A punto de celebrarse
el día del maestro, la pregunta es cómo queremos educar a las futuras
generaciones si la deserción en México es de las más altas en el mundo.
Armando Enríquez Vázquez
Con una reforma educativa para el siglo XXI por implantarse
y un sistema educativo obsoleto que nos mantiene según cifras de la OCDE como
el primer lugar en deserción escolar entre jóvenes de 15 a 18 años entre los
países miembros de la organización, y como tercer lugar a nivel mundial con una
mayor población estudiantil de ninis, o sea jóvenes que ni trabajan, ni
estudian, el futuro del país es negro, por un lado porque la deserción aumenta y
condena a la pobreza de nuestro país, por otro afecta de manera directa al
presupuesto, solamente el año pasado el fenómeno le costó al país 34 mil
millones de pesos y augura que las políticas recaudatorias tendrán que ser
peores en el futuro para mantener el nivel mediocre en el que vivimos en un
futuro.
Se calcula que el 14.5 % del alumnado a nivel bachillerato deserta.
Eso sin contar los porcentajes de alumnos que abandonaron la educación ya en la
primaria y secundaria. Lo que nos indica qué un gran número de mexicanos está
condenado a no salir jamás de la pobreza. Sin embargo a esas cifras habrá que
sumar aquellas, no están cuantificadas, pero que condenan a muchos mexicanos a
ser analfabetas prácticos, y aquellos que forman parte de los analfabetas
tecnológicos por no conocer las computadoras o Internet, debido a sus grados de
pobreza.
La promoción de la ciencia y de las humanidades es nula en
las escuelas y obviamente nuestro rezago en cuanto a la investigación es
evidente. La promoción de la lectura que existe en el sistema educativo
mexicano provoca que los mexicanos no leamos y que nuestra industria editorial
sea realmente inferior a la de otros países de habla hispana a pesar de ser el país con más hispano hablantes del
mundo
Hoy los maestros, lo sepan o no, tienen como uno de sus mejores
aliados, a aquello los ortodoxos
pedagogos, funcionarios burócratas y sobretodo maestros y sus sindicatos
califican como su peor enemigo; la tecnología. Para mantener a los jóvenes en las aulas e
interesados en el estudio los maestros deberían conocer a la perfección las
herramientas que el Internet les brinda y hacerlo parte de su trabajo en el
salón de clases. Desde el monitor de una computadora o alentando a los jóvenes
a utilizar sus tablets y teléfonos para investigar, para compartir la
experiencia educativa y para participar en las actividades del grupo desde otro
lugar diferente, cuando por motivos de salud o cualquier otro el alumno tenga
que permanecer en casa.
Hoy en día es ridículo el planteamiento de las escuelas
privadas que presumen de estar a la altura de la tecnología del mundo actual,
cuando a lo que se limitan es a dar cursos de Office y mandar a los alumnos y a
sus padres información vía mail, que no es diferente a lo que hace veinte años
eran las fotocopias.
Aprovechar la forma en la que los jóvenes interaccionan con
la tecnología, no puede ni debe ser ignorada por la SEP y sus burócratas
pedagogos, que ya ni siquiera quieren reconocer la importancia de los exámenes
de evaluación al magisterio.
Con ayuda de Youtube,
Vimeo el estudiante puede conocer y
ver cientos de temas que más allá del papel y la lectura verán como ejemplos
muy gráficos de la lección. Además, herramientas como Duolingo, pueden ser de gran ayuda para los maestros de idiomas de
las escuela, los cuales a veces se ven superados por el conocimiento del
estudiante de la lengua extranjera por diversas razones, entre ellas que en
nuestro país exportador de seres humanos, esos alumnos a su regreso a México se
convierten el principal hostigador de la ignorancia del profesorado.
Pero es tiempo de plantear que más allá de las soluciones
obvias e inmediatas que se deben dar en el salón de clase. Es necesario
replantearse por completo el sistema educativo que lejos de mantener a los
jóvenes en el salón en cualquiera de los estratos socioeconómicos de nuestro
país, los alienta a abandonar la escuela y en el peor de los casos convertirse
en carne de cañón del narcotráfico o a pasar el resto de su vida en pobreza
extrema.
Una de las cosas que está sucediendo en la educación a nivel
mundial y no puede ser ignorado, es crecimiento de los llamados MOOC, (Masive
Open On line Courses) que imparten las principales instituciones del mundo
entre ellas la UNAM y Tecnológico de Monterrey en plataformas como coursera, edx, future learn, iversity y
que están haciendo que personas de diferentes edades, diferentes intereses
generales y diferentes países aprendan sobre una cuestión especifica, pero lo
más importante es que los MOOC representan una educación on demand y una educación particular. Una educación no formal que
comienza a ser reconocida en otros países y por ciertas instancias.
¿Por qué todos los alumnos de bachillerato deben cursar las
mismas materias? No sería más interesante para el estudiante, más importante
para su desarrollo académico y profesional. Crear una educación a la medida de
sus intereses. ¿No es más importante formar seres humanos felices con ganas de
seguir conociendo acerca de sus intereses, que dormitando sobre el pupitre o no
presentándose a clase? ¿No es más importante que para ello sus intereses sean
recompensados de manera académica?
Una educación hecha a
la medida e intereses de cada uno de los jóvenes, ayudaría a bajar la deserción
estudiantil.
La educación formal es en el fondo y en la superficie despreciada porque solamente
la percibimos como una fórmula para obtener un papel que nos permita entrar al
mercado laboral, el conocimiento adquirido en los largos años de su proceso es
intrascendente. Lo más triste es que hoy en día ni esa educación garantiza
niveles de vida satisfactoria, es más lucrativo ser político, comerciante
informal o un narcotraficante que un egresado de una universidad mexicana. Lo
que demuestra que no todos tenemos, ni debemos una licenciatura terminada.
Desgraciadamente en México no hay nada más normal y
aspiracional en la vida que ser Licenciado,
lo que quiera que esta palabra quiera decir y todas las carreras que se
cursen en una primera etapa otorgan al estudiando el grado, que a manera casi
militar, rasa a los mexicanos, nos vuelve una masa seres humanos y qué muchos
aprovechan para marcar una diferencia, en este México que antes que racista es
ante todo clasista.
Publicado en blureport.com.mx el 12 de mayo de 2011
imagen: totemguard.com
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