Esta es la leyenda de
una valiente mujer que vivió en la frontera de la cristiandad en el siglo XVII
y la defendió del enemigo otomano.
Armando Enríquez
Vázquez
Poco o nada sabemos de ciertos países europeos situados tan
al oriente del continente, como a la sombra de la historia contemporánea al
haber sido absorbidos por el comunismo ruso tras la II Guerra Mundial. Albania
además vivió durante más de cuarenta años cerrada al mundo exterior durante la
dictadura comunista de Enver Hoxha, pero dentro de la tradición histórica de
ese país resalta la figura de Nora de Kelmendi.
Kelmendi es una zona montañosa al noroeste del pequeño país
europeo en la frontera con Montenegro y Serbia, en esa región alejada de las
capitales occidentales que tanto nos gusta mencionar surge la leyenda de esta
guerrera, que detuvo a los enemigos otomanos. Kelmendi también es el nombre del
grupo étnico al que pertenecía la protagonista de la leyenda.
Poco o nada se puede establecer acerca de la figura
histórica de Nora de Kelmendi, su nacimiento debe haber ocurrido al inicio del
siglo XVII y se dice que su padre habiendo deseado tener un descendiente varón
la despreció y abandonó a su suerte. Nora fue adoptada por una tía, hermana del
padre, que decidió criarla como si fuera un hombre. El padre de Nora
desconociendo lo que había sucedido con aquella hija a la que desechó, decidió
hacerse cargo del hijo de su hermana, del que había escuchado muy buenas cosas,
con el tiempo para su sorpresa el mozalbete se convirtió en una bella doncella
y su padre se sintió orgulloso de ella no sólo por su valentía y manejo de las
armas, sino por la belleza de su hija cuya fama recorrió toda la región de los
montes de Kelmendi.
Durante esa época existían en la zona muchos representantes
del imperio Otomano, lo que obligaba a una constante guerra entre fuerzas musulmanas
y las tropas católicas. Cerca del poblado donde vivía Nora se encuentra el
Castillo de Rozafa, un antiguo bastión musulmán, hacía el año de 1637 se
encontraba ocupado por el Vutsi Pasha de Bosnia, título que se le otorgaba al
comandante otomano de la región. Durante una de las periódicas invasiones a la
región Kelmendi, el Pasha, descubrió a Nora y quedó impresionado por su
belleza, por lo que exigió la entrega de la mujer como una de las condiciones
para detener la invasión.
Existen dos versiones de lo que sucedió a continuación. Una
dice que Nora se entregó al Pasha, quien seguramente la iba a sumar a su harén
en el mejor de los casos, pero Nora se adelantó y asesinó al Pasha con su daga.
La segunda es que al enterarse de la demanda del musulmán Nora se hizo seguir
por un ejército de 300 kelmendi y acabó con las fuerzas musulmanas, ella misma
se batió en duelo con el Pasha y lo mató.
El triunfo parece haber sido temporal y las grandes guerras
entre musulmanes y cristianos de la zona continuaron a lo largo de los
siguientes siglos. Nora, si es que existió se pierde en la noche de los tiempos
y aunque la primera versión la pinta muerta por el asesinato cometido en el
campamento musulmán, en la segunda no se especifica que pasó con la heroína y
sí el resto de su vida fue pacífica y fructífera.
A Nora de Kelmendi se le atribuye una belleza similar a la
de Helena, la esposa de Menelao y causante de la guerra de Troya y la valentía
de la reina y guerrera visigoda Brunilda.
Lo cierto es que el ejército con el que los Kelmendi
enfrentaron a las fuerzas otomanas en las batallas de 1637-38, no sólo era
menor en número a los hombres del imperio, sino que estaba conformado por
mujeres y niños también, tal vez es de este hecho de donde surge la figura de
Nora, y sí es que existió una mujer destacada entre las tropas de los Kelmendi,
Su historia se pierde en la leyenda de Nora de Kelmendi.
En
Youtube existe un video de una canción tradicional sobre Nora escrita por un
músico albanés llamado Fran Kodra que puede darnos una idea de la importancia
de esta mujer de leyenda para la nación albana.publicado en mamaejecutiva,net el 19 de septiembre de 2017
imagen fablecroft.com
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