Nada más desagradable
y desalentador para un equipo tras una gran jugada que observar sobre el pasto
un pañuelo amarillo.
Armando Enríquez Vázquez
A ciencia cierta, no sé quién fue el cronista deportivo que bautizó
al pañuelo amarillo de castigo en el futbol americano como “quitarrisas”, pero sin duda es un sustantivo muy acertado. No
existe nada como la impotencia que como aficionado sientes cuando el comentarista
anuncia al final de una buena jugada que uno de los árbitros lanzó un pañuelo
porque alguien cometió una falta durante el desarrollo de la jugada, y si uno
se siente impotente, sólo puedo intentar imaginar la frustración del equipo castigado,
la del jugador que ve su avance o logro anulado o revertido el resultado de una
jugada defensiva de gran rendimiento, la del entrenador y sobre todo la de
aquel que cometió la falta, más cuando muchas veces estas faltas pasan
inadvertidas por los jueces, entonces aquel que es señalado como responsable
del castigo no sólo se vuelve el malo de la jugada, si no muy probablemente el
menso que no supo disfrazar su proceder indebido.
Claro que hay otras faltas que son claras y muestra de lo “cochino”
que puede ser un jugador y que a veces nacen de la provocación, del enojo, de
la frustración. De cualquier manera, lo ideal sería tener un encuentro sin una
sola falta. Existen cuatro encuentros en la historia de la NFL en los que
ninguno de los dos equipos fue castigado, es decir los árbitros mantuvieron en
su bolsillo los nefandos pañuelos amarillos, lo único desalentador es que el
más reciente de estos encuentros ocurrió hace 78 años cuando los Acereros de
Pittsburgh vencieron a las Águilas de Filadelfia por marcador de 7 a 3 en el
Forbes Field de Pittsburgh el 10 de noviembre de 1940. La temporada fue muy
mala para ambos equipos Pittsburgh terminó ese año con 2 ganados, 7 perdidos y
2 empatados. Las Águilas por su parte terminaron en el último lugar de su división
y como el peor equipo de la NFL con 1 juego ganado y 10 perdidos. A pesar de esto
ninguna de las dos franquicias cometió una falta en su encuentro.
Anterior a este juego en 1934, aunque suene a beisbol fue
futbol americano de la NFL, los Piratas de Pittsburgh, el primer nombre de los
Acereros, jugaron contra los Dodgers de Brooklyn sin que ninguno cometiera un
castigo. Otro juego en 1936 esta vez entre los todavía Pieles Rojas de Boston y
los Dodgers de Brooklyn tampoco tuvo un solo pañuelo marcando una falta y
finalmente en 1938 en el encuentro entre los Carneros de Cleveland y los Osos e
Chicago los pañuelos se quedaron durante los cuatro cuartos en el oscuro bolsillo
de los oficiales. Ese debe ser el juego al que aspiramos como aficionados, el
hecho de que existan un gran número de juegos donde uno de los equipos no ha
sido penalizado, queda lejos de esta situación que parece utópica, lo que también
nos demuestra que el juego ha sido cada vez más reglamentado.
Pero lo deshonroso se encuentra justo en el extremo opuesto
del espectro cuando más castigos se cometen la mayor parte de las veces afectando
directamente de manera adversa al equipo castigado en el marcador.
El equipo con el mayor número de temporadas como líder en castigos
en la historia de la NFL son los Raiders de Oakland con 18 temporadas seguidos
por los Osos de Chicago quienes tienen 16 temporadas y finalmente los Carneros
de Los Ángeles con 9 temporadas.
Los Raiders por lo visto no sólo tienen la fama de rudos si
no que son mucho más sucios en su juego que cualquiera de sus dos más cercanos
adversarios, hay que recordar que a diferencia de los Osos o los Carneros, los
Raiders pertenecen al grupo de equipos que se formó con la AFL y se integraron
a NFL en la década de los sesenta lo que los hace un equipo más joven que los
otros dos, en especial de los Osos que son una de las franquicias más antiguas
de la Liga.
En el caso del número de castigos en una sola temporada el
honor corresponde también a los Raiders con 163 castigos en la temporada de
2011, seguidos por los Jefes de Kansa City en 1998 cuando cometieron 158 faltas
y los Raiders vuelven aparecer en las temporadas de 1994 y 1996 con 156 “quitarrisas”
en cada una de ellas.
En 2011, los Raiders perdieron 1358 yardas por los castigos,
el mayor número de yardas penalizadas en una temporada en la historia de la
NFL.
Los equipos con menos castigos en una temporada son Leones
de Detroit de 1937 con tan sólo 19 castigos en una temporada de 11 juegos,
aunque no fue la mejor temporada del equipo de la Ciudad Motor. En 1935 cuando
los Leones fueron campeones de la NFL, los Pieles Rojas de Boston fueron penalizados
únicamente en 21 ocasiones y el tercer lugar lo ocupan las Águilas de
Filadelfia de 1936 con sólo 24 pañuelos amarillos. El equipo con el mayor número
de temporadas como líder de la Liga con menos castigos son los Delfines de Miami
con 13, de las cuales nueve fueron de manera consecutiva de 1976 a 1984. Lo que
los convierte en los chicos buenos en la historia de la NFL.
Estos son los castigos que se cometen en el emparrillado, a
lo largo de la historia de la NFL han existido situaciones que no se castigan
con un simple pañuelo amarillo y que deberían avergonzar a la Liga y personas
como Sean Payton, Bill Belichick o Tom Brady de los que en otra ocasión escribiré.
No hay comentarios:
Publicar un comentario