Osorio Chong conoce mejor que el mismo Peña Nieto que al
interior del PRI cuenta con el apoyo para golpear duro a los mexiquenses.
Armando Enríquez Vázquez
Los dos sexenios panistas se encargaron de acabar con las
reglas no escritas del presidencialismo mexicano, ya sea porque ninguno de los
dos presidentes tenía la mayoría absoluta de las cámaras y con ello la
oposición encabezada por el PRI, se encargó de alborotar el gallinero electoral
desde muy temprano en los sexenios panistas, o porque miembros del panismo, en
especial Felipe Calderón se encargaron de evitar que Fox impusiera un
candidato, o porque personajes como Andrés Manuel López Obrador no dejara de
clamar su ambición patológica por ser presidente de México, el caso es que hoy
esas reglas no escritas se han roto incluso al interior del PRI, que tiene al
Presidente de la Nación menos querido en la historia moderna del país, por no
decir al menos brillante y al más débil de carácter.
La serie videos de propaganda firmados con el nombre del
Secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, demuestran tres cosas
entre muchas otras. La primera es la fortaleza del Secretario al interior del PRI,
y las simpatías de las que goza al interior de la parte no secuestrada del
partido por Peña Nieto y los mexiquenses, por extensión la poca importancia que
la figura Peña Nieto tiene incluso al interior de un sector importante de su
partido y finalmente las intenciones de Osorio Chong por buscar la candidatura
del PRI a la Presidencia en 2018.
Hace ya muchos años el legendario líder de la CTM, Fidel
Velázquez, declaró en plena etapa pre electoral: El que se mueve no sale en la foto, refiriéndose a todos aquellos
miembros del gabinete y del PRI que pretendían acelerar los tiempos del llamado
entonces destape.
Queda claro que Peña Nieto será incapaz como en casi todo,
de nombrar al candidato del PRI a la presidencia y de hacerlo lo único que
podría lograr es la fractura de su partido que hoy no encuentra la brújula al
tener un presidente nacional corrupto y mentiroso, designado por Peña Nieto,
que paradójicamente acusa de lo mismo a miembros de su partido con una desfachatez
que indigna a cualquiera, mientras algunos diputados y senadores locales y
federales como el mismo Emilio Gamboa Patrón se declaran en contra del
Presidente Nacional del PRI y de Peña Nieto.
Si Osorio Chong es o no el candidato perfecto idóneo el PRI,
a pesar de que así lo muestran las encuestas, lo cierto es que pasó en unos
días de ser el secretario incomodo de Peña Nieto, por no ser tan cercano al
mexiquense como otros colaboradores que han probado sus niveles de corrupción y
estupidez, lo cierto es que hoy no sólo es incómodo, si no que no tiene
problema en plantarle cara a un presidente que vive viajando y no gobernando el
país que teoricamente dirige.
Hace dos años Osorio Chong le demostró a Peña Nieto como
dialogar con los estudiantes, cuando se arremangó la camisa y platicó con estudiantes
del Instituto Político Nacional inconformes con las absurdas ideas de Peña
Nieto de acabar con el modelo educativo del IPN en favor de las universidades
privadas. Ese día Osorio Chong le dictó catedra a Peña Nieto, quién demostró
pocos días después, su nula capacidad de aprendizaje, antes de que supiéramos
de su plagio en la tesis, utilizando al estado para desaparecer a 43
estudiantes en Guerrero y después tratar de tapar sus muertes.
Osorio Chong, no es una blanca paloma, y malo si alguien lo
cree, gobernó el estado de Hidalgo de 2005 a 2011, de una manera no del todo
transparente, pero es ante un político formado a la usanza de los viejos
dinosaurios, con todos los vicios que esto implica y por lo tanto no da paso
sin huarache. A diferencia de Peña Nieto, a Osorio Chong no lo inventó ninguna
televisora, ni basa su estabilidad en sus amistades con empresarios o sus
complicidades y sumisiones con los mismos. Osorio Chong conoce mejor que el
mismo Peña Nieto que al interior del PRI cuenta con el apoyo para golpear duro
a los mexiquenses.
Mientras Peña Nieto viaja y se desentiende de México, de los
mexicanos, de los reportajes que día a día muestran la corrupción en su
sexenio, con nuevos casos. Mientras Peña Nieto se fuga de la realidad, sólo
para toparse con que en la comunidad internacional ni siquiera es relevante.
Aquí en México el secretario de gobernación demuestra su poder y sus
aspiraciones políticas.
El sexenio ya se acabó, para todos es claro e
independientemente de los reclamos sociales esos que Peña Nieto, no quiere ver,
ni oír, su mismo partido debería obligarlo a renunciar porque los siguientes
dos años van a ser no sólo el acabose del país con sus corruptelas, si no para
los que aún hoy se creen la primera fuerza política del país.
publicado en blureport.com.mx el 30 de septiembre de 2016
imagen: wikipedia.org
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