Arturo Escobar es sólo un ejemplo de cómo los aliados políticos y sus recompensas, para el PRI son totalmente desechables en nombre de mantener la idea de que el poder y el botín del país les siga perteneciendo a ellos.
Armando Enríquez Vázquez.
La orden de aprensión en contra de Arturo Escobar y Vega,
subsecretario de gobernación y miembro del Partido Verde Ecologista, presunto
culpable de innumerables delitos electorales, parece desatar dos tipos de
guerras. La primera entre Televisa y TV Azteca, pues la Procuradora General de
la República Arely Gómez, hermana de uno de los altos ejecutivos de la empresa
de Emilio Azcárraga Jean y el Partido Verde donde la familia Salinas tiene una
gran influencia como lo demuestra la presencia de Ninfa Salinas, hermana del
dueño de la televisora del Ajusco en ambos lados de la contienda ha desatado
que algunos comentaristas y lectores de noticias que trabajan en las
televisoras quieran ver en este acto una pugna entre PGR y SEGOB, pero el
trasfondo es el poder político que ambas empresas de comunicación disputan
sobre los corruptos políticos mexicanos, quienes nunca han sabido decir que no
a las imposiciones de estas empresas, la última de las cuáles es un presidente
que se ha encargado de atacar de todas maneras posibles a los medios que
políticamente o económicamente representan un riesgo para sus aliados en
Televisa y para su regimen.
Pero por otro lado en un acto que parece cimentar la transparencia
y combate a la impunidad de un gobierno descaradamente corrupto existen también
otras lecturas. Primero: el PRI jamás sacrificará a uno de los suyos, sino a
uno de sus fieles lacayos del Verde. ¿Cómo reaccionará este partido si su ex
dirigente es encontrado culpable? ¿Continuará el Partido Verde siendo el servil
lamebotas del partido en el poder
cuando esto parece no representarles ningún beneficio? Es de esperar que sí
porque aún en el caso de que Arturo Escobar termine en la cárcel, el Verde y en
especial el Niño Verde tienen una cola muy larga cola que le pisen.
La acción en contra del ex subsecretario sirve también para
fortalecer la propuesta del presidente PRI, Manlio Fabio Beltrones para hacer
una reforma electoral en contra de Andrés Manuel López Obrador cuando
permaneció callado ante la forma en que el Partido Verde abusó, también de los
tiempos oficiales. Una vez más los políticos se sirven de sus cargos no para
beneficio de los ciudadanos, sino para acaparar su poder. El PRI y el PAN con
sus leyes anti candidatos sin partido en los diferentes estados del país, así
lo demuestran. Lo peor es que el presidente del PRI es que ha declarado que
dicha reforma debe ser dictada por las fuerzas políticas del país minimizando y
olvidando a los ciudadanos en pleno siglo XXI.
Arturo Escobar es sólo un ejemplo de cómo los aliados
políticos y sus recompensas, para el PRI son totalmente desechables en nombre
de mantener la idea de que el poder y el botín del país les siga perteneciendo
a ellos y de eso tenemos la culpa únicamente nosotros los ciudadanos que
reclamamos sobre la desaparición de un programa como el de Chabelo, pero no
fuimos capaces desde un principio para mostrar nuestro repudio al nombramiento
a un personaje tan nefasto como Escobar en una subsecretaria de la principal
secretaria de nuestro país.
Escobar no es una blanca paloma, ni un verde tucán es un
político mexicano sobre el qué, como muchos otros, existían dimes y diretes de
su proceder criminal en diferentes procesos electorales, lo cual parece quedar
confirmado por la FEPADE (Fiscalia Especializada para la Atención de Delitos
Electorales) y su decisión de generar una orden de aprehensión en contra del
hasta ese momento funcionario federal.
No dudemos que en los próximos días escuchemos una larga
perorata oficial que haga de este hecho un ejemplo del combate en contra de la
impunidad en funcionarios públicos. Lo que nos debe quedar claro es que el
procedimiento legal no salió de la secretaría que tiene a su cargo Virgilio
Andrade, el títere de la presidencia que ha demostrado ser sólo un gris
burócrata al servicio del presidente, sino de un órgano que depende
directamente de la Procuraduría General de la República.
Por lo que no deja de llamar la atención el primer argumento
de una batalla entre las televisoras que han infiltrado todos los niveles de
los tres poderes de la nación, amenazando a políticos de usar su cada día menor
fuerza para desprestigiarlos o elevarlos, ahí es donde Beltrones y sus
correligionarios deberían también enfocar también la nueva reforma política del
país, entre muchos otros puntos, en acabar con esos poderes fácticos que
abundan en este país.
publicado en blureport.com.mx el 27 de noviembre 2015
No hay comentarios:
Publicar un comentario