Guadalupe Rojo de Alvarado, Paulina Maraver, Rosa, Guadalupe y María
Narváez son nombres de mujeres que actuaron durante la Revolución hace más de
cien años y no son tan conocidos.
Armando
Enríquez Vázquez
La lista y los nombres de las
mujeres que han participado en las guerras de independencia y de revolución en
nuestro país es larga, sin embargo, aquellas reconocidas por la historia
oficial y de las que se habla en las escuelas de la nación son las menos.
Durante los años que precedieron a la lucha armada del siglo XX, muchas mujeres
escribían y se dedicaban al ejercicio del periodismo de manera valiente y
acusando de frente a Porfirio Díaz, otras se fueron sumando a la molestia
ciudadana formando parte de los diferentes clubes antirreleccionistas.
Estas son algunas de las valientes
mujeres que formaron parte de la lucha desde diferentes trincheras hace más de
cien años, con la que concluyó la dictadura de Porfirio Díaz y las que la
historia oficial machista y revanchista ha olvidado en un rincón. Sólo seis
mujeres aparecen en el muro de honor de la Cámara de Diputados y de estas
cuatro pertenecen al periodo de la independencia, otra es Sor Juana Inés de la
Cruz y sólo Carmen Serdán atestigua la participación de la mujer en la lucha de
la Revolución.
Paulina Maraver fue una tlaxcalteca
nacida en Huamantla en 1867. Paulina estudió para ser maestra en el Instituto
Normal Superior de la ciudad de Puebla, a la que Paulina con sus hermanas, se
trasladó a temprana edad tras la muerte primero de su madre y años después de
su padre. Maraver ejerció esta profesión en diferentes ciudades de los estados
de Tlaxcala y Puebla. En 1909 fundó un colegio particular al que nombró Enrique
Pestalozzi, en honor al reformador de la educación y pedagogo. Su interés por
la política en los momentos de la formación de los clubes antirreleccionistas
que apoyaban a Madero, la llevaron a ser parte del grupo fundador del club a
favor de Madero formado por mujeres “Josefa Ortiz de Domínguez” primero, después
pasó a ser parte del equipo de Aquiles Serdán, de quién llegó a ser consejera
en materia de educación. Cuando los hermanos Serdán fueron asesinados, Paulina
se adhirió a la Junta Revolucionaria y más tarde simpatizó tras la muerte de
Madero y el ascenso al poder de Victoriano Huerta, con los zapatistas con
quienes mantuvo estrecho contacto. El mismo Emiliano Zapata reconocía el valor
y las acciones de Paulina Maraver de acuerdo con Antonio Díaz Soto y Gama. En
el momento del triunfo de Francisco I Madero, junto con otra de las legendarias
maestras poblanas, Guadalupe Narváez, editó y repartía de manera semanal un
pasquín llamado Soberanía del Pueblo.
Paulina Maraver formó también parte
del movimiento vasconcelista en 1929 y en 1930 tras el atentado en contra de
Pascual Ortiz Rubio fue encarcelada, sin que se sepa a bien hasta la fecha el
por qué.
En los años 40, fue promotora de la
Unión de Precursores y Veteranos de la Revolución de Puebla de la que era vicepresidenta.
Junto con otras ilustres zapatistas como Juana Belén Gutiérrez de Mendoza y
Elisa Acuña Rosseti fue galardonada con una presea en 1939. Murió el 28 de
julio de 1954 en la ciudad de Puebla.
También en Puebla actuaron las
hermanas Narváez; Rosa, María y Guadalupe. Fueron miembros del club
antirreleccionista Luz y Progreso de los hermanos Serdán. Con el
encarcelamiento de Carmen Serdán tras los acontecimientos del 19 de noviembre Guadalupe,
la mayor de las tres, tomó la dirección de la primera Junta Revolucionaria. Rosa
redactó una exhortación para que los militares de los cuarteles de Puebla
abandonaran el ejército de Díaz para evitar masacrar a sus hermanos mexicanos.
Guadalupe era promotora del voto femenil y escribió no sólo a su favor, si no
instigando a las mujeres a buscarlo y ejercerlo. En 1913, Guadalupe y Rosa
abrazaron la causa constitucionalista. Con el tiempo se trasladaron a la Ciudad
de México.
Otra importante revolucionaria fue
María Guadalupe Rojo de Alvarado quién nació en Culiacán, Sinaloa en 1856.
Pertenecía a una familia aristocrática de Culiacán y aun así se casó por
primera vez con un minero de nombre Abraham Izabal, el cual murió muy joven. La
viuda se dirigió entonces a la ciudad de Mazatlán, donde conoció a Casimiro
Alvarado, quien además de convertirse en su segundo esposo la introdujo en el
mundo del periodismo. Junto con Alvarado, Guadalupe se mudó a la ciudad de
Guadalajara donde a partir de 1890 comenzaron a publicar el periódico opositor
al régimen de Porfirio Díaz, Juan
Panadero. Después, el matrimonio se trasladó a la Ciudad de México donde
continuó publicando el diario, en 1899 murió Alvarado envenenado, se dice que
el dictador lo mandó envenenar, pero no existe la evidencia que apunte de
manera directa al dictador. Otras versiones dicen que murió víctima de una
enfermedad que contrajo en la cárcel de Belén. Guadalupe no se amedrentó y
continuó con la publicación de Juan
Panadero, Guadalupe Rojo de Alvarado fue encarcelada en diferentes ocasiones
en la prisión de Belén, donde otras periodistas fueron encarceladas también a
lo largo de los 30 años de dictadura de Díaz.
Una de las ocasiones, la causa
del encarcelamiento de la periodista fue protestar en contra del maltrato a los
campesinos en la zona de Yautepec, Morelos, al régimen se le hizo sencillo
enviar a la periodista a la cárcel de Yautepec, a escondidas, para que el
cacique de la zona la ejecutará. Se había pensado matarla de la misma manera
que a su esposo; envenenándola. Pero la sinaloense logró ganarse la simpatía de
la presa que iba a poner el veneno en su alimento y se salvó. Sus simpatizantes
se enteraron y se dirigieron a la pequeña población de Morelos para rescatar a
la periodista. Como otras mujeres en la lucha, al morir Francisco Madero, Rojo
de Alvarado se unió a las fuerzas constitucionalistas y aunque en un principio
fue pensionada por el gobierno constitucionalista María Rojo de Alvarado, igual
que otras revolucionarias murió en extrema pobreza y olvidada por el país al
que amaron y ayudaron forjar, el 15 de agosto de 1922.
publicado en mamaejecutiva.net el 13 de noviembre de 2017
imagen: geni.com
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