diferencia de
Hernández, pero al igual que él, la vida de Simpson se fue en picada y hoy está
en la cárcel cumpliendo una condena por robo a mano armada y secuestro.
Rae Carruth, que jugó con las Panteras de Carolina del Norte
entre 1997 y 1999 como ala abierta, está en prisión tras haber planeado y
pagado por el asesinato de su novia embrazada de 7 meses. El bebé sobrevivió
gracias a una cesárea, pero tuvo daño cerebral. La mamá no.
Anthony Smith que jugó con los Raiders de 1991 a 1997 cumple
actualmente tres cadenas perpetuas sin derecho a libertad provisional tras
haber sido encontrado culpable de cuatro asesinatos que cometió entre 1999 y
2011.
El más extraño pero que merece un texto aparte fue Robert
Rozier un ala defensiva que solo jugó 6 juegos en 1979 con los Cardenales de
San Luis y terminó uniéndose a una secta y convirtiéndose en un asesino serial.
publicado en DeLaPizarraALaCancha.com.mx en abril de 2017
imagen: nydailynews.com
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