Una de las mujeres más importantes de la resistencia
holandesa durante la II Guerra Mundial fue una joven de apenas 24 años.
Armando Enríquez
Vázquez
Jannetje Johana Schaft nació el 16 de septiembre de 1920 en
Haarlem, Holanda. Era hija de un miembro del Partido Socialdemócrata de los
Trabajadores y su madre era de origen menonita. Su única hermana murió cuando Jannetje
tenía siete años. Lo que volvió a sus padres y en especial a la madre en sobreprotectora
de Jo como cariñosamente la llamaban y a ella como una niña introvertida.
Una pequeña dedicada a estudiar, tímida, lectora voraz, obtenía
siempre buenas calificaciones, de esa manera, tenaz y sin amigos, llegó el
momento de decidir sus estudios universitarios. Con el pesar de su padre y el
temor de su madre Schaft decidió dejar su ciudad natal para estudiar derecho en
la Universidad de Ámsterdam, se especializó en derecho internacional. Una vez
en la capital holandesa la joven compartía un departamento con otras dos
jóvenes de origen judío que habrían de convertirse en las mejores amigas de
Schaft: Philine Polak y Sonjia Frenk.
El 10 de mayo de 1940 las fuerzas Nazi invadieron Holanda y con
el paso de la ocupación Hannie comenzó a ver su mundo alterado por la presencia
de los alemanes que iniciaron con su política de arrestos y limitaciones a los
judíos holandeses. Desde el inició del conflicto Hannie se involucró enviando
paquetes de ayuda a Polonia a través de la Cruz Roja Internacional. Schaft tenía
una posición política clara y se oponía a los Nazis como a su símil holandés el
NSB.
El 18 de mayo apareció el famoso panfleto de firmado por
Bernard IJzerdraat, conocidos como Geuzenbericht, que llamaba a la
resistencia holandesa contra las fuerzas Nazis. Hannie se mantenía un poco al
margen de estas acciones, pero llegó a conseguir algunas publicaciones
prohibidas. Poco a poco a partir del otoño de 1940, los judíos comenzaron a ser
marcados socialmente por los alemanes, al ver a sus amigas discriminadas por estas
medidas racistas, Hannie comenzó a tomar acciones pequeñas y personales, en un
principio, como dejar de caminar en los lugares públicos prohibidos a los judíos,
pero en 1942 comenzó a robar carnets de identidad en las albercas públicas para
que fueran utilizados para ocultar y ayudar a salir a judíos de Holanda.
En 1943 la reglas alemanas se endurecieron y en perjuicio de
los estudiantes de las universidades holandesas obligaron a los jóvenes a
firmar una declaración de lealtad con los Nazis y de esta manera comprometerse no
sólo a obedecer las reglas de las tropas invasoras, si no a trabajar un año en
Alemania como muestra de su compromiso con la nación que invadió su patria,
alrededor del 85% de los estudiante se negaron a firmar la declaración de
lealtad entre ellos Hannie, quien al no poder entrar a la universidad, regresó
a casa de sus padres en Haarlem donde las condiciones no eran mejores. Tras las
diferentes muestras de la represión por parte de las fuerzas alemanas ante las
diferentes acciones de resistencia de los holandeses, Annie buscó la manera de contactar a los líderes
de la resistencia local, por fin en el verano de 1943, trabajó con las hermanas
Truus y Freddie Oversteegen, de quienes habrá que hablar en otra ocasión, y
junto con Truus se iba a nadar a las albercas públicas para coquetear con los
soldados alemanes y obtener información de los mismos acerca de los movimientos
de los alemanes. Su cabellera roja ataría a los alemanes. Esta información sirvió
a los miembros de la resistencia para atacar a los invasores y para poder pasar
judíos a través de las fronteras holandesas a tierras seguras. Las dos jóvenes
además lograron robar pistolas a los soldados y municiones que pasaron a la
resistencia. Participó en el atentado en contra de la planta eléctrica de
Velsen-Noord al norte de Holanda.
Además, junto con Truus, Hannie se encargó de ejecutar a
diferentes traidores holandeses. Trabajó con Jan Bonekamp, en junio de 1944, en
el atentado contra el comandante Willem Ragut que era un colaboracionista que
había asesinado y entregado a los alemanes a miembros de la resistencia. El
atentado resulto un torpe éxito y Bonekamp fue herido por Ragut y murió ese
mismo día, mientras que Hannie logró huir, pero comenzó a cobrar notoriedad,
sobre todo por su roja cabellera.
Delatada por un traidor, tuvo que pintarse el cabello de
negro y utilizar lentes falsos, así mismo se le proporcionó una nueva identidad
y papeles que la identificaban como la suiza Johanna Elderkamp lo que la
convirtió en Hannie. Sus padres fueron detenidos por los alemanes y mantenidos
como rehenes por unas semanas esperando que Hannie se entregara, algo que no
sucedió. Hannie siguió trabajando con Truus, incluso existe una serie de fotografías
donde se muestra a las dos mujeres preparándose para entrar en acción; Trus
esta disfrazada de hombre, para que las dos participantes de la resistencia pudieran
pasar como una pareja frente a los ojos de sus objetivos.
El 21 de marzo de 1945, Hannie fue detenida durante un cateo
en el que se descubrieron papeles de la resistencia en su bolsa de la bicicleta
y peor aún al descubrírsele una pistola. Detenida en una casa de seguridad de
Amsterdam donde fue torturada e interrogada, los alemanes no lograron sacar
ninguna información de la joven. El 17 de abril de 1945 fue llevada a las dunas
cercanas a la ciudad de Overveen y fue ejecutada por un oficial alemán y por un
colaboracionista holandés de nombre Marteen Kuiper y fue enterrada en la arena.
Un mes después Holanda fue liberada, el 27 de noviembre de
1945 Hannie recibió un funeral de Estado presidido por la Princesa Juliana y
fue nombrada como Símbolo de la Resistencia. Un monumento en el parque
Kenau en su natal Haarlem.
Marteen Kuiper fue detenido juzgado por sus crímenes contra
sus connacionales y ejecutado el 30 de agosto de 1948.
imagen wikipedia.org
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