Invocan a un patrioterismo de guión de melodrama televisivo, después de un mes de manifestaciones en contra de Peña Nieto, de Videgaray, del PRI, del PAN y del orden de privilegios en que viven los políticos en México.
Armando Enríquez Vázquez
Quiero a mi País y creo que los mexicanos debemos demostrar
que somos un gran país, pero detesto la manera maniquea y hasta fascista en la
que en los últimos días intentan llamarnos a un patrioterismo vanal basado en
los fracasos contundentes de la política exterior de Enrique Peña Nieto y su
aprendiz de Canciller. No es validando a un partido político que lleva más de
cincuenta años actuando en contra de la ciudadanía y mucho menos a un gobierno
que a lleva cuatro años tratando de vender el país a los mejores postores tanto
nacionales como extranjeros, como debemos demostrar nuestro nacionalismo.
México es mucho, muchísimo más que Enrique Peña Nieto, quien
hoy habla de unidad, pero sin empacho confiesa en un boletín de prensa que
pactará en lo oscurito con Donald Trump en cuestiones del muro. México es
nuestra patria y nuestro hogar y Enrique Peña y sus compinches llevan casi doce
años robándose lo que pueden de él, y a costa de nuestro bienestar.
México es mucho más que la partidocracia que sin ética pacta
entre ella, el ejemplo más claro y despreciable lo encontramos en nuestra
versión tropical de Donald Trump, llamado Andrés Manuel López Obrador un
político que se ha acomodado de la mejor manera siempre para seguir viviendo del
presupuesto y basta ver como los soldados de AMLO en la asamblea de la CDMX se
encargaron con la mano de los priístas de bloquear la propuesta de no al fuero
de servidores en la capital con tal de seguir operando de la manera corrupta en
la que lo hacen.
Piden unidad cuando han demostrado que son incapaces de la
más mínima empatía con sus gobernados y es en ese falso, demagógico y fascista
llamado a la unidad, al que no se había siquiera convocado cunado el mesías
tropical ya se había adherido, porque antes que cualquier ideología este loco,
al que el PRI le está preparando ya su candidatura, solo se rige por su
egolatría. Piden unidad cuando están por aclararse tantos actos de corrupción o
como en el de las medicinas clonadas crímenes de lesa humanidad que por lo
menos los exgobernadores de Veracruz, desde Fidel Herrera y continuando con
Javier Duarte, César Duarte de Chihuahua parecen haber cometido desde
escritorios de funcionarios que carecen de cualquier tipo de valores éticos.
Piden unidad en torno a un presidente que no goza de ninguna simpatía por parte
de los ciudadanos. Nada tiene que ver la hipocresía con la que convocan Peña
Nieto y los legisladores con el llamado en 1938 de Lázaro Cárdenas a defender
la soberanía y defender a México de los intereses de las empresas petroleras,
nada con el llamado de López Mateos en 1960 para defender la nacionalización
del sector eléctrico. Nada, porque nadie se ha encargado de vender la riqueza,
poca o mucha, mexicana con tal gusto como el desgobierno de Enrique Peña Nieto
Invocan a un patrioterismo de guión de melodrama televisivo,
después de un mes de manifestaciones en contra de Peña Nieto, de Videgaray, del
PRI, del PAN y del orden de privilegios en los que viven aquellos vivales que
pretenden llamarse políticos en México. Invocan a la unidad cuando gobernadores
como Eruviel Ávila o Graco Ramírez han mostrado el mayor desprecio por la vida
humana permitiendo que entidades como el Estado de México o Morelos sean nidos
del crimen organizado y en caso del Estado de México la tasa de feminicidios
sea mucho mayor que la Ciudad Juárez en sus peores años, sin que el gobierno de
esa entidad se moleste siquiera en dar signos de combatir esta situación.
La unidad se encuentra en la forma en que podamos deshacernos
de los nefastos políticos que tanto daño hacen a nuestro país, En la manera que
vetemos a Ochoa, Anaya, Barrales, López Obrador y demás presidentes de partidos
políticos que únicamente saben vivir del presupuesto, de igual manera junto con
los aparatos burocráticos de sus instituciones. México unido debemos decir ya
basta; ni un sólo peso del presupuesto nacional a partidos políticos, ni a
instituciones serviles a la partidocracia como el INE que es incapaz de actuar
de manera autónoma.
Un gobierno federal que carece del apoyo de los mexicanos, se
prepara a dar marcha atrás a los nuevos gasolinazos en febrero tratando de
hacernos olvidar los verdaderos problemas del país, la corrupción de los
priístas que dicen gobernar el país. El falaz presidente nacional del PRI, Enrique
Ochoa Reza, toma como propia la bandera que durante más de una década ha
enarbolado a sociedad civil y en su momento el periodista Pedro Ferriz de Con
recaudando más de medio millón de firmas, de no a los plurinominales en el
poder legislativo, y que hace cinco años el PRI se negó a aprobar.
Al pensar en México y en el Nacionalismo, hagamos a un lado
a quienes han visto al país como un botín y recordemos que estos son años
electorales, 2017 y 2018 en los que el más incapaz e ineficiente de los
presidentes de México en los últimos veinticuatro años intentará apelar a
sentimientos pueriles y no a razones contundentes para justificar su fallido y
corrupto gobierno.
publicado en blureport.com.mx el 31 de enero de 2017
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