sábado, 12 de octubre de 2013

Las esclavas de Europa.






Miles de mujeres europeas, residentes de los países del este del continente, son víctimas anualmente de tráfico y explotación sexual en el otro extremo del continente y en América del Norte.

Armando Enríquez Vázquez

Cuando hablamos de tráfico personas o trata de personas, una de las formas de esclavismo más recurrente en nuestros días, sin duda imaginamos África, Islas olvidadas del Pacífico, los cinturones de pobreza de las ciudades del tercer mundo o de los paraísos turísticos de estos países. Sin embargo pocas veces pensamos que Europa este entre los lugares donde se roban los sueños y esperanzas de seres humanos y se comercia con ellos a lo largo del viejo continente y del nuevo.
Rumania y Bulgaria se encuentran entre los principales países de Europa donde miles de jóvenes son raptadas para llevarlas a Francia, Holanda, Estados Unidos, Alemania, Grecia y porque no México. De hecho el 61% de las víctimas de tráfico de personas dentro de Europa son de origen europeo, de acuerdo con el informe anual de la misma Unión Europea sobre el tema de tráfico de seres humanos publicado este año.
Incluso, el tráfico de seres humanos de acuerdo con dicho informe se puede llevar a cabo dentro de las mismas fronteras de un país, en ese sentido el informe indica que de 2008 a 2010 el número de países que reportan que todas sus víctimas de trata de personas son connacionales aumentó de 3 a 6; Bulgaria, Rumania, Lituania, Luxemburgo, Hungría y Eslovakia. Mientras que en el caso contrario los países con menos del 5% de las víctimas de trata originarias de ese mismo país son Grecia, Chipre, Malta, Bélgica, Dinamarca e Irlanda.
De las personas explotadas sexualmente el 96% son mujeres, en tanto que las utilizadas como mano de obra el porcentaje de mujeres se reduce al 23%.
Llevando a mayor detalle estas cifras el informe anual de la Unión Europea muestra que el 68% de las víctimas son mujeres, seguidas por 17% de hombres, un 12% de niñas y tan sólo un 3% de niños.
El pasado 9 de Octubre la lituana Justina Vitkauskaite Bernard miembro del Parlamento Europeo publicó un artículo en el Moscow Times, donde declara que su país, Lituania, se ha convertido en el principal país, en Europa, que sirve de transito para el tráfico de seres humanos y por lo tanto el destino de muchas mujeres y niñas que esperan ser trasladadas a otros países del continente europeo. Tan sólo el pasado 20 de septiembre las  autoridades holandesas en conjunto con las lituanas desmembraron a una organización criminal dedicada a la trata de personas que operaba en ambos países y rescato a trece jóvenes mujeres que habían sido vendidas como esclavas sexuales. De acuerdo con las  autoridades lituanas el año pasado se realizaron 44 investigaciones sobre trata de personas, la mayoría de ellas relacionadas con la venta de mujeres jóvenes como esclavas sexuales.    
La encargada de la oficina de asuntos internos de la Unión Europea Cecilia Mälmstrom ha declarado la importancia de acabar con este delito y vergüenza de la humanidad que en esa frialdad de las cifras se dice aqueja a 1.8 personas de cada mil que habitan en Europa.
La esclavitud existe y es un problema contemporáneo, tan real y vigente como lo ha sido en los siglos pasados sin embargo nuestra costumbre y los valores que damos a este problema siempre tienen un rostro de color o asiático. Creemos que se dan en los pueblos alejados de oriente medio donde el islam gobierna.
Pero lo mismo que las fotos de los campos de refugiados y de concentración de los noventas en la guerra interna que deshizo a Yugoslavia, o mejor dicho acabó con ese engendró que formó el comunismo y regresó a serbios, croatas, montenegrinos, bosnios y macedonios su identidad y sus fronteras a un costo de sangre inaudito. Esas fotos que nos mostraron que una niña rubia, de ojos azules podía ser tan musulmana como aquellos a los que estamos acostumbrados a etiquetar como tales por el simple hecho de sus características físicas. Esa niña que por sus creencia religiosas fue puestas en un campo de concentración para consternación de la doble moral occidental.
Así con la esclavitud también,  que hoy tiene como objeto a mujeres europeas robadas de su país y esparcidas por el mundo. Y si volteamos a América Latina, a nuestro México ¿qué cantidad de historias de mexicanas robadas, engañadas que viven en la esclavitud laboral y sexual habremos de encontrar? ¿Cuántos de nuestros paisanos son secuestrados y encerrados en casas para campesinos y explotados hasta la muerte apenas han cruzado la frontera de los Estados Unidos? ¿Cuántos los son sin ni siquiera cruzar la frontera?

Publicado en blureport.com.mx el 11 de Octubre de 2013
Imagen findingjustice.org

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