Stanley una de las
marcas más reconocidas en materia de herramientas nació hace 175 años en una
comunidad puritana y de la inversión de uno de estos ortodoxos norteamericanos.
Armando Enríquez
Vázquez
El escudo de la población de New Britain en el estado
norteamericano de Connecticut es muy sencillo, un panal de abejas, con los
laboriosos insectos volando a su alrededor. Un año marca la insignia de la
locación 1871, fecha en la que se le otorgó el status de ciudad y junto con el
escudo el lema. “El trabajo llena la
colmena y se satisface con la miel. El origen totalmente puritano tanto del
logo como de la frase dan una clara idea de la mentalidad de la población que
integraba esa población.
En ese poblado nació el 12 de agosto de 1802 Frederick Trent
Stanley, después de una educación básica Frederick trabajó como dependiente en
diferentes tiendas y como vendedor ambulante no sólo en su natal New Britain
sino en otras ciudades del estado y de Carolina del Norte. A su regreso en 1826
a New Britain trabajó en diferentes empleos hasta que pudo abrir una pequeña
fragua para hacer trabajos en bronce.
En 1838 Stanley se casó con Melvinia Chamberlain y durante
su matrimonio que fue breve, tuvieron 3 hijos. En 1848 una epidemia de fiebre
escarlata cobró la vida de Melvinia y de los dos hijos menores de Frederick,
quien cinco años antes fundó un negocio de manufactura de goznes y picaportes
al que llamó Stanley Bolt manufacturing, poco
a poco la empresa fue incorporando trabajos en hierro forjado, Frederick
integró al negocio como socio a su hermano; William.
A la muerte de Melvinia, Frederick Stanley junto con su hijo
se mudaron a casa de William. Al parecer Frederick tenía más de un negocio y
más de un socio. Uno de estos socios era un joven al que Frederick contrató de
nombre William Hart, Stanley le prometió al momento de contratarlo el puesto de
tesoreros de una de estas empresas si lograba sacarla de los números rojos.
Hart lo logró en un año y fue, como estaba prometido, nombrado tesorero. Hart
se encargó de Stanley a lo largo de los siguientes sesenta años. Hart fue una
de las piezas fundamentales en la consolidación de las empresas que se unieron
para conformar Stanley. Un primo de Stanley de nombre Henry Stanley tenía una
empresa llamada Stanley Rules, que
producía reglas de madera y se ubicaba también en New Britain, que se unió a la
empresa de Frederick. Con el paso de los años Frederick que se había encargado
de las ventas de la empresa se fue alejando de la compañía para forjarse una
carrera política en New Britain. En 1871, fue electo mayor de New Britain y
tuvo una gran participación en la creación de una red de alumbrado público por
medio de gas y de la llegada del tren a la ciudad.
La empresa continuó creciendo y en 1857 comenzó a producir
niveles, en 1863 martillos. También comenzó a comprar otras empresas y las
patentes de las que estas eran dueñas. Para inicios del siglo XX Stanley tenía
presencia en todo Estados Unidos. Para ese entonces Frederick Stanley había
muerto ya. El fundador de la empresa y de la marca murió en su ciudad natal el
2 de agosto de 1883. Hart quedó al frente de la empresa. El trabajo de Hart fue
notable y cuando dejó la empresa esta facturaba 11 millones de dólares anuales.
Stanley creció incluso durante la primera guerra mundial cuando produjo
hebillas para cinturones, componentes de máscaras de gas y otros implementos
para el ejército norteamericano.
William Hart murió en 1919. A cargo quedó su hijo que jamás
igualó a su padre. La llegada de la gran depresión y después de la II Guerra
Mundial afectaron el crecimiento de Stanley que se estancó durante más de dos
décadas, hasta que a principios de la década de los años sesenta llegó a la
dirección de la empresa Donald W. Davis que regresó a la empresa al crecimiento
y ganancias que no tenía desde los tiempos de William Hart.
La falta de crecimiento de Stanley durante esos años no
impidió el desarrollo de nuevos productos; en 1931, Stanley comenzó a producir
el primer flexómetro, la patente se la compró a Hiram A. Farrand, inventor de
esta primera cinta de medición metálica y retráctil manual. Cinco años después
comenzaron a producirse los primeros exactos de la marca. Con los años Stanley fue
el responsable de la evolución del flexómetro; creó primero un muelle que
hiciera que la cinta se recogiera de manera automática y más tarde un empleado de
Stanley, de nombre Robert West, patentó un seguro que permite que la cinta se
enrolle a voluntad del usuario y no cuando éste la suelta, al que bautizó como PowerLock tape rule. Y que formó parte
de las herramientas que llevaron consigo los astronautas del Apolo XI a la Luna
en 1969.
Hoy Stanley es la más importante marca en cuanto a
herramientas y su fusión con Black and Decker en noviembre de 2009. EL nombre
del enorme corporativo es Stanley Black
and Decker que además es dueña de marcas como DeWalt, Craftman, Lista, MacTools, Bostitch, Vidmar, Sonitrol, Proto,
Aeroscout, Innerspace, Facom, Lenox, Irwin Tools, Porter Cable, así como
todas las divisiones creadas con anterioridad de Stanley.
En 1963 Stanley construyó lo que en su momento fue la planta
manufacturera de herramientas más grande del mundo, por esos días su slogan
era: “La caja de herramientas del mundo.”
Después cambiaría por el de “Haz algo
grande.” Y después por: “Te ayuda a hacer las cosas de la manera
correcta.”, hasta llegar al actual “Performance
in action”. Los colores institucionales de Stanley son amarillo y negro,
como el pelaje de las abejas, como los colores de New Britain, donde se
encuentran sus orígenes y sus oficinas centrales.
publicado el 8 de junio de 2018 en thepoint.com.mx
Imagen Stanley.com
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