Hacer voltear a la
gente y sobre todo a los jóvenes a la lectura ha sido otro de los retos de la
publicidad.
Armando Enríquez
Vázquez.
Hace ya muchos años al entrar en una librería me topé con un
cartel que hasta la fecha me acompaña para tratar de explicar a los niños de mi
familia, como lo hice en su momento con mis hijas dos cualidades de la lectura.
El cartel de Editorial Trillas, es contundente en su imagen y en su frase. Su
objetivo además de promover la lectura entre los infantes, era desde luego
promover la venta de las series infantiles de la editorial, mucho antes que la
literatura infantil se pusiera de moda. La imagen es la de un burro con la
cabeza apoyada sobre una de sus patas en actitud de fastidio, recargado en una
barda. El texto sencillo, “Si no leo, me
aburro”. Leer no sólo es divertido, sino que combate la
ignorancia.
Desgraciadamente en nuestro país se lee muy poco. No fue sino hasta hace muy pocos años que se
comenzó a promocionar la lectura de manera masiva y que algunas librerías se
atrevieron a hacer publicidad.
La promoción de la lectura para los jóvenes y niños se
enfrenta contra la de la comida chatarra, los refrescos, juguetes y además
pocas veces es lo creativa y atractiva que se esperaría, al promover un acto
cómo el de la lectura y contra una gran cantidad de padres que se extrañan ante
un libro.
Una de las campañas de lectura más exitosas en México inició
en 2001, cuando determinados espectaculares en avenidas muy específicas de la
ciudad de México, más tarde de ciudades de provincia, comenzaron a promocionar
a la librería Gandhi. La idea es sencilla y atractiva. Sobre un fondo amarillo
alguna oración o frase que de manera directa o indirecta promueve la lectura de
una forma irónica, puntualizando o satirizando los puntos principales de los pros
de la lectura, tramas de libros o grupos de lectores.
Los espectaculares con la campaña de publicidad Gandhi se
han convertido en marco de referencia, y muchos internautas mexicanos utilizan
el formato del texto sobre fondo en amarillo para crear memes con críticas
políticas y sociales por Internet.
Pero promover la lectura no es fácil y algunos de estos
espectaculares se hace referencia al hecho de que en México seguimos sin leer.
Otra campaña importante en nuestro país para promover el
libro y la lectura, no tiene que ver con ninguna empresa editorial o librera,
sino que está producida por el Consejo de la Comunicación y su objetivo es
promover la lectura diaria de por lo menos 20 minutos. La campaña utiliza como
portavoces a actores, periodistas, escritores, actrices, deportistas, músicos, comentaristas,
hasta personajes populares de caricaturas. El mayor problema de esta campaña es
que muchas veces el testimonio de los protagonistas nos demuestra que son los
primeros en no leer, además de que algunos de los comerciales están llenos de
verdades de Perogrullo acerca de lo que es la lectura.
Pero el promover la lectura no es algo exclusivo de los
países, como el nuestro, en el que el gusto por el libro parece una
excentricidad. A nivel mundial es un reto, incluso en aquellos países en los
que existe una cultura por la lectura. Librerías y editoriales buscan como
atraer lectores y deben de hacerlo pensando en formas tan creativas como lo es
la lectura misma.
En Israel, por ejemplo, ACW
Grey Tel Aviv creó una campaña tanto de impresos como de televisión para la
librería Steimatzky Books. La primera serie de carteles mostraban a una persona
dormida en la cama, un libro a su lado y junto a él dormido también el
personaje del libro; una mujer, Don Quijote y Sancho Panza, dormidos a su lado.
Una niña y Piping Longstockins, popular personaje de una serie de libros
infantiles suecos. El texto es sencillo de nuevo: El libro adecuado te mantendrá siempre acompañado.
La segunda etapa de la campaña lanzada un año después hacía
referencia a través de carteles sobre la
personalización que cada uno de nosotros hace de la literatura y de los
personajes; Una banca con cuatro o cinco personas diferentes en actitud de
espera. Detrás de ellos un pequeño cartel que indica donde se están llevando a
cabo las audiciones. En un caso son cinco diferentes Sherlock Holmes, en otro
son Drácula, en un tercero Caperucitas
Rojas. Cada una de las imágenes acompañada por la frase: Tu libro, tu personaje.
Pero mi favorito de esta serie de carteles para Steimatzky
Books muestra a un hombre sentado en un sillón, control remoto en la mano. La
escena sería de lo más anodino, si no fuera porque el personaje tiene una
diminuta cabeza que no corresponde al tamaño del resto de su cuerpo. Sólo dos
palabras lo acompañan: Lee más.
Grey, también, pero su filial en España creó unos carteles
impactantes para la Asociación de Editoriales de Madrid, para promover la
lectura. Imagen hiperrealista de una enorme ballena blanca varada en una playa,
el cuerpo de la bestia muestra los arpones y sogas enrolladas, huella de la
sangrienta batalla con Ahab, cuyo cuerpo enredado entre las cuerdas está unido
a Moby Dick. Pero sobre la playa hay otros elementos la turbina de un avión, el
asiento de un pasajero y un texto en la parte superior izquierda del cartel que
dice: Sí dedicas tantas horas a la serie
más vista de la historia, sus protagonistas no serán lo único que se acabara
perdiendo. Salva un libro. Lee un libro. Hay otro cartel donde en medio de
los soldados de un videojuego vemos el cadáver del principito. Pero sin duda,
el que más me llamó la atención de esta serie de carteles promocionado la
lectura se sitúa en medio de un paisaje árido, a lo lejos se ve una resortera y
en primer plano un gigantesco pájaro rojo que destruyó un molino de viento, en
el suelo yace el cadáver de Don Quijote. El texto dice: Cuando pasas tantas horas jugando en tu móvil no todo lo que destruyes puntúa.
Salva un libro. Lee un Libro.
Existen otras campañas muy creativas para promover la
lectura o vender libros de las que ya les contaré en otra ocasión.
Promover la lectura es indispensable y espero que tanto
talento lleve a cualquiera a acercarse a un libro, aunque siendo honestos nada
habla mejor de un libro que leerlo.
Publicado en thepoint.com.mx el 27 de mayo de 2014
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