Los recientes anuncios de Radio Centro y Grupo Imagen
sólo muestran la incapacidad de sus directivos y los niveles de corrupción en
el pasado.
Armando Enríquez
Vázquez
Hace unas semanas escribí de la crisis en los diarios y en
general de los medios frente a la poca o casi nula inversión del gobierno en
propaganda, algo que ha impactado de tal manera en los diarios que cada día los
vemos más delgados, y ha dejado a más periodistas y trabajadores de diarios sin
empleo, algo que rara vez se veía en el sector. Pero la culpa no es, ni puede
ser atribuida al gobierno, la decisión de López Obrador es la correcta, no se
puede desperdiciar el dinero de los mexicanos en un sector de taimados y corruptos
periodistas y dueños de medios. Los verdaderos culpables son los dueños de las
empresas de comunicación y los directivos de las mismas que están acostumbrados
a vivir del gobierno y en quienes presidentes como Enrique Peña Nieto gastaron
de manera indignante en su imagen y la de su gobierno sin que esto realmente
ayudara al PRI a ganar la presidencia, pero si lleno las arcas de empresas
corruptas, con dueños corruptos.
No cabe duda que el mejor ejemplo del pésimo manejo de una
empresa o de un empresario que perdió el rumbo es el que en los últimos años ha
dado es el caso de Radio Centro donde el mismo dueño Francisco Aguirre Gómez
decidió el pasado mes de mayo hacerse a un lado del desastre que creó y dejar
en la dirección a su hijo y nieto del fundador del grupo Francisco Aguirre
Abdo, pero parece que el daño es irreversible a pesar del servilismo y
oportunismo del empresario quien a finales del año pasado y ante la llegada de
López Obrador decidió contratar a periodistas afines al nuevo gobierno y despedir
a los que simpatizaban al régimen del PRI.
La credibilidad a la baja de la tendenciosa periodista
Carmen Aristegui y el parcial desconocimiento de Julio Astillero a nivel
nacional no han ayudado a crecer la inversión y el grupo se ha visto obligado a
cancelar transmisiones, cerrar estaciones, despedir conductores y empleados, el
caso más reciente el de Sergio Sarmiento, quien también se identificaba como
opositor a López Obrador y de Lupita Juárez, mientras que por otro lado la
empresa es incapaz de cumplir compromisos económicos, como sucedió cuando no
pudo pagar la concesión de una cadena nacional de televisión que se había
adjudicado en la licitación en 2015, mientras que la de UHF que se adjudicó en
2018 no tiene ni para cuando empezar a transmitir. A principios de junio la
Bolsa Mexicana de Valores suspendió la subasta de títulos de Radio Centro por
no haber tenido quorum en su asamblea y apenas la semana pasada se levantó esta
suspensión, en las semanas que Radio Centro no cotizó en la BMV perdieron más
de 178 millones de pesos de acuerdo con la información del portal de El
Economista (1). De acuerdo con el mismo medio las acciones de Radio Centro han
perdido en tres años casi el 60% de su valor. La calidad del trabajo de
Astillero ha llevado a Radio Centro a nombrarlo Director Editorial del Grupo
Radiofónico como un nuevo intento por revivir a un grupo que ya huele a muerto.
Otro ejemplo de incapacidad en la dirección de una empresa
es Grupo Imagen que recientemente anunció la venta de sus estaciones de radio
RMX en la ciudad de México y en Guadalajara a los dueños del Heraldo de México.
Grupo Imagen ya había demostrado la falta de liderazgo en los medios y de
visión de Olegario Vázquez Aldir, así como de los directivos de la empresa
cuando no supieron manejar una canal de televisión local como lo fue Cadena3,
sus bandazos en las mismas estaciones de radio que han cambiado de programación
en diversas ocasiones y la falta de muestran la nula creatividad de los
encargados de Grupo Imagen y los medios que manejan. Es patético que la
propuesta de un canal de televisión de cadena nacional sea copiar la oferta ya
existente con peores conductores claro, de ahí que nadie vea, ni les interese
Imagen TV. Imagen vivió en el tiempo gracias a los gobiernos de Vicente Fox y
de Enrique Peña Nieto, pero ahora demuestran queda de manifiesto la carencia de
calidad en sus contenidos para lograr inversiones, lo que los ha llevado a una
crisis que los tiene vendiendo sus activos, tal vez en un futuro Vázquez Aldir
regrese a los negocios que conoce; hospitales y hoteles, porque su
participación en los medios de comunicación ha sido realmente muy lamentable,
muy poco o nada ha aportado a los medios mexicanos y ha su desarrollo, gracias
a los directivos mediocres se puede decir que dirigen Grupo Imagen.
Se ha especulado acerca de la venta de las estaciones
radiofónicas de Televisa, o acerca de la eliminación el año entrante de su
negocio editorial que se ha desplomado ya que las revistas del Grupo Televisa
cada vez tienen menos lectores y generan menos interés entre la población. El
que algina vez fuera el grupo de comunicaciones más grande e importante en Hispanoamérica
y para el mercado hispano hablante de Estados Unidos, que exportaba telenovelas
y se jactaba de ser la casa del “Star System” mexicano, de mover los
hilos políticos del país, hoy es un simple remedo de empresa mediática y
mediocre. Televisa sólo ha reportado enormes pérdidas en los últimos trimestres
sus diferentes presidentes arrogantes y soberbios tienen ya varios años dando
bandazos que lejos de ayudar a la compañía la hacen verse peor con cada día que
pasa.
De acuerdo con el portal roastbrief.com.mx en lo que va del
año la inversión publicitaria en el año ha caído en televisión alrededor 20%.
(2) en el caso opuesto se encuentra la inversión en Internet y publicidad en la
calle, que, aunque pequeña muestra un alza y sin duda esa será la tendencia en
los próximos años.
El panorama de los medios privados no es alentador en
general y lo que sucede en Radio Centro o Imagen son los ejemplos extremos en
este momento, pero en general la industria se encuentra frente a la encrucijada
de aprender a crear contenidos atractivos capaces de generar inversión
publicitaria ajena al gobierno o habrán, tarde o temprano, de desaparecer.
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