Fue una mujer la
primera en llevar al terreno de la publicidad el deseo sexual y fue una de las
primeras mujer en ejercer el oficio de creativa.
Armando Enríquez
Vázquez
En 1917, un anuncio en el Ladies’ Home Journal de Estados Unidos causó revuelo y escándalo,
se trataba de un anuncio que mostraba a un hombre abrazando a una mujer y
acercando su rostro al cuello de la joven. El slogan era A skin you love to touch. (Una piel que te encanta tocar) El
anuncio era para la marca de jabones faciales Woodbury, que hasta ese momento
se había anunciado como un jabón capaz de remover manchas faciales, pero ahora
se convertía en un producto que tenía un toque sensual para las mujeres que lo
usaban y los hombres que salían con esas mujeres. La idea de utilizar el sexo
para vender un producto había nacido. Detrás de la brillante y escandalosa idea
se encontraba una de las mujeres más talentosas que se haya dedicado a la
publicidad.
Helen Lansdowne nació el 20 de febrero de 1886 en el pueblo
de Greysone en Kentucky. Su madre abandonó a su padre cuando Helen tenía cuatro
años y se mudó a la ciudad de Convington en el mismo estado, donde la mujer
trabajó como bibliotecaria y se dedicó a vender bienes raíces para mantener a sus
hijos.
A los diecisiete años y con la preparatoria terminada Helen
comenzó a trabajar en una empresa dedicada a fabricar productos de limpieza
para los baños y que se vendían por correo. Helen escribía la publicidad de
estos productos. Un poco después comenzó a trabajar como auditora de las
facturas para la agencia de publicidad in
house de Procter & Gamble, llamada Procter & Collier, en Cincinnati,
ahí conoció a un vendedor de nombre Stanley Resor. Tras una temporada en la
agencia Helen cambió de nuevo de trabajo y comenzó a dedicarse a escribir
promociones de ventas para un periódico local de Cincinnati. En 1906 comenzó un
nuevo empleo esta vez en la empresa dedicada a la publicidad en todos los
transportes públicos de la ciudad. Helen se dedicó a redactar los anuncios para
la empresa.
En 1907, Stanley Resor contactó a Helen y le pidió regresar
a Procter & Collier como creativa. En esos años Helen comenzó a escribir la
publicidad de diferentes empresas. Stanley Resor vio una oportunidad de
crecimiento y en 1908 se hizo de la representación en la Ciudad de JWT y se
llevó consigo a Helen a quien convirtió en la primera creativa de la empresa.
En 1911 Helen fue transferida a la oficina central de la agencia en Nueva York.
Donde se le asignaron importantes marcas. Lansdowne estaba totalmente segura
que una de las cosas más importantes en la publicidad eran desdeñadas por los
publicistas; Cuando un numero mayor de los productos de consumo estaban
dirigidos a mujeres, deberían de ser mujeres le hablaran a mujeres. Por lo que
Helen siempre fue una promotora de contratar mujeres y animarlas a desarrollar
sus talentos de una manera libre y sin miedo a expresar sus ideas. En JWT creó
una división creativa donde únicamente trabajaban mujeres dedicadas a comunicar
a las mujeres consumidoras.
Esa misma independencia se mostraba en el hecho de que Helen
fuera una mujer que estaba a favor de la igualdad de género y del derecho de
las mujeres a votar. Cuando finalmente en 1920 el derecho a sufragar de las
mujeres en Estados Unidos fue reconocido Helen Lansdowne se manifestó por las
calles de Nueva york junto con todas las mujeres que trabajaban para ella en
JWT.
En 1916, el mismo año que se publicó el anuncio del jabón
facial. Stanley Resor al frente de un grupo de inversionistas, que lo nombró
presidente de la agencia, compraron JWT. En 1917 Resor y Lansdowne se casaron y
juntos dirigieron e hicieron crecer la agencia durante las siguientes casi
cinco décadas.
Lansdowne se convirtió en vicepresidente y durante su época
más productiva se encargaba de supervisar dos terceras partes del trabajo
creativo de la agencia.
Lansdowne innovó no sólo al interior y en el marco laboral de
la agencia, sino fue muy importante también en la evolución de la publicidad.
Una de sus primeras y fundamentales ideas fue incorporar historias atractivas para
los consumidores y que se integraran al estilo de las publicaciones donde se
anunciaba el producto para dar una sensación de continuidad y de credibilidad.
Su mayor obsesión referente a los textos creados para los productos
era su credibilidad, según ella ahí radicaba toda buena publicidad y esa fue
una de las reglas en JWT durante muchas décadas. Crear textos creíbles.
Lansdowne contrató a grandes artistas gráficos a la
publicidad como Norman Rockwell, el pintor iconográfico de la sociedad
americana del siglo pasado y al fotógrafo Edward Steichen, famoso por sus
retratos de Greta Garbo. Asimismo Helen logró incorporar en la publicidad de
algunos de sus productos a celebridades de la sociedad neoyorquina o europea
que los recomendaran, entre algunas de las personalidades que Lansdowne
consiguió para la campaña de la crema Ponds en 1924 se encontraba la reina de
Rumania y la duquesa de Richelieu.
Durante la II Guerra Mundial Lansdowne creó la campaña para
convencer a las mujeres de trabajar para sustituir la mano de obra masculina
que se encontraba luchando y de esta manera contribuir a ganar la guerra.
Helen Lansdowne Resor se retiró en 1961 y murió el 2 de
enero de 1964. Tenía 77 años de edad.
publicado en thepoint.mx el 4 de mayo de 2011
imagenes: adage.com
business2community.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario