Detrás de una enciclopedia
ilustrada del siglo XII, se encuentra una mujer que sin duda fue una de las
primeras editoras como las conocemos el día de hoy.
Armando Enríquez
Vázquez.
En la cordillera de los Vosgos, en lo limites actuales de
Francia y Alemania, vivió en el siglo XII, Herrada de Landsberg. Herrada nació
alrededor de 1130 en la región alsaciana de los Vosgos. Su familia era al
parecer parte de la aristocracia local y desde muy joven Herrada pasó a ser
parte de las monjas del convento de Santa Odilia en Hohenberg. Mucho más, no se
sabe de sus primeros años, el convento estaba presidido por una abadesa
protegida por el sacro emperador romano Federico Barbarroja de nombre Relinda.
Bajo el mando de Relinda, el convento se convirtió en un
lugar donde el conocimiento floreció, entre las monjas que más destacaron en su
aprendizaje Herrada sobresalió a tal grado que en 1167 comenzó a recopilar textos
para crear una enciclopedia de temas teológicos escrita en latín y alemán y que
tenía como entre sus objetivos ayudar a mejorar la educación de las monjas
cultas y como ayuda en la oración y meditación de las novicias, además de
textos de diferente origen, la compilación contenía diferentes materiales escritos
por Herrada. A pesar de la intervención de varios y diferentes escribas en la
elaboración del texto, lo que queda claro es que fue Herrada la que fungió como
editora de la obra. En el texto introductorio a la obra y dirigido a uno de sus
superiores Herrada escribió:
Hago de su
conocimiento santidad, que, cómo una pequeña abeja inspirada por Dios, he
recolectado de diferentes flores de las Sagradas Escrituras y textos
filosóficos este libro, al que he llamado Hortus deliciarum y lo he compilado en
honor y alabanza de Cristo y de la Iglesia y en vuestro nombre y amor, como
única y dulce colmena.
El título en latín Hortus
deliciarum, significa El jardín de las delicias y quedó compuesto por 300
pergaminos y 144 ilustraciones y se terminó en 1185. A mediados de la década de
1170, tras la muerte de Relinda, Herrada fue designada como Abadesa del
convento.
Después de su publicación el texto sufrió algunos añadidos hasta
1195 año en que Herrada murió.
El manuscrito se mantuvo en el convento hasta la época de la
Revolución Francesa cuando pasó a ser parte de la biblioteca municipal de la
ciudad de Estrasburgo donde se copiaron tanto el texto como las ilustraciones a
lo largo del siglo XIX lo que nos permite tener una idea clara de su contenido
a pesar de que el manuscrito original se perdió en el incendio de la biblioteca
durante el sitio de la ciudad en la guerra franco-prusiana en 1870.
publicado en mamaejecutiva.net el 23 de noviembre de 2015
imagen: wikipedia.org
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