El principal culpable de que la clase en línea no tenga
los resultados esperados o deseados es únicamente el maestro y la pésima
planeación que hace con la herramienta tecnológica.
Armando Enríquez
Vázquez
El sistema educativo en México está podrido y no es un
problema que se refiera únicamente a las escuelas públicas, donde el problema
parece agudizarse sobre todo por la acción del Sindicato Nacional de los
Trabajadores de la Educación (SNTE) y el
organismo antagónico; la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación
(CNTE) ambos llenos de patéticos, retrógrados líderes que sólo están
preocupados por quedarse con el dinero del erario y ganar espacios en la
política nacional, antes que en la educación que es o se supone debería ser su
vocación. Son verdaderos traidores y en el caso de la infame sección 22 de la
CNTE en Oaxaca hasta criminales.
Desesperanzadoramente pruebas PISA han demostrado que la
educación de la gran mayoría de las escuelas privadas en México no es mejor. El
promedio del estudiante mexicano de niveles básicos y medio básicos es muy malo
o pésimo. Por un lado, el secuestro de la educación por parte de los sindicatos
y la poca autoridad que ha demostrado históricamente el gobierno que se limita
a tratar de tener contentos a dichos líderes para tener una base importante de votantes.
En la actual situación, ni las autoridades, ni las
instituciones privadas parecen preocupadas en crear una mejor educación. La
mayoría de los maestros y profesores están siendo superados por la tecnología porque
muchas veces el alumno sabe más de cómo manejar computadoras y celulares que
los maestros y estos pretenden continuar impartiendo catedra como saben sin percatarse
o negando la contundente realidad que ha cambiado y permanecerá así por lo
menos un par de meses, si no es que todo el semestre.
No han existido planes por parte de ninguna institución
pública, ni de los organismos sindicales por crear cursos de tecnología para
los profesores, para demostrarles las bondades de la educación a distancia y
sobre todo prepararlos para cambios inminentes en el futuro de la educación y
del modelo educativo, si queremos que el país entre en el desarrollo global,
claro que eso ni al presidente, ni a los sindicatos les interesa. En el peor
ejemplo de lo retrógrado que se puede ser la Sección 22 de la CNTE en Oaxaca no
sólo lo no reconoce el modelo educativo de emergencia del gobierno de López
Obrador, si no que acusa al presidente y al secretario de educación Esteban Moctezuma
de neoliberal y continuistas de la reforma educativa de Peña Nieto, en ese
discurso bipolar de esta sección conocida por apostarle al poder y no a la
educación.
La Secretaria de Educación Pública se ha pasado cinco meses
con los brazos cruzados creando más obstáculos para las escuelas sobre todo para
las privadas, que soluciones. Ni que
decir de los dos organismos sindicales de la educación su respuesta ha sido aún
peor. Esto no exime la voracidad de los dueños de muchas escuelas privadas que
aun viendo la tempestad son incapaces de hincarse ante la tormenta y solamente
piensan en mantener su pecunio a través de poner cara de preocupados y solidarios
cuando pretenden cobrar cuotas más altas, transporte escolar y hasta obligar a
los estudiantes a portar el uniforme de la institución al interior de su casa cuando
toman la clase.
Estas exigencia absurdas por parte de ciertas instituciones
no se ven correspondidas por una gestión académica que encueste a los alumnos
acerca de su educación, en ese sentido la soberbia que tienen autoridades escolares
desde su pretendida autoridad resulta obscena, por un lado son servidores
públicos unos y prestadores de servicios los otros y son el uniforme que ellos
no quieren entender que se han puesto.
Al parecer son muy pocos los que están a la altura de la
situación, pocos profesores y maestros están preocupados por crear clases
propositivas y creativas donde el alumno se sienta incluido y participe, los
peores son los que creen que desde la distancia se puede actuar de la misma
manera que lo hacían hace seis meses en el salón de clases y pretenden que el
alumno se plante dos horas frente a la pantalla de su dispositivo y escuche una
eterna aburrida y plana exposición, incluso cuando esta este llena de
diapositivas y existe también ese maestro que jamás ha prendido la cámara de su
computadora y pone un cartón a los alumnos.
La educación a distancia es un campo fértil en el que por la
situación extraordinaria en que vivimos nos hemos visto obligados a pasar de la
teoría y el discurso, directamente a la práctica y a la experimentación, a
acierto y error y que obliga a maestros y profesores a invertir mucho más
tiempo en la capacitación propia y la lectura de resultados y propuestas que se
están llevando a cabo en todo el mundo y a recuperar a teóricos e investigadores
de los modelos de la educación a distancia y pedagogía de la misma.
No es lo mismo, ni la edad, ni el interés de aquellos que
hemos tomado cursos en línea a los adolescentes y niños que hoy se ven frente a
la computadora o el televisor.
Obvio los alumnos y los padres de estos que han decidido regresar
a la escuela pública son más del 40 % de la matricula de las escuelas privadas,
lo que sin duda es efecto y será causa de un mayor desempleo. Pero que lo único
que les asegura a los padres es que sus hijos habrán de enfrentar la misma
pobreza educativa pagando o sin pagar, algo que en los niveles básicos de la
educación en nuestro país no es muy diferente en el modelo presencial.
imagen: DeathToStock
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