Los agravios a los mexicanos vienen del gobierno federal que sin tacto alguno celebra con su partido el fracaso que ha llevado a México a tener dos millones más de pobres durante su gobierno
Armando Enríquez Vázque
Hace un par de semanas desde la comodidad de estar fuera del
país el presidente Peña Nieto tuvo la desfachatez de calificar la fuga del Chapo Guzmán como un agravio y no como
lo que realmente fue; una muestra más de los grados de corrupción a los que ha
llegado el gobierno federal bajo su administración. En el mejor de los casos
más que un agravio resultó una burla. Una burla que demostró la incapacidad de
sus funcionarios por salvaguardar el estado de derecho y la seguridad de la nación.
El país sufre de un momento de ingobernabilidad y así lo
demuestran los muertos a diario en Guerrero, Tamaulipas, las fechorías de
gobernadores como César y Javier Duarte de Chihuahua y Veracruz, la quiebra del
estado de Guerrero y un gobernador interino que al tener las arcas vacías
prefiere pedir al gobierno federal que entre el nuevo gobernador, para él ya no
queda nada que robar, pareciera el mensaje. Ni que decir de las cámaras que
constantemente son desmontadas en Reynosa y Matamoros, instaladas y propiedad
de grupos del crimen organizado interesados en anticiparse a los movimientos
del ejército y que seguramente existen en otras ciudades en el país. La forma
en que el gobierno responde matando a ciudadanos que pretenden protegerse como
sucede en Michoacán, donde el mismo gobierno desarmó a los grupos ciudadanos de
autodefensa para generar nuevos grupos de narcos que amenazan a la población.
La ingobernabilidad se palpa cuando el Secretario General de
la Defensa Nacional se ve obligado a declarar en discursos y a través de
entrevistas algo que todos sabemos y es que los soldados no son policías como
han pretendido Felipe Calderón y Enrique Peña que solo ha mantenido la política
del panista. Un ejército y una armada que luchan por la incompetencia de las
autoridades estatales y federales contra tres enemigos; el crimen organizado,
policías locales y federal infiltradas por el crimen organizado y la opinión
pública.
Los agravios a los mexicanos vienen del gobierno federal y
del presidente que sin tacto alguno celebra con su partido el fracaso que ha
llevado a México a tener dos millones más de pobres durante su gobierno. Que en
su mover a México ha provocado que las familias mexicanas pierdan el 3.5% de su
poder adquisitivo y que sin embargo se niega a hablar de la necesidad de elevar
de manera significativa los salarios mínimos. Agravios que se dan en los
sueldos de funcionarios, legisladores y funcionarios del poder judicial de la
federación. Agravios avalados por un gobierno que mantiene el fuero, creando de
manera anticonstitucional mexicanos de primera y de segunda. Un gobierno que ha
devaluado nuestra moneda en más de un 20% y no parece preocupado por el asunto.
Los agravios surgen de las políticas presidenciales de abandono a los sectores
de salud, educación y recursos naturales que parecieran haber decidido
privatizar, pero eso sí de acuerdo con notas de la semana pasada una sobrina
del presidente de nombre Fernanda Said Pretelini, sin experiencia gerencial,
fue contratada para ejercer una Subgerencia en Pemex. Por los visto, Pemex
sigue siendo la caja chica del gobierno federal. Vicente Fox que es un
fanfarrón por lo menos tuvo el tacto de obligar a Olegario Vázquez Raña a
contratar a su hija, no cometió acto alguno de nepotismo en el servicio público.
Los agravios suceden cuando siguen apareciendo fosas a lo
largo y ancho de todo el país y el desdén con la Procuraduría General de la
República y la Secretaria de Gobernación tratan el asunto no se compara con la
cantidad de declaraciones demagógicas que ambas dependencias emiten a diario.
La semana pasada vimos como el titular de la Comisión Nacional de los Derechos
Humanos Luis Raúl González Pérez puso en tela de juicio la forma en la que se
desarrollaron las investigaciones del caso Ayotzinapa, poniendo en evidencia
las torpezas u omisiones que desde el gobierno federal se han dado para
encubrir la verdad histórica que
tajantemente expuso como punto final el entonces procurador Jesús Murillo
Karam. Claro los serviles medios a la presidencia ya publican que la CNDH es el
organismo de su tipo más caro del mundo, como si el aparato burocrático federal
no lo fuera, empezando por la Secretaría de la Función Pública o la de
Desarrollo Social, ¿con dos millones de pobres más no debería renunciar la
izquierdista hasta agarró hueso del PRI, Rosario Robles?
México ha sufrido en los últimos tres años agravios más
dolorosos y canallas que la fuga del Chapo
Guzmán. Cuando nos enteramos que los principales responsables de las
cantidades de dinero que manejaba la CNTE en Oaxaca no son otros que los
priístas representados por el gobernador Ulises Ruiz que fue el quien creó el
IEEPO como instrumento de negociación y corrupción.
Contra
todos estos agravios, muchos de ellos históricos tenemos que luchar desde
nuestra trinchera, recordarle al gobierno y a los partidos que si el Bronco
pudo ganar en Nuevo León es porque los ciudadanos queremos cambios verdaderos y
ya veremos sí el año que entra que se renuevan doce gubernaturas a pesar de
mapaches, ratas, gobernadores y legisladores locales, el INE y TEPJF, no siguen
ganando aquellos que no tienen, ni quieren tener nada que ver con esa
corrupción federal y demagógica que agravia a todos los mexicanos.publicado en blureport el 27 de julio de 2015
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