A principios del siglo XX en un mundo de ideologías nacientes y de la búsqueda de la libertad, la equidad y las ideas, Xiao Hong abrazó estas causas y permanece desconocida a Occidente.
Armando Enríquez
Vázquez
China es aun después de la apertura de las últimas décadas
un misterio para los occidentales y en especial para los mexicanos, quienes
sólo hacemos referencia al gigante asiático en tanto a su piratería y cómo esta
nos afecta o beneficia de manera económica.
Desconocemos casi cualquier aspecto cultural de China, a no
ser por los guerreros de terracota. De la literatura china siempre nos
referimos a los viejos filósofos o a ciertas fábulas viejas. De hecho, durante
gran parte del siglo pasado mi conocimiento de los escritores chinos se limitó
a un libro de Lin Yutang que una tía me obsequió en alguna navidad. Dos
escritores chinos han sido merecedores del Premio Nobel de Literatura; Gao
Xingjian en el año 2000 y Mo Yan en 2012. Si poco o nada sabemos de escritores
chinos mucho menos hemos oído hablar de las mujeres que fueron pilares de la
literatura china del siglo XX.
Xiao Hong es el caso más extremo de las escritoras chinas y
permanece virtualmente desconocida. Su verdadero nombre era Zhang Naiying y
nació el primero de junio de 1911 en Hulan en la provincia de Helongjiang en el
noreste de China. Su padre era un rico terrateniente de la región. Xiao Hong
quedó huérfana de madre en la infancia y sufrió de un padre severo y exigente.
En 1926 ingresó a una escuela para señoritas que tenía fama en la ciudad de
Harbin, capital de la provincia de Helongjiang, fue entonces cuando comenzó a
familiarizarse con los escritores chinos, pero antetodo con las ideas liberales
y de izquierda.
En 1930 con diecinueve años toma la decisión de escapar para
evitar un matrimonio que su padre ya le tenía arreglado. Xiao Hong fue
encontrada en Pekín por el novio, quien le propuso vivir como amantes y
regresar a Harbin. Dos años después y viviendo en un hotel, el hombre abandonó
de buenas a primeras a Xiao Hong que estaba embarazada.
Sin dinero Xiao Hong y en busca de trabajo, la escritora
conoció al periodista y escritor Xiao Jun, juntos comienzan a publicar cuentas
y novelas bajo los seudónimos Xiao Hong ella y Xiao jun él. La idea era que
ambos sinónimos se complementaran formando la palabra Xiao Xiao Hongjun que
significa el pequeño ejército rojo.
La ideología política de ambos era más que clara, así como
su oposición a la burguesía china. Xiao Hong publicó su primera recopilación de
cuentos en 1933, a la que tituló Bashe. En 1935 se publicó su
primera novela Campo de vida y muerte, acerca de la dura vida
de los campesinos y en especial de las mujeres en la provincia de Helongjiang.
El reconocido escritor chino Lu Xun calificó la novela como un trabajo femenino
de observación detallada y de una pluma extraordinaria.
En 1934 la pareja publicó a la limón una serie de cuentos
llamados La Calle del Mercado, que hace referencia a la vida
de la pareja en la calle de ese nombre en Harbin donde vivieron. Eran los
tiempos de la guerra con Japón y la invasión de las tropas japonesas a
territorio chino obligó a la pareja a establecerse primero en Shanghái y
después en Chonqing al centro del país. Ahí Xiao Hong colaboró con el escritor
Hu Feng en la elaboración de un panfleto de izquierda, en 1938 se separó de
Xiao jun y se casó con Duanmu Hongliang con quien se mudó a Hong Kong.
Publicó un libro acerca de la vida de Lu Xun y otra novela
acerca de la ocupación japonesa titulada en chino Ma Bole en
el año de 1940.
Al año siguiente publicó una novela autobiográfica
titulada Cuentos del Río Hulan, donde narra su desaventurada
infancia.
Durante las primeras semanas de diciembre de ese año las
tropas japonesas se apoderan de Hong Kong tras una serie de batallas contra las
tropas inglesas, canadienses que defendían la Isla en el caos de los días Xiao
Hong enfermó al parecer de algún tipo de infección en las vías respiratorias y
murió el 22 de enero de 1942.
Xiao Hong tenía tan sólo 31 años y ya era considerada por
muchos como una de las escritoras importantes de la literatura china, sin
embargo, gracias al aislamiento de la República Popular China por tantos años y
a la falta de interés por hablar acerca de la literatura china del siglo XX,
Xiao Hong se volvió una total desconocida para el público en general.
En uno de sus cuentos Xiao Hong escribió:
“A eso se reduce la vida, a estar ocupado, yo estoy
ocupada y al final sólo queda la muerte. Tarde o temprano, a eso se reduce
todo” (fragmento de La muerte de Wang Asao).
Xiao Hong llamó la atención del publicó occidental durante los últimos años gracias a un par de películas chinas acerca de la escritora, que sus críticos descalifican por pintarla más desde una perspectiva sexual, que desde la historia de la escritora y sus ideales.
Xiao Hong llamó la atención del publicó occidental durante los últimos años gracias a un par de películas chinas acerca de la escritora, que sus críticos descalifican por pintarla más desde una perspectiva sexual, que desde la historia de la escritora y sus ideales.
publicado en mamaejecutiva.net el 4 de septiembre de 2017
imagen: wikipedia.org
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