En Monterrey una carnicería hizo su fama no solo por la
calidad de sus productos, si no por uno en especial; el chicharrón.
Armando Enríquez
Vázquez
Si hay algo por lo que se distingue el norte de México es
por su carne; Chihuahua y Sonora se pelean por la mejor calidad en cárnicos de
todo el país. Nuevo León, por su parte, presume su carne seca, su famosa
machaca, el cabrito y la fritada. Pero en la capital neolonesa hay un producto
que no se equipara a ningún otro en el país, el chicharrón de La Ramos. La
Ramos es la forma familiar cn la que los regios y neoloneses llaman a la
carnicería Carnes Ramos.
Incluso hace unos años se comenzó a popularizar en Internet
un producto de temporada por el que al parecer la demanda entre los regios los
lleva a hacer largas filas en la casa matriz y en las sucursales, la
Chicharrosca. Una versión salada de la famosa rosca de reyes elaborada con el
chicharrón sello de la empresa, con rajas de chile en lugar del acitrón o las rebanadas
de higo y en lugar de un niño Dios, la Chicharrosca esconde en su interior un
cerdito de plástico.
El chicharrón de la Ramos es conocido no sólo en el estado
de Nuevo Leñon y entidades cercanas, su fama llega hasta el centro de la
República donde más de uno lo hemos probado y difundido su inigualable sabor. Claro
como buena carnicería del norte su principal producto es la carne de res, y
vende también pollo, cerdo como cualquier carnicería.
La empresa nació en 1968 en pleno centro de la ciudad de
Monterrey y de acuerdo con el sitio de internet de la empresa, esa primera carnicería
se ubicó en la calle de Platón Sánchez donde todavía existe una sucursal de “La
Ramos”. Hoy existen 18 locales de la marca en el estado de Nuevo León
básicamente en Monterrey y su zona metropolitana. Casi de inmediato crearon su
famoso chicharrón que es totalmente distinto al que conocemos en el centro de
la República, la idea de la carnicería fue desarrollar un producto que se pudiera
comer de forma directa después de comprarlo o guisarlo. Michoacanos, queretanos, chilangos pensaran de
inmediato de la misma manera que el nuestro. Pero no, mientras el chicharrón
del centro del país es básicamente la piel del cerdo frita, a veces con algún
trozo de carne, el producto de La Ramos es un producto que incluye todo sin la
textura extremadamente crujiente de su homónimo del centro. Por su puesto que
la receta es secreta.
El crecimiento de la empresa en 52 años de existencia les ha
permitido a los dueños a adquirir su propio rancho donde se aseguran el
crecimiento sano del ganado, que pastorea de manera libre por la propiedad de
acuerdo con la empresa. Carnes Ramos también fundó su propia empacadora que certifica
la calidad e higiene de sus productos, incluso tiene una línea de guisados
empacados que la marca dice estar basados en la sazón de la abuela del fundador
y en sus tiendas ofrece guisos calientes y listos para consumirse.
Otras de las innovaciones y formas de posicionarse en el
mercado regio fue crear el llamado Instituto Parrillero Ramos, donde los
expertos parrilleros de la marca enseñan al público a cocinar los diferentes
cortes de la mejor manera posible y los trucos para lograr la mejor carne
asada, algo que es parte esencial en la vida social de todos los mexicanos del
norte del país.
Aunque el mercado de Carnes Ramos es totalmente regional es
una de las carnicerías con gran crecimiento y presencia en el mercado mexicano.
La Ramos es una empresa totalmente familiar.
publicado en thepoint.com.mx el 27 de abril de 2020
imagen, carnesramos.com.mx
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