Veracruz es tierra de latifundistas y gatilleros que crecieron bajo el amparo del PRI y se han encargado de mantener a un enorme grupo de veracruzanos sumergidos en la ignorancia.
Armando Enríquez Vázquez
Lo que está pasando en Veracruz es sólo es más patético
ejemplo de cómo nos encontramos frente al desgobierno y la ambición económica
de un grupo de voraces seres humanos de todos los partidos políticos que se
autonombran a su vez políticos.
En 1988, por azares del destino vivía yo en Xalapa,
Veracruz. En plena campaña presidencial en la que se habría de consumar uno más
de los fraudes más recientes del PRI, personajes tan siniestros como el hoy
senador del Partido del Trabajo y entonces vil achichincle de Carlos Salinas de
Gortari, Manuel Bartlett, hoy su patrón se llama Andrés Manuel López Obrador.
De regreso al 1988 los tres principales candidatos a la
Presidencia República hicieron actos de campaña en la capital veracruzana, a diferencia
de los actos multitudinarios de Salinas de Gortari o de Cuauhtémoc Cárdenas.
Manuel J. Clouthier llevó a cabo una reunión más pequeña en el café de La
Parroquía y recuerdo que el candidato panista inició aquella reunión con sus
simpatizantes diciendo: A mí denme
Veracruz y yo les pago la deuda externa.
El político y empresario creó un imperio agrícola en Sinaloa
en la década de los setenta y ochenta. Sabía de lo que hablaba frente a la
riqueza de clima y tierras que ofrece el estado de Veracruz.
Veracruz ha resultado ser bondadoso con los políticos que
han gobernado esa entidad, y no por que hayan sido lo suficientemente
inteligentes para promover la agroindustria en Veracruz, ni siquiera porque
hayan promovido a ese sector en forma de cooperativas o industrias exportadoras,
en ese sentido Veracruz continúa siendo un estado rezagado y olvidado por el
progreso a pesar de tenerlo todo.
Veracruz fue en su momento un bastión de la izquierda en
México, lo mismo que Tabasco, Campeche y Yucatán, allá por los años veinte y
treinta del siglo pasado, pero poco después se convirtió en el baluarte de la
contrarevolución con la llegada al gobierno estatal primero y después a la Presidencia
de la Nación del cachorro bastardo de la Revolución; Miguel Alemán Valdés.
Veracruz fue hasta este año uno de los últimos estados que
nunca había sido gobernado por otro partido que no fuera el PRI. Los miembros
de éste partido se sienten, como sucede aun en el Estado de Mexico los dueños
del territorio estatal y llegan a ser tan pedestres en este sentido como Fidel
Kuri Grajales, un diputado, dueño del equipo futbol de la liga MX Veracruz,
quién amenazó a los veracruzanos con llevarse a la franquicia del importante
Puerto de Veracruz si los ciudadanos no votaban por el PRI, claro que ni el
INE, ni el TEPJF, se manifestaron al respecto y mucho menos tomaron cartas en
el asunto, broma o no se trata de coerción del voto.
Veracruz no ha pagado, hasta la fecha la deuda externa de
nuestro país, pero ha servido para que más de uno haga fortunas inagotables a
partir de la riqueza del Estado y de la ignorancia y servilismo de los
veracruzanos. Dante Delgado Rannauro, Hoy presidente de Movivmiento Ciudadano y
que cumplió sentencia por peculado, Miguel Alemán Velasco, Agustín Acosta
Lagunes, pero sobretodo Fidel Herrera Beltrán y Javier Duarte de Ochoa, quienes
bajo el ala protectora del nuevo PRI tuvieron licencia para robar a manos
llenas, para matar y para aliarse como todo parece indicar con el crimen
organizado. Los veracruzanos tienen mucha responsabilidad, como la tenemos
todos con nuestros gobiernos locales, de los niveles de corrupción pues no
dijeron nada mientras Duarte o Herrera impusieron su tiranía tropical, Las
clásicas redes de testaferros y familiares coludidos han quedado demostradas en
el caso de Duarte, cuyos suegros no tardaron en pedir un amparo que les
permitiera salir del país.
