Estados Unidos parece no tener pies ni cabeza; una sociedad esquizofrénica gobernada por un oligofrénico profundo, bravucón, ignorante, buleador, pero ante todo un supremacista.
Armando Enríquez Vázquez
El 2 de septiembre de 1945, finalizó la II Guerra Mundial
con la rendición del ejército japonés. Alemania lo había hecho cuatro meses
antes. Las fuerzas aliadas encabezadas por los oportunistas y frescos norteamericanos
derrotaron al nazismo, a la idea de una sola raza pura superior a las demás. La
guerra costó millones de vidas de civiles, marcados solamente por pertenecer a
otra religión, por ser de otro color. Han pasado 72 años desde entonces y los
principales Nazis y generadores de odio interracial se encuentran en un país
que se precia de ser una democracia sin serlo.
Cuando en enero de este año juró sobre la Biblia Donald
Trump, se convirtió en uno de los accidentes más desafortunados en llegar a
dirigir cualquier nación, pero en especial una tan dividida, tan arrogante y
tan ignorante como él. La esquizofrenia de esa gigantesca minoría que logró
hacer que un verdadero redneck *llegara
a la presidencia, se manifiesta de manera opuesta cuando se le pregunta por su
aceptación frente a la actuación de ese mismo hombre en las encuestas. La
inestabilidad mental del norteamericano promedio queda de manifiesto en el
siguiente ejemplo. Los diez días que duró al mando de la oficina de la
presidencia Anthony Scaramucci fue el blanco de todos los comediantes nocturnos
de la televisión americana mientras el público reía y abucheaba al ex
funcionario de la Casa Blanca. Su salida dio paso a vítores en esas mismas
audiencias frente a las que se graban estos programas. A principios de esta
semana Anthony Scaramucci apareció en el programa de Stephen Colbert donde una
vez que el comediante y comunicador lo presentó fue recibido por aplausos
estridentes por la audiencia.
Estados Unidos parece no tener pies ni cabeza; una sociedad
esquizofrénica gobernada por un oligofrénico profundo, bravucón, ignorante,
buleador, pero ante todo un supremacista. Un peligro para todos aquellos que,
por el color de su piel, religión, idioma, nacionalidad no son como él. La
pregunta que me hago todos los días cuando veo que mi capacidad de sorpresa es
sólo rebasada por la estupidez del presidente de Estados Unidos, es ¿sí
realmente es él quien gobierna a Estados Unidos?
En caso de que la respuesta sea afirmativa, entonces el
mundo está en un grave peligro y a merced de un hombre que carece del
vocabulario de un adulto estudiado, un lenguaje incoherente. Un hombre que
miente deliberadamente sin importarle que sus mentiras sean descubiertas tres
minutos después. Un ser que vive de caprichos e impulsos.
En el caso contrario; que Trump no gobierne y sólo sea la
fachada desquiciada de un grupo de poder perverso pero inteligente, o al menos
con una agenda clara de retornar a un sistema cerrado de economía, tratar de
recuperar trabajos para los americanos y por americanos, entiéndanse para los
anglosajones protestantes blancos que masacraron y despojaron a las tribus
nativas de América del Norte de su hogar. O reactivar la economía de ese país
de la única manera que los norteamericanos saben, creando guerras; el mundo
está en un grave peligro.
Se que muchos al leer el párrafo anterior podrían creer que estoy
exagerando. ¿Pero en realidad es una exageración pensar que con sus capacidades
Trump puede manejar las riendas de un país? Los indicios hasta ahora señalaban
a Rusia, como la responsable de poner a este hombre en el poder, y hasta donde
sabemos se ha hablado de la existencia de pruebas sobre el comportamiento de
Trump con algunas prostitutas con las que el gobierno de Vladimir Putin intentó
presionar y chantajear a Trump, para lograr propósitos que aún se desconocen.
¿Por qué el complot no habría de ser totalmente cocinado al interior de las
clases de elite de Estados Unidos?
Los hechos y los dichos de la incapacidad de Trump son
contundentes. De acuerdo con el reciente reportaje de la revista Neewswek Lazy Boy, Trump se la pasa viendo la
televisión y en juntas que nadie sabe para que sirven. Su administración está
basada en ocurrecias que tuitea, cero cambios legislativos de todos aquellos
que prometió. Entonces ¿Quién gobierna Estados Unidos? ¿o somos ingenuos y
creemos que una de las naciones más poderosas del mundo, sus empresarios,
militares y políticos pueden permitir un país al garete por falta de
presidente? ¿A alguno de estos sectores les parece correcto el ser ignorado por
la Comunidad Europea? ¿Los líderes políticos de los partidos y en especial del
Partido Republicano, se sienten contentos con las acciones propiciadas por
Trump que en otras sociedades podrían llevar al fin del sistema bipartidista
del país del norte?
La cabeza visible del gobierno norteamericano es un hombre
lleno de odio y sin ideas. El costo político y los daños colaterales que este
hombre le ha causado a la imagen internacional de su país y de la presidencia
al interior del propio han resultado altísimos en sólo ocho meses. Lo que sucedió en Charlottesville es muestra
clara del liderazgo negativo de Trump. La promoción del nazismo y de la
discriminación racial, avalada por Trump y sus tibias declaraciones por lo sucedido,
nos muestra que entre Hitler y Trump la diferencia principal es el poder que
tenía el primero de reunir gente a su alrededor para llevar a cabo su plan
destructivo, mientras Trump se ha encargado de unir a mucha gente de diferentes
ideologías políticas, colores de piel y sectores sociales, incluidos militares,
en su contra.
En las protestas que siguieron al crimen de Charlottesville,
había una fotografía que llamó mi atención. Era una anciana blanca sosteniendo
un cartel. La fotografía es contundente la probable nonagenaria levanta un
cartel en el que se lee: “Escapé de los
Nazis una vez. No me van a derrotar ahora.”
Desgraciadamente con un hombre como Trump, haciendo como que
dirige a su país las posibilidades de una fractura negativa política y financiera
del mundo es un hecho. Su incapacidad para dialogar y para poner atención son
muestras de que un hombre así es incapaz de dirigir a buen puerto a su país, lo
que pasa es que no estamos hablando de un país en vías en desarrollo con pocos
habitantes y nulo impacto en la geopolítica. No estamos hablando de uno de los
países más importantes del mundo. Y por lo tanto cabe volverse a preguntar
¿Quién gobierna a Estados Unidos? Y lo más importante ¿para qué?
*Redneck es
un termino despecrtivo que se utiliza en Estados Unidos para denominar a los
sajones, ignorantes y racistas y que tiene su origen como termino en una forma
despectiva de referirse a los campesinos que cubiertos de sombreros laboraban
las tierras al rayo del sol cuyos efectos se dejaban ver como la zona roja en
la parte trasera del cuello que no cubría el sombrero.
publicado en blureport.com.mx el 17 de agosto 2017
imagen. The New Yorker
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