A lo largo de su vida
el importante director de culto del cine americano ha dirigido y creado un gran
número de comerciales que llevan ese sello perturbador que tantos nos atrae.
Armando Enríquez
Vázquez.
Desde su primera película, Ereaserhead, David Lynch nos aturdió con imágenes que además de
molestas y aberrantes nos mantuvieron fascinados y pegados a nuestros asientos.
Del bebe de Eraserhead a Dennis Hopper
con la máscara de oxígeno en Blue Velvet,
Lynch creó personajes siniestros en un mundo aun más siniestro.
En Lost Highway la
aparición de Robert Blake como ese misterioso hombre que le pide al personaje
de Bill Pullman en medio de una fiesta que llame a su casa únicamente para que
Pullman se dé cuenta que este extraño personaje está en ese mismo instante en
el interior de su casa.
En la década de los noventa Lynch creó una de las series de
televisión de culto más importantes de la historia de la televisión y de la
cual se ha anunciado habrá nueve capítulos nuevos en el 2016; Twin Peaks.
David Lynch músico, pintor, escritor, promotor de la
meditación trascendental, ha sido desde 1988, director y autor de diferentes
comerciales para diferentes marcas y productos incluida una marca de café que
lleva su nombre.
En 1988, Lynch dirigió sus primeros tres comerciales para la
loción Obsession de Calvin Klein,
cada versión está basada en un texto de tres diferentes escritores del siglo
XX, importantes en la literatura de lengua inglesa. El primero tiene un texto
de F.Scott Fitzgerald el autor de El gran
Gatsby, el segundo tiene un texto de Ernest Hemingway y el tercero uno de
D.H. Lawrence que por mucho tiempo estuvo prohibido en Estados Unidos por
considerarlo demasiado explícito en sus descripciones sexuales, autor de la novela
El amante de Lady Chatterley. Las
tres versiones están filmadas en blanco y negro. Los comerciales se centran en un
pequeño texto con dejos de sensualidad, con un serie de tomas que ilustran el
texto correspondiente con un par de modelos muy estilizados, para terminar con un
product shot del frasco de loción.
A lo largo de los años noventa y la primera década de siglo
XXI, Lynch realizó otros comerciales para perfumes y lociones. En 1992, Giorgio
Armani llamó personalmente a Lynch para encargarle un comercial para la loción Gio. Lynch envío entonces a Armani el
concepto del comercial en un pequeño texto, el comercial se llamó ¿Quién es Gio? y Armani lo aceptó de inmediato.
Esta vez a partir de imágenes en blanco y negro el cineasta construyó una
narración onírica, con una modelo a la que mantiene un rostro melancólico con
cierta inocencia y mucha perversidad, al final tras una secuencia en una fiasta
que parece carnaval, aparece el perfume en la única toma en color del comercial.
Ese mismo año Lynch dirigió un comercial para Yves de Saint
Laurent promocionando su fragancia Opium,
es esta ocasión Lynch decidió filmar en color predominando los rojos y dorados,
las imágenes oníricas recuerdan algunas de las secuencias de Twin Peaks están llenas de sensualidad
onanista.
Lynch fue contratado en 1991 una compañía japonesa que
producía una café enlatado bajo la marca Georgia,
para realizar tres comerciales que se desarrollaron en Twin Peaks incluyendo a algunos de los personajes de la serie y que
temáticamente mostraban a un detective japonés buscando a su esposa
desaparecida, el agente Cooper ayuda al japonés en la búsqueda, los tres
comerciales contaban la historia que iba revelando pistas y al final
encontraban a la esposa de japonés. Estos comerciales parecen no haber tenido
el impacto que el cliente esperaba pues una segunda serie de cuatro fue
cancelada y jamás se realizó.
Entre los muchos comerciales que Lynch ha dirigido, hay uno
para la marca de pasta Barilla estelarizado
por Gerard Depardeiu, y otro para un perfume de Karl Lagerfield que protagonizó Daryl Hannah.
En 2002 Dirigió uno para el automóvil Micra de Nissan con una
enorme Boca de labios pintados en morado diciendo palabras del inventado lenguaje
Micra.
Pero sin duda mis tres comerciales favoritos por ser los más
Lynchianos son; uno que dirigió apoyando una campaña por mantener limpia a la
Ciudad de Nueva York y evitar la proliferación de las ratas. Realizado en el
clásico blanco y negro y que muestra a diferentes personas tirando basura en
las calles de la Gran Manzana. Lo impresionante de este comercial está en las
tomas que Lynch hace de las ratas, extreme big close up de las manitas de una
rata agarradas de un alambrado, del hocico de uno de estos animales y sus
afilados dientes frontales. Las imágenes cumplen con su aterrador, perturbador
y aberrante objetivo.
El otro es el promocional que Lynch realizó para la marca de
café que lleva su nombre, un comercial realmente desconcertante sobre el café,
que en muchas de las tomas y encuadres resultan grotescos, agresivos y algún
publicista ortodoxo podría considerar hasta ofensivas.
El tercero lo realizó Lynch para Play Station y muestra muy bien el espíritu del director de cine.
Se desarrolla con un hombre caminando por un pasillo, en su trayecto va volteando
a los lados para descubrir espacios con otras realidades, en ese caminar pierde
la cabeza, y escupe su brazo. Al final llega a un lugar donde tres extraños
personajes están sentados en un sillón uno de ellos es él mismo, otro es una
momia sangrienta y el tercero tiene la cabeza de un pato, este último le dice: Bienvenido al tercer lugar.
Lynch en su paso por la industria de los comerciales ha
creado anuncios oníricos y hasta poéticos en el caso de los perfumes o en el de
el barniz de uñas Rouge Louboutin realizado
en julio del año pasado y en el que el cineasta jugando con una ciudad blanca y
algunos elementos negros como unos zapatos con un exagerado tacón resalta el
rojo del barniz y crea la estilizada botellita que cuesta cincuenta dólares y
lo contiene.
En 1997 fue contratado por Ogilvy and Mather para realizar
un comercial para la marca de pruebas de embarazo Clear Blue, La actriz seleccionada para actuar en el comercial fue
Marisa Parker. De acuerdo con una nota de Entertainment
Weekly de julio de 1997, Lynch decidió que para darle veracidad al
comercial la actriz debía de hacer la prueba de manera real para el comercial,
entonces Lynch sí que la actriz se diera cuenta cambio la prueba por una que
había tomado una chica del equipo de producción que estaba embarazada, la cara
de la actriz se mantiene tensa en el comercial y al momento de cortar la toma
Marisa gritó: ¡Muy gracioso, cabrón!
Davis Lynch con su estética y su particular narrativa ha
realizado comerciales capaces de perturbar al más insensible de los
televidentes y en otros ha tenido además la oportunidad de divertirse.
publicado el 9 de marzo de 2015 en thepoint.com.mx
imagen: ifc.com
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