Pero el problema, en el caso de Javier Duarte, no solo se
reduce a un gobernador sinvergüenza y su círculo más cercano de familiares y
colaboradores, en la corrupción del Estado de Veracruz están implicados entre
muchos, el actual gobernador interino, Flavino Ríos Alvarado, quien fue
Secretario de Gobierno en la administración de Duarte y se dice que le facilitó
el helicóptero propiedad del Estado en el que se fugó el gobernador con
licencia. Los diputados locales y funcionarios que en algunos casos fueron
premiados y blindados por el mismo PRI al convertirlos en diputados federales
con fuero como sucede el caso de Antonio Tarek Abdalá Saad, que fue Secretario
de Finanzas de Veracruz y quien, a pesar de haber sido inhabilitado
recientemente por la Secretaría de la Función Pública de Veracruz, no puede ser
llamado a rendir cuentas ante la justicia por su fuero como legislador. Hemos
vistos los ranchos y propiedades de Duarte y la pregunta es ¿por qué el
gobierno no los ha incautado?
Veracruz es tierra de latifundistas y gatilleros que
crecieron bajo el amparo del PRI y se han encargado de mantener a un enorme
grupo de veracruzanos sumergidos en la ignorancia, en la censura, con miedo y
bajo un sistema clientelar, así lo demuestran las recientes detenciones de ex
funcionarios de Sedesol en Veracruz por su supuesta actividad en la entrega de
apoyos a personas necesitadas a cambio de votos en favor del PRI.
Veracruz parece ser un rinconcito donde la corrupción y la
impunidad ha crecido de manera tal que los veracruzanos decidieron votar otro
personaje siniestro y ex priísta por el sólo hecho de que hoy enarbola la
bandera de otro partido. Pero lo más preocupante de todo es que Veracruz y sus
burdas redes de poder, corrupción y crimen organizado, son sólo un ejemplo de
lo que pasa en otros estados que están cambiando de partido en el poder;
Chihuahua, Quintana Roo y ahora Durango, se destapan como verdaderos nidos de
ratas que lejos de preocuparse por una administración a favor del pueblo, se
revelan como grandes negocios de políticos, sus familiares y amigos. Guerrero,
gracias a todo lo que ha publicado Héctor de Mauleón en su columna en El Universal
es un el ejemplo más claro de cómo el PRI es solo el brazo político de grupos
del crimen organizado, desde las secretarias de estado, hasta la dirigencia de
las juventudes del partido están literalmente en la cama con los criminales,
como lo ha demostrado el escritor y periodista en sus textos. Queda además el
contubernio del Nievo PRI con estos gobernadores criminales que encuentra su
máxima expresión en gobernadores narcotraficantes como Tomás Yarrington,
Eugenio Hernández, buscados por la DEA y Egidio Torre quien al parecer los
protegió. Todos ellos gobernadores de Tamaulipas.
Y lo que pasa en Veracruz es sólo una muestra de cómo
también Peña Nieto está blindando a su corrupta administración, por un lado, al
nombrar funcionarios que le habrán de cuidar la espalda, pase lo que pase en
2018, lo peor es que lo hace con el contubernio y la complicidad de los
partidos de oposición, que sin chistar le aprobaron a su Secretaria de la
Función Pública, Así como al Procurador y futuro fiscal. Peña Nieto binda su
corrupción y dejó a México desprotegido contra la violencia al anular casi la
totalidad del presupuesto en contra de la inseguridad nacional.
El PRI es un partido corrupto y lleno de criminales y
nosotros tenemos gran parte de la culpa de seguir votando por él.
publicado en blureport.com.mx el 25 de noviembre de 2016
imagen DeathtoStock.com
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