En el estado
de Chihuahua nació una empresa importante en la fabricación de cemento que se
extiende a Estados Unidos y Canadá.
Armando Enríquez Vázquez
A lo largo de la
historia de la humanidad se han utilizado diferentes materiales para unir
piedras y ladrillos en la construcción y de esta manera formar muros; lodo,
mortero, estuco. El cemento como lo conocemos se inventó a finales del siglo
XVIII cuando un párroco inglés de nombre James Parker comenzó a quemar la
piedra Caliza para obtener su cemento al que llamó cemento romano, pues él
creía que ese era el cemento utilizado por los conquistadores romanos, para
construir en la isla. Parker obtuvo varias patentes para ese y otros tipos
cementos y en 1897 se trasladó a Estados Unidos. El otro nombre importante para
la industria del cemento moderno es el de Joseph Aspdin quien desarrolló y
patentó lo que se conoce como Cemento Portland.
En México la
fabricación de cemento inicio a mediados del siglo XIX en el estado de Hidalgo
y fueron un grupo de empresarios ingleses los que iniciaron su fabricación. En
México la mayor parte de los estados del norte son ricos en piedra caliza por
eso además Hidalgo, se abrieron fabricas a principios del siglo XX en Nuevo
León, de hecho, de esas primeras empresas surgieron las grandes cementeras
mexicanas con presencia mundial, CEMEX y Cruz Azul de las que escribiré
en otra ocasión.
Hoy voy a hablar
de la cementera que nació en 1941 en el estado de Chihuahua cuando un par de
socios conformado por un ingeniero norteamericano Edwin J. Ryan y Carlos Guízar
crearon Cementos de Chihuahua. Aunque el primer intento por hacer
cemento en Chihuahua estuvo encabezado por Federico Terrazas Falomir, a
principios del siglo XX, aprovechando la riqueza en piedra caliza y otras
materias primas necesarias para la fabricación del cemento se unió con el
mítico Juan F. Brittingham. La empresa a pesar de estar fundada en papel
necesitaba un capital importante para desarrollarla por lo que Ryan y Guízar,
para ello los socios acudieron a uno de los empresarios más importantes del
siglo XX en el Estado de Chihuahua y de relevancia a nivel nacional; Eloy
Vallina quien reúne a un grupo de empresarios chihuahuenses para solidificar la
empresa, entre ellos se encuentra Federico Terrazas Falomir.
En 1944
consolidada la empresa, se invita a una empresa cementera estadounidense para
ocuparse de la parte técnica de Cementos de Chihuahua, Marquette
Cement Manufacturing Company es la que acepta esta convocatoria y
cuya participación terminó en 1950.
A partir de 1946
la empresa comienza a crecer de manera muy importante al interior de Chihuahua,
y el contrato para surtir la construcción de la presa Las Vírgenes en el sur
del estado norteño es la que provoca el inicio de este crecimiento.
En 1960 murió
Eloy Vallina y su puesto como presidente del consejo lo ocupó Miguel Márquez
Terrazas. En 1972 se inauguró una nueva planta cercana a Ciudad Juárez, con la
idea de poder exportar a Estados Unidos aprovechando la calidad de los
yacimientos de caliza cercanos a la ciudad fronteriza.
De 1970 a 1976 la
presidencia de Cementos de Chihuahua fue ocupada por Víctor Cruz Márquez
y después de el Federico Terrazas Torres, hijo de Terrazas Falomir, se hizo
cargo de la presidencia de la empresa.
En 1984, la
empresa agobiada por la crisis aceptó vender una pequeña porción de la empresa
a CEMEX. Esta participación minoritaria de la principal cementera
mexicana se mantiene hasta el día de hoy.
En 1991, la
empresa se transformó en GCC (Grupo Cementos de Chihuahua). En 1992 la
empresa comenzó a cotizar en la Bolsa Mexicana de Valores y ese mismo año compró
una planta cercana a la ciudad de Alburquerque, Nuevo México. Estableció
centros de distribución en Alburquerque y la fronteriza ciudad texana de El
Paso.
En 2001 GCC
compró una cementera en Dakota del Sur, Estados Unidos, que llamaba Dacotah
Cement Inc. Entre 2007 y 2008 GCC construyó una nueva planta en
Estados Unidos, en Pueblo, Colorado. En 2013 el hijo de Federico Terrazas
Torres, Federico Terrazas Becerra, tras el retiro de su padre asumió la
presidencia del grupo convirtiéndose en la tercera generación de los Terrazas
en participar en ella.
La empresa ha
continuado en su expansión sobre todo en el mercado estadounidense con
inversiones creciendo su planta en Dakota del sur, así como con la compra de
una planta cementera en Odessa, Texas en 2016.
En 2018, murió
Federico Terrazas Torres, ese mismo año GCC adquirió una empresa cementera
llamada Trident en Montana.
GCC sólo representa alrededor del 4% del
mercado nacional, pero su actividad no es menor y su trabajo en Estados Unidos
es relevante. GCC tiene 8 plantas productoras de cemento y 95
productoras de concreto y ha creado un corredor de producción y distribución
que va de Chihuahua a Minnesota, Dakota del Norte y Montana lo que le permite
también atender al mercado canadiense. GCC también se dedica a la
producción de prefabricados que son estructuras de concreto para diferentes
obras de ingeniería, como puentes, edificios y otros. Así como concreto,
mortero y otros productos especiales.
GCC cumplió en 2021, ochenta años de existencia.
imagenes gcc.com
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