En plena Edad Media, vivió esta mujer mística y poeta de la que poco se
sabe y lo que se sabe de ella se lo debemos a sus propios escritos y es la
madre de la literatura holandesa.
Armando
Enríquez Vázquez
Desde siempre la estructura rígida
y absurda de la Iglesia Católica ha sido cuestionada por muchos hombres y
mujeres que quieren servir de acuerdo a los principios cristianos, sin tener
que obedecer a Papas, obispos, cardenales y sacerdotes corruptos en cuerpo y
alma. Los movimientos ideológicos y espirituales que han sido reprimidos desde
Roma o la ciudad que ha sido sede del catolicismo han sido muchos.
Entre las mujeres de la Edad Media
existió la sociedad de las Beguinas, estas mujeres cristianas, rechazaban la
idea del monacato y los conventos, vivían en comunidad de mujeres conforme a
los principios cristianos, cuidando ancianos y huérfanos. Las Beguinas no
estaban obligadas por ningún voto, ni lazo, a seguir una vida de amor a Dios y
dedicación al prójimo, como tampoco existía nada que les impidiera regresar cuando
ellas lo decidieran a una vida secular.
Entre esta comunidad vivió en el
siglo XIII, una mujer de la que sólo se sabe lo que sus propios escritos nos
dicen de ella, su nombre fue Hadewijch, también conocida como Hadewjich de
Amberes, por lo que los escolares han deducido acerca de ella, se cree que nació
en el seno de una familia de la nobleza, pues por sus textos se entiende que
era una mujer muy culta y con acceso a escritos de algunos escolares
contemporáneos a ella.
Hadewijch fue una iluminada laica y
por lo mismo parece que fue perseguida por los católicos ultraconservadores que
se encontraban a la caza de brujas. Hadewijch es reconocida como la primera
poeta y escritora de la lengua holandesa, y la primera escritora de literatura
religiosa en Europa en una lengua vulgar, sus obras fueron escritas entre 1235
y 1244.
Poder poner estas fechas para la
actividad literaria de Hadewijch ha sido posible gracias a la mención en una de
sus visiones de ciertos personajes históricos a los que hace referencia, en
especial a una Beguina que murió víctima del inquisidor dominico holandés
Robert Le Bougre, de nombre Aleydis.
Si bien su poesía habla de su amor
por Dios y su comunicación directa con él, también hay quienes sugieren que
Hadewijch habla asimismo del amor cortés, en muchos de sus poemas ella se
identifica con un hombre, mientras a Dios lo identifica como la mujer del amor
cortés. Hay quienes incluso la catalogan como una escritora de amor cortés
místico. Por ser Dios el sujeto al que muchos de sus poemas se refieren de una
manera mas identificada con el amor entre los seres humanos, que, bajo los
preceptos de la Iglesia Católica, Hadewijch era vista como hereje y amenazada
por los clérigos y jerarcas católicos. Se sabe por sus escritos y un testimonio
que Hadewijch fue perseguida por los miembros holandeses de la Iglesia
Católica. Hadewijch fue una mujer que no tuvo lazos con las comunidades
monásticas de la época, aunque algunos estudiosos de sus escritos creen ver en
ellos a una mujer que escapó de un convento para convertirse a la vida de las
Beguinas donde el amor a Dios seguía siendo importante, pero no estaba atado a
las promesas del monacato católico, pero esto no es más que una de las muchas
especulaciones que existen sobre la vida de Hadewijch.
La obra y el nombre de Hadewijch
permanecieron desconocidos durante siglos hasta que, en 1838, dos
investigadores encontraron un manuscrito firmado por Hadewijch de Amberes en la
Biblioteca Real de Bruselas, hoy se conocen poemas, cartas que dirigió a lo que
parecen ser discípulas dentro de la comunidad Beguina y algunos textos en los
que habla de sus visiones, o experiencias místicas.
En uno de sus poemas, cuya
traducción copio del libro “El Lenguaje
del deseo” de María Tabuyo, editado por Trotta en 1999 en Madrid, Hadewijch
dice:
“Si el Amado del amor sólo diera lo amable,
Su amor no sería completo;
No sería dicha en verdad; sino ilusión
Que sólo por piedad se nos daría.
Muestre Dios a los corazones atrevidos
Qué lástima sería que así fuese.”
publicado en mamaejecutiva.net el 14 de noviembre de 2018
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