Hace casi cien
años se fundó esta marca que inició en Chihuahua y distribuye café en todo el
país desde una zona que no produce un solo grano.
Armando Enríquez Vázquez
¿En cuántas
series o películas hemos visto a los hombres de campo de las zonas áridas beber
café antes de comenzar sus actividades diarias? Sin embargo, la zona mundial
conocida como el cinturón de cultivo del café no incluye las zonas del norte de
nuestro país. Ni el del sur de Estados Unidos y por consecuencia ese café que,
asumimos gracias a los medios, que beben vaqueros y cowboys al amanecer, debe
haber sido algo totalmente distinto a lo que estamos a acostumbrados a beber
hoy en la comodidad de nuestras casas y no creo que necesariamente haya sido
mejor.
Sin embargo, es
claro que la demanda por la bebida existía, si no esta historia no tendría casi
un siglo de haber iniciado en el norte de México.
En 1923 en la
ciudad de Chihuahua, capital del estado del mismo nombre, un empresario llamado
José E. Díaz Díaz vio la oportunidad de comercializar café en la región. Para
lo cual llevaba el grano verde cosechado en Veracruz por tren a la ciudad de
Chihuahua donde el empresario en una estufa de leña tostaba el grano, el
establecimiento se encontraba en el centro de la capital estatal. El expendio
se llamaba El Combate. Tres años después, compró un tostador industrial
alemán para cubrir la operación. Para 1937, el negocio iba tan bien que Díaz
decidió fundar una empresa a la que llamó Tostadores y Molinos de Café
Combate S.A. de C.V.
En 1941, inició
la expansión de Combate más allá de los límites del estado de Chihuahua al
abrir tostadores en el noroeste del país, en las ciudades de Hermosillo en
Sonora y Mexicali, Baja California. Con el paso de los años parte de la empresa
se estableció en la cuidad de Hermosillo, capital del estado de Sonora.
En la década de
los años ochenta la empresa incursionó en el mercado del café soluble con la
marca Café Único.
El siglo XXI
marcó nuevos retos y diferentes tipos de negocios para la empresa y en 2005 la
empresa desarrolló una alianza estratégica con Oxxo para distribuir café
en punto de venta y así nació la marca Andatti que es tan familiar en
las tiendas de FEMSA. Esto llevó a la creación de una nueva empresa con
sede en Hermosillo que se llama Caffenio.
Con Caffenio
se ha desarrollado una estrategia de cafeterías, no sólo en el estado de Sonora,
en Baja California e incluso ha intentado el crecimiento en Estados Unidos.
Caffenio ha ampliado su alianza con cafetaleros, al
estado de Oaxaca, para ofrecer café de altura en diferentes tipos de tueste.
El logo de Caffenio son cuatro óvalos que representan
el fruto y grano del café en cuatro estados, el fruto verde y maduro en rojo,
el grano sin tostar y tostado. Los cuatro granos encontrados en diagonal a
manera de flor.
Café
Combate, es una referencia en diferentes ciudades de Chihuahua y en un
artículo de El Monitor de Parral, la pequeña ciudad donde fue asesinado
Francisco Villa, celebrando a la marca se recuerda que un comercial local del
café se programó durante décadas tanto un poco antes de las diez de la noche lo
que servía para que la población debía recogerse en sus hogares dado las altas
horas de la noche y también anticipaba el silbato de la mina para que los
trabajadores se preparaban para la jornada laboral. La marca Combate
sólo tiene presencia en Chihuahua y permanece como una marca local, con las
mismas presentaciones de Andatti. con presencia a lo largo y estado en
que nació la marca y su logo conocido por todos los chihuahuenses se limita a
una vieja cafetera de estufa en color rojo.
Caffenio también comercializa la marca Café Baja
Sur, originaria de ese estado y su café soluble Único, así como café
en capsulas compatibles con las cafeteras de Nespresso.
La empresa Caffeino es dirigida por el nieto del
fundador de Café Combate; José Antonio Díaz Quintanar.
Publicado originalmente en thepoint.com.mx
imnagenes cafécombate
caffenio
No hay comentarios:
Publicar un comentario