Es el PRI el principal responsable de convertir la política en México en sinónimo de impunidad y voracidad con que cara se atreven a pedir transparencia y justicia.
Armando Enríquez Vázquez
Cuando el presidente nacional del PRI, Enrique Ochoa Reza,
decidió dirigir a todas las huestes de su partido y de pagar notas en El
Universal en contra primero de los morenistas y más tarde en contra de Ricardo
Anaya, Presidente Nacional del PAN, y hoy en contra de Alejandra Barrales, lo
único que ha demostrado es lo inquietos, por no decir lo temerosos que están
los priístas frente a la fuerte posibilidad de perder no sólo la presidencia
del país el próximo año, si no por primera vez perder esas mayorías en las cámaras
con las que impidieron de manera cobarde y facciosa durante 2000 a 2012 el
crecimiento y el desarrollo del país.
La última ofensiva del PRI en contra de sus opositores no se
limitó al acto de censura nacido de la intolerancia y mente muy estrecha del
Presidente Nacional del PRI, apoyado por el gobierno de Enrique Peña Nieto en
contra de los periodistas Mario Amparo Casar y Ricardo Raphael, por extensión
en contra de Leonardo Curzio, quien de manera más que digna renunció a su
espacio informativo antes que deshacerse de sus colaboradores, disfrazada de
presiones económicas de la radiodifusora donde trabajaban. El gobierno de Peña
Nieto ha sido especialista en censurar. La lista de periodistas silenciados ha
sido la mayor en la historia moderna del país y la manera de actuar de los
priístas en contra de la libertad de expresión va desde la perdida de la fuente
de trabajo, hasta el asesinato.
A finales de la semana pasada la ofensiva del PRI en contra
de la oposición se sirvió de uno de sus abyectos soldados, el coordinador de la
bancada priísta en San Lázaro César Camacho Quiroz, miembro del grupo Atlacomulco
y cínico profesional quien solicitó la creación de una comisión para investigar
el enriquecimiento ilícito de Ricardo Anaya.
Eso está muy bien y es bienvenido siempre y cuando se
investigue también el enriquecimiento ilícito de gobernadores, ex gobernadores y
funcionarios priístas incluido el mismo Camacho Quiroz, quien alguna vez
presumió un reloj Rolex como fruto del trabajo como servidor público. O como
puso sobre la mesa el presidente del PAN en respuesta, también de crearse una
comisión para investigar a funcionarios del gobierno de Peña Nieto, a Enrique
Ochoa, presidente del PRI Nacional y al mismo presidente de quien se sabe ha
estado envuelto en al menos la forma corrupta de adquirir la famosa “Casa
Blanca”. Pero además en lugar de gastar dinero en la creación de comisiones que
no harán nada, ni investigarán nada como de todos es sabido, porque no propone
el diputado Camacho que el dinero que planea invertir en dicha comisión se
utilice en la reconstrucción de su estado, de Oaxaca, Chiapas, Morelos que hoy
siguen necesitando ayuda y no propuestas tan poco lucidas e indignas como las
tandas entre vecinos propuestas por Peña Nieto.
El PRI, la presidencia de la República, la PGR han omitido
hasta hoy una investigación a fondo sobre Oderbrecht, que resulta financió
parte de la campaña de Peña Nieto seguramente a cambio de ser parte de la
Reforma Energética, de la misma manera que Televisa aportó a Peña Nieto a
cambio de muchas cosas entre ellas atacar las empresas de Slim y la
Procuraduría General de la República. Nada más que Televisa hace ya unos años
que pone un circo y le crecen los enanos.
César Camacho Quiroz no sabe qué para aventar la piedra, se
necesita estar libre de culpa y si algo ha sido el PRI a lo largo de más de
ochenta años y sobre todo en estos últimos cinco es culpable de la pobreza, del
marginación de millones de mexicanos gracias a la corrupción y autoritarismo de
su partido. Gracias a los miembros del PRI que han cometido crímenes de lesa humanidad como Javier y César
Duarte con la venta de placebos en lugar de medicinas, de trata de personas, de
acoso, de autoritarismo de la gran mayoría de sus miembros.
Es el PRI el principal responsable de convertir la política
en México en sinónimo de impunidad y voracidad, es cierto que después lo han
seguido todos, o casi todos los demás, incluidas las huestes del mesías
tropical como lo han demostrado en las delegaciones de Tláhuac, Xochimilco y
Cuauhtémoc de la Ciudad de México.
Como ciudadanos debemos decir sí a la propuesta de Enrique
Ochoa y su servil Camacho Quiroz, siempre y cuando incluya también a todos los
presidentes de partidos como el Verde y el PANAL aliados del PRI, al Presidente
de la República, a diputados y senadores a secretarios de estado y gobernadores
en pocas palabras a todos los miembros de la casta de mezquinos que se hacen
llamar políticos y son capaces de vender a la nación al mejor postor.
Porque es muy fácil ver la paja en el ojo ajeno, pero y ¿la
viga en el propio señor Camacho Quiroz cuándo?
publicado en blureport.com.mx el 16 de octubre de 2017
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