Un personaje, un
programa, un caricaturista y un ejemplo por despertar el interés en la ciencia.
Un extraño fenómeno en un país sin científicos.
Armando Enríquez Vázquez
Hablar de Paul Zaloom o de Jok Church probablemente no dice
nada, pero hablar de su creación El mundo
de Beakman seguramente hace que una generación de jóvenes adultos recuerden
al personaje y sus explicaciones científicas de diferentes fenómenos, las horas
que pasaron frente al televisor aprendiendo y divirtiéndose con este programa.
El pasado mes de febrero el Instituto de Física de la UNAM
invitó al actor de El mundo de Beakman
a ser parte de la celebración del 75 aniversario de la fundación del Instituto,
de pronto el personaje cuyo programa fue cancelado en los Estados Unidos hace
16 años se convirtió en un extraño fenómeno en las redes sociales y en los
medios de nuestro país.
En un principio, se planeó la presentación del actor y
también titiritero Paul Zaloom, en el auditorio del Instituto. Sin embargo al
darse por medio de las redes sociales la presencia del popular actor en la
UNAM, la cantidad de personas interesadas en asistir al evento y la amenaza de
un portazo al auditorio del Instituto obligó a los organizadores a cambiar la
sede de la presentación. Más de quince mil personas acudieron a conocer al
actor y protagonista del Mundo de Beakman.
El fenómeno llamó la atención en su momento, Paul Zaloom
sorprendido llamó a Jok Church el creador de lo que originalmente fue una tira
de caricatura para los periódicos cuyo nombre U can with Beakman and Jax y cuyo
objetivo era contestar diferentes preguntas de manera científica de los niños.
Paul emocionado comunicó a Jok:
…debes saber que hemos
cambiado la vida de mucha gente. (1)
Esa misma sorpresa manifestó el actor norteamericano al ser
entrevistado recinetmente en el programa El
Hormiguero de TV Azteca. Vale la pena mencionar que la idea del programa de
televisión fue consecuencia de la promulgación de la Acta de Televisión Infantil
en 1990 en los Estados Unidos, que buscaba llevar producción con contenidos de
calidad para los infantes.
Para mí más sorprendente que la audiencia y la fidelidad que
esta tiene con el programa y su protagonista a pesar de que hace más de 16 años
que se produjo el último capítulo, cuatro temporadas y 91 capítulos es todo lo
que existe de la serie, es el hecho de que como nación en materia de
científicos, investigación y patentes a nivel mundial es deplorable, tanta
gente sea fan del programa. A pesar de que a principios de año se anunció una
cruzada para evitar la fuga de cerebros, la realidad es que los jóvenes
científicos mexicanos tienen la mirada puesta en el extranjero, por las mejores
condiciones de su desarrollo profesional y personal. De acuerdo con la encuestas
de interés por la ciencia efectuada por el CONACYT en 2011 poco más del 44% de
la población adulta de nuestro país se preocupa por conocer acerca de los temas
referentes a nuevos inventos y tecnología, siendo los hombre entre 50 y 59 años
de edad los que más interés demuestran con un 18% seguidos por los jóvenes
entre 18 y 29 años de edad con un 17%.
En el caso de los descubrimientos científicos el sector de
la población más interesado en este tipo de notas son los jóvenes entre los 18
y 29 años de edad con tan sólo el 15%.
De acuerdo con el informe del CONACYT de 2012, México ocupa
el lugar número 24 entre los países miembros de la OCDE en la producción de
artículos de corte científico, a nivel mundial
y de acuerdo con SJR un portal dedicado a recolectar la información de
periódicos y publicaciones científicas alrededor del mundo, México ocupó el año
pasado el lugar número 28, por debajo de países como Irán, Taiwán, Polonia,
Portugal y Malasia.
De acuerdo con el informe de CONACYT, la mayoría de los artículos
científicos en México entre 2008 y 2012 surgieron de la UNAM. 33, 754 artículos
publicados por la máxima casa de estudios en el país, seguidos por 9,772 por el
Centro de Investigación y Estudios Avanzados del Instituto Politécnico
Nacional, y 7599 por el IPN. Ninguna de las Universidades Privadas del país aparece
entre las primeras diez instituciones generadoras de artículos científicos.
En México sólo se destina un 0.4 % del PIB a la
investigación científica, únicamente se generan 2 patentes por cada millón de
habitantes. El futuro de nuestro país en materia de ciencia y tecnología es
triste, a pesar de que el Presidente se comprometió el año pasado a tratar de
revertir la cifra y poder invertir 1% del PIB a nuestro desarrollo científico.
Nuestra ciencia es pobre y da pocos resultados a la economía
de la nación, cuando junto con el turismo se podría convertir en un detonador
de nuestra economía, como en el caso más prosaico de los medios de
comunicación, los contenidos son lo que importa para hacer la diferencia.
El caso de Beakman es sorprendente sin duda por muchas
razones, pero también debe ponernos a buscar maneras más atractivas y creativas
para acercar a los jóvenes a los temas científicos, a buscar una carrera en el
ramo, pero es responsabilidad del gobierno generar tranquilidad en todos
aquellos que eligen a la ciencia como una forma de vida de tener calidades de
vida y de investigación que compensen su trabajo en la ciencia. En la pasada
reforma a la ley de telecomunicaciones también quedó en el olvido el promover
los contenidos de calidad que demanda la población, y si hoy se prohíbe la
publicidad de alimentos chatarra, también se debería prohibir la producción de
programas basura que llevan al aire décadas sin ningún beneficio para las audiencias
más jóvenes del país como es el caso de Chabelo.
(1) Rueda,
Aleida. Jok Church, la cabeza radical que creó a Beakman. Revista Digital
Universitaria. Julio 2014. http://www.revista.unam.mx/vol.15/num7/art50/
Publicado en blureport.com.mx el 12 de Agosto de 2014
imagen: revista.unam.mx
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