Dato curioso
el primer mexicano en ser parte de un equipo ganador de la Serie Mundial, no
brilló en ninguno de los juegos del campeonato, ni fue ídolo de su equipo.
Armando Enríquez Vázquez
Nadie puede dudar
de la popularidad, el carisma y la importancia de algunos pitchers mexicanos en
las Grandes Ligas; Fernando Valenzuela, Julio Urías, Aurelio Rodríguez o
Aurelio López, sin embargo el primer mexicano en ser parte de una franquicia
ganadora de la Serie Mundial no brilló en el beisbol estadounidense de la
manera que lo hizo en las Liga Mexicana de Beisbol y la Liga Mexicana del
Pacífico.
Horacio Piña
apodado El Ejote, nació en Matamoros, Coahuila el 12 de marzo de 1945. Jugó en
equipos de Coahuila y después en 1967 en la Liga Mexicana de Beisbol con los
Pericos de Puebla.
En 1968 el coahuilense
fue contratado por los Indios de Cleveland, equipo que en el jugó dos
temporadas.
En 1970 fue
cambiado a los Senadores de Washington que en 1972 se convirtieron en los
Rangers de Texas y en 1973 la franquicia texana cambió a Piña, quien llegó a
los Atléticos de Oakland y logró lo que lo distingue entre los mexicanos que
han jugado en las Grandes Ligas.
Esa temporada los
Atléticos de Oakland, que eran los campeones defensores de las Grandes Ligas,
en 1972 los de Oakland habían ganado el campeonato a los Rojos de Cincinnati,
regresaron al Clásico de Otoño.
En 1973 los
Atléticos vencieron a los Orioles de Baltimore en la serie por el campeonato de
la Liga Americana y enfrentaron a los Mets de Nueva York en la Serie Mundial.
En siete juegos los de Oakland vencieron a los neoyorquinos, Horacio Piña vio
acción en el segundo juego de la Serie Mundial. En el sexto inning enfrento a
tres bateadores y fue relevado de manera casi inmediata del montículo. Ese día
los Atléticos perdieron por marcador de 10 a 7.
Horacio volvió a lanzar
la bola en el cuarto juego de la serie, lo hizo a lo largo de 3 entradas, los
Atléticos perdieron ese día también por marcador de 6 a 1.
Con esas dos
grises participaciones a lo largo de siete juegos aquella Serie Mundial que los
Atléticos ganaron en siete juegos obteniendo el bicampeonato, significaron que Horacio
Piña se convirtiera en el primer mexicano en ganar una serie mundial.
Cabe mencionar
que la siguiente temporada, en la que los Atléticos lograron su tercer
campeonato al hilo, Piña ya no formó parte del equipo y fue transferido a los
Cubs de Chicago y a media temporada de 1974 pasó a ser parte de los Ángeles de
California. En 1975, 1976 y 1977 no participó en juegos de las Grandes Ligas.
Su última
temporada en el máximo circuito del beisbol fue en 1978, año en que jugó con
Phillies de Filadelfia pero sólo pichó dos juegos.
El Ejote se
mantuvo jugando durante 12 inviernos en el circuito de la Liga del Pacífico
pichando para los Tomateros de Culiacán, ganó 3 campeonatos con la franquicia
sinaloense y su número, el 33, fue retirado de los jerseys de los Tomateros.
A su regreso a
México Horacio Piña jugó también en la Liga Mexicana de Beisbol con los Rieleros
de Aguascalientes y el 12 de junio de 1978 Lanzó un histórico juego perfecto
sin hit, ni carrera en contra de los Diablos Rojos de México, esa noche los
Rieleros ganaron 3-0.
En 1988 fue
seleccionado para formar parte del salón de la fama del beisbol mexicano.
publicado el 6 de febrero en charlacualqueira.worpress.com
imagen: albat.com
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