Entre los estrenos de 2017, en materia de series se encuentra Imposters. Una serie pequeña pero de gran intensidad.
Armando Enríquez Vázquez
Entre los estrenos de 2017, en materia de series se
encuentra Imposters, una serie
norteamericana producida por el canal Bravo y que, a pesar de parecer una serie
menor, es una de las más divertidas, inteligentes y llena de vueltas de tuerca,
como toda buena serie de estafadores debe ser, que he visto este año.
En medio de los clásicos sitcoms de gags fáciles y
trillados, de las series de policías y asesinos que se resuelven en un sólo
capitulo, los creadores de la serie, Paul Adelstein y Brook Adams, así como los
escritores lograron una serie redonda, llena de humor negro. Una serie que se
sostiene a lo largo de una primera temporada de diez capítulos con giros en la
trama, guiños para el espectador y una serie de trucos en el guión que
mantienen el interés por la serie y los personajes.
La trama es sencilla; Al llegar a casa después de casi un
mes de haberse casado Eza Bloom (Rob Heaps), la encuentra vacía, su esposa, ha
desaparecido y con ella toda la fortuna de Ezra. Ha sido víctima de un equipo
de estafadores dedicados a engañar a solteros con dinero y problemas para
relacionarse con los demás, a partir de tramas sencillas envuelven a sus
prospectos a partir de la belleza y juventud de Maddie Jonson (Inbar Lavi) de
quien invariablemente, se enamoran. Las estafas terminan en el altar. Pocos
días después de la boda, Maddie desaparece y los deja sin nada, excepto un
video disculpándose y amenazando con exponer secretos negros de ellos o su
familia si se atreven a denunciarla. Así conocemos a tres parejas victimas de
Maddie: Ezra Bloom, Richard Evans (Parker Young) y Jules Langmore (Marianne
Rendón), que iniciarán el largo viaje para encontrar a Maddie y pedir las
explicaciones necesarias, además del dinero.
Tal vez, contada así no resulte atractiva, pero lo que sigue
en la trama, cuando Ezra, Richard y Julesse encuentren y lo hacen en medio de
un nuevo trabajo. Aquí no va ni la mitad de la serie. Convierte cada capítulo
en nuevas situaciones, con nuevos planteamientos y una historia que al mismo
tiempo que se complica, integra nuevos personajes, igual de extraños y cínicos,
como Lenny Cohen (Uma Thurman) encargada de solucionar de manera drástica
cualquier problema que surja al interior del equipo de estafadores, bajo las
órdenes directas del Doctor (Ray Proscia), un cirujano, encargado de investigar
y proporcionar toda la información de futuras víctimas a los estafadores, jefe
de la banda y quién se lleva el 70% de las ganancias obtenidas, y de los que
Maddie y sus compañeros parecen ser sólo una célula entre otras que controla El
Doctor.
Sí además incluimos en la mezcla agentes del FBI
encubiertos, lo que en un principio parecía una serie de lugares comunes, se
transforma en una serie llena de intrigas dentro de la intriga y otras intrigas
menores.
Imposters, tiene
sus guiños a películas que también tratan sobre el tema de estafas y trucos
como la señal entre Max (Brian Benben) y Richard, homenaje a El Golpe.
Imposters está
llena de amargura, de mala leche, de cinismo y ganas de vengarse. La justicia
institucional y la justicia que los hombres por su propia mano ejecutan,
códigos que crean vínculos dentro de una sociedad donde los códigos y reglas
son creados para que los hombres mismos que juran defenderlos, los puedan
romper y violar en aras muchas veces de cosas tan absurdas y concretas como la
gloria personal. Una serie donde para actuar fuera de la ley hay que crear
leyes y códigos propios que pueden resultar igual de endebles que los que rigen
a la sociedad en general.
Pero también está llena de empatía entre aquellos que no
pueden, o mejor dicho deben, ser empáticos. De camaradería entre los incapaces
de creer en la solidaridad, de amor entre los descorazonados, y donde todo
queda colgando de los hilos que prometen una segunda temporada con un aura aún
más trágica y llena de humor negro que la primera, si es que Bravo llega a
confirmarla.
Es una serie de traidores traicionados, de traicioneros
buena onda y de traicionados traidores, Imposters,
es un buen ejemplo de una serie ligera de gran humor negro.
publicado en roastbrief.com.mx el 17 de abril de 2017
imagen: bravo.com
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