Armando Enríquez Vázquez
En Plena manifestación de la Plaza del Sol una pancarta: “No es crisis,
es farsa”, otra; “Mariano el Verano no pasa.” A partir del sábado 12 de
Mayo pasado y hasta parte del día 16 los españoles se congregaron en las
principales plazas ibéricas para celebrar el primer aniversario del
15M, el movimiento ciudadano más grande e importante del que el mundo
tenga memoria, pues sus seguidores son millones alrededor del planeta y
lo han demostrado creando movimientos similares como Occupy Wall Street,
que se hermanó con los españoles esos días a través de las redes
sociales. El sábado 12 de mayo, alrededor de 50 ciudades en el orbe
celebraron con los Indignados esa nueva revolución mundial que proclaman
los seguidores del movimiento. Lo cierto es que un año después
pareciera que el movimiento está tan sano como entonces, su poder de
convocatoria es claro y el temor de Rajoy y de la municipalidad de
Madrid también fueron evidentes, no sólo al imponer una especie de toque
de queda con el que se evitó las llamadas acampadas que pretendían
hacerse en la Plaza del Sol y deteniendo a 18 indignados y otros civiles
la primer noche en cuanto se pasaron los horarios fijados para la
manifestación más un par de horas de tolerancia. Hartos, en teoría, de
la farsa social, económica que se vive en todo el mundo hoy, en de cómo
un uno por ciento de la población controle los recursos y el dinero,
mientras que el otro 99% solo sería la bestia de carga del sistema. Se
han creado organizaciones y opciones de empleo de defensa y se busca una
democracia que acerque más a los ciudadanos al poder, que les de cara y
poder de decisión, que nos olvidemos para siempre de esa simulación
llamada representación y que la economía esté basada en la
microeconomía, en soluciones reales como el trueque. Como el ayudarse
unos a otros y quita r esta parte fría de un banco de pormedio o de un
billete. El mundo visto como una comuna. Los movimientos políticos han
estado presentes en las manifestaciones, a lado de las buenas
voluntades, desde Democracia Real Ya, o Jóvenes sin futuro. El
movimiento vivito y coleando con cientos de demandas, con talleres,
mesas de debate, y promesas de volverse a ver. Mucho ruido de cacerolas y
pocas, muy pocas nueces. El aniversario del 15M recordó a España y al
mundo que hoy esas crisis ficticias fundadas en la especulación
financiera y en la idea abstracta llamada macroeconomía no pueden
existir si no existe la mente febril del hombre. Pero curiosamente,
justo hoy cuando el mensaje debió, desde mi punto de vista de ser uno,
claro y fuerte, los indignados no lo parecen tanto y mejor se van
temprano a la cama, como se los pidió el gobierno de Mariano Rajoy para
poder regresar al día siguiente jugar a la “Democracia real ya”. El
número de desempleados en España está marcando records tanto en la
población en general, como en lo jóvenes en donde es mayor del 50%. La
crisis bancaria es estruendosa y la caída de Bankia, así como su rescate
por parte del gobierno no han hecho más que precipitar el
desmoronamiento de otros bancos españoles a los ojos de las
“calificadoras económicas”. Y sin embargo salvo algunas manifestaciones
frente a la sede de Bankia, que se limitaron a llevar a parejas a
retirar su dinero de la institución, el movimiento como dicen algunos
tiene mucha emoción y poca razón. Según un diario español el perfil del
indignado es el siguiente. El 52% de ellos cuentan con trabajo, el 66%
tiene al menos estudios universitarios, el 70% consideran su situación
económica como buena o muy buena, tienen un promedio de edad de 33 años y
simpatizan con la izquierda. Algo de esto debe ser cierto pues el
streaming de la Plaza del Sol el fin de semana la mostraba abarrotada
desde las primeras horas de la tarde a diferencia del lunes y martes
cuando, era en la noche tras las horas de oficina cuando se veían las
mayores concentraciones. Pero si este es el perfil entonces, ¿de qué y
por qué se encuentran indignados? ¿Es acaso una postura filosófica más
que un ideología? ¿O es la necesaria revolución que se hace sin afectar
nadie? ¿Una revolución de manifestaciones, redes sociales y cacerolas?
¿Es posible o tan irreal como esa ficción macroeconómica a la que
pretenden atacar?
Publicado en blureport Mayo 28 de 2012
No hay comentarios:
Publicar un comentario