lunes, 7 de diciembre de 2015

Un chivo expiatorio verde.



Arturo Escobar es sólo un ejemplo de cómo los aliados políticos y sus recompensas, para el PRI son totalmente desechables en nombre de mantener la idea de que el poder y el botín del país les siga perteneciendo a ellos.

Armando Enríquez Vázquez.

La orden de aprensión en contra de Arturo Escobar y Vega, subsecretario de gobernación y miembro del Partido Verde Ecologista, presunto culpable de innumerables delitos electorales, parece desatar dos tipos de guerras. La primera entre Televisa y TV Azteca, pues la Procuradora General de la República Arely Gómez, hermana de uno de los altos ejecutivos de la empresa de Emilio Azcárraga Jean y el Partido Verde donde la familia Salinas tiene una gran influencia como lo demuestra la presencia de Ninfa Salinas, hermana del dueño de la televisora del Ajusco en ambos lados de la contienda ha desatado que algunos comentaristas y lectores de noticias que trabajan en las televisoras quieran ver en este acto una pugna entre PGR y SEGOB, pero el trasfondo es el poder político que ambas empresas de comunicación disputan sobre los corruptos políticos mexicanos, quienes nunca han sabido decir que no a las imposiciones de estas empresas, la última de las cuáles es un presidente que se ha encargado de atacar de todas maneras posibles a los medios que políticamente o económicamente representan un riesgo para sus aliados en Televisa y para su regimen.
Pero por otro lado en un acto que parece cimentar la transparencia y combate a la impunidad de un gobierno descaradamente corrupto existen también otras lecturas. Primero: el PRI jamás sacrificará a uno de los suyos, sino a uno de sus fieles lacayos del Verde. ¿Cómo reaccionará este partido si su ex dirigente es encontrado culpable? ¿Continuará el Partido Verde siendo el servil lamebotas del partido en el poder cuando esto parece no representarles ningún beneficio? Es de esperar que sí porque aún en el caso de que Arturo Escobar termine en la cárcel, el Verde y en especial el Niño Verde tienen una cola muy larga cola que le pisen.
La acción en contra del ex subsecretario sirve también para fortalecer la propuesta del presidente PRI, Manlio Fabio Beltrones para hacer una reforma electoral en contra de Andrés Manuel López Obrador cuando permaneció callado ante la forma en que el Partido Verde abusó, también de los tiempos oficiales. Una vez más los políticos se sirven de sus cargos no para beneficio de los ciudadanos, sino para acaparar su poder. El PRI y el PAN con sus leyes anti candidatos sin partido en los diferentes estados del país, así lo demuestran. Lo peor es que el presidente del PRI es que ha declarado que dicha reforma debe ser dictada por las fuerzas políticas del país minimizando y olvidando a los ciudadanos en pleno siglo XXI.
Arturo Escobar es sólo un ejemplo de cómo los aliados políticos y sus recompensas, para el PRI son totalmente desechables en nombre de mantener la idea de que el poder y el botín del país les siga perteneciendo a ellos y de eso tenemos la culpa únicamente nosotros los ciudadanos que reclamamos sobre la desaparición de un programa como el de Chabelo, pero no fuimos capaces desde un principio para mostrar nuestro repudio al nombramiento a un personaje tan nefasto como Escobar en una subsecretaria de la principal secretaria de nuestro país.
Escobar no es una blanca paloma, ni un verde tucán es un político mexicano sobre el qué, como muchos otros, existían dimes y diretes de su proceder criminal en diferentes procesos electorales, lo cual parece quedar confirmado por la FEPADE (Fiscalia Especializada para la Atención de Delitos Electorales) y su decisión de generar una orden de aprehensión en contra del hasta ese momento funcionario federal.
No dudemos que en los próximos días escuchemos una larga perorata oficial que haga de este hecho un ejemplo del combate en contra de la impunidad en funcionarios públicos. Lo que nos debe quedar claro es que el procedimiento legal no salió de la secretaría que tiene a su cargo Virgilio Andrade, el títere de la presidencia que ha demostrado ser sólo un gris burócrata al servicio del presidente, sino de un órgano que depende directamente de la Procuraduría General de la República.

Por lo que no deja de llamar la atención el primer argumento de una batalla entre las televisoras que han infiltrado todos los niveles de los tres poderes de la nación, amenazando a políticos de usar su cada día menor fuerza para desprestigiarlos o elevarlos, ahí es donde Beltrones y sus correligionarios deberían también enfocar también la nueva reforma política del país, entre muchos otros puntos, en acabar con esos poderes fácticos que abundan en este país.

publicado en blureport.com.mx el 27 de noviembre 2015

